Capitulo 19.Sucesos inesperados

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Al principio fue un beso torpe, ya que Nora parecía confusa y sorprendida por el contacto de sus labios pero al cabo de unos segundos de indecisión se dejó llevar. Jose maravillado por la aceptación intensificó el beso examinando concienzudamente cada rincón de su boca, la chica le siguió el ritmo con torpeza, pero tenía que reconocer que para lo nerviosa que estaba no lo hacía nada mal. Sintió cómo su corazón latía con fuerza y deslizó la mano derecha hasta el cuello de ella para empezar a juguetear con su pelo mientras su mano izquierda como si tuviese vida propia se deslizaba más abajo y la tomaba de la cintura para atraerla más hacia él.

—¡Listo! ¡Ya están todas las ventanas abiertas!―al escuchar el grito del hombre volvió a ser consciente de dónde estaba y sintió como Nora poco a poco comenzaba a separarse de él y daba por finalizado el beso.

Abrió los ojos y no pudo evitar sonreír como un gilipollas al encontrarse a la morena frente a él con los labios ligeramente hinchados y la cara completamente roja. Estaba tan adorable y a la vez tan sexy, pero lo mejor era que ella estaba así por él. La chica se llevó la mano a los labios y le lanzó una mirada de reojo, él levantó una ceja con diversión y esperó a que le gritase; sin embargo Nora sólo apartó la mirada rápidamente de él.

Se revolvió el pelo con nerviosismo y se dio cuenta de las miradas divertidas y curiosas que le lanzaban los pasajeros. ¡Oh, dios mío! No sólo la había besado sino que la había besado en un vagón lleno de gente, ¡qué vergüenza!

— Si lo sé me tardo un rato más. ―dijo el hombre dándole una fuerte palmada en la espalda mientras la anciana se acercaba a Nora y la ayudaba a llegar hasta las ventanas para que le diera el aire.

—Yo... bueno...―tartamudeó con nervios por lo que el hombre soltó una estruendosa carcajada y le volvió a pegar una fuerte palmada en la espalda; como lo golpease de nuevo le rompería algo.

Se separó del hombre y caminó hacia donde estaba Nora y la anciana hablando, se sentó al lado de ella pero no la miró; todavía estaba demasiado avergonzado. La anciana volteó hacia él y le entregó un puñado de caramelos que sacó de su enorme bolso para luego comenzar a narrarles no sólo a ellos sino también a todos los pasajeros del vagón cómo conoció a su marido. Tras ella varios pasajeros empezaron a contar anécdotas de su vida e incluso unos cuantos pidieron consejos amorosos. Aquello se había convertido en una terapia grupal de lo más extraña, Jose miró de reojo a Nora, la chica había evitado todo tipo de contacto físico y visual con él en todo ese tiempo pero por suerte estaba bien.

Sin lugar a dudas esa era la peor cita de la historia, de hecho su cita sería catalogada como la peor durante siglos y se usaría como medidor para las malas citas. La escala Nora-Jose, así se llamaría; si Richter tenía una escala para los terremotos ¿por qué no podía crear él una forma de medir lo desastrosa que había resultado una cita? Uno sería malo en plan le he tirado un helado sobre la ropa y diez; bueno diez sería lo suyo.

—Estas muy callado.―le dijo la anciana dándole un codazo en la costilla, la mujer no había parado de darle caramelos y lanzarle extrañas miradas.

—Sí, bueno...estoy cansado.―contestó sonriendo con desgana, la verdad era que estaba muriéndose de hambre, no paraba de recordar el beso con Nora y ya estaba hasta las narices de escuchar los problemas personales de los demás, ¿cómo podían aguantar los psicólogos esta tortura? Si escuchaba una sola queja más se tiraría a las vías del tren.

Inesperadamente escucharon un fuerte estruendo y el metro se puso en marcha, también regresaron las luces haciendo que todos comenzasen a aplaudir y a silbar eufóricos. Nora rápidamente se puso en pie para irse a la puerta, Jose se levantó a regañadientes, cogió el paraguas del suelo y se colocó a su lado. No tenían que bajarse en la siguiente parada, de hecho no tenían que bajarse hasta seis paradas más adelante pero conociéndola seguro que quería marcharse de ahí lo antes posible.

Tienes que ser tú (TQST Libro #1)© [EN LIBRERIAS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora