Como No Amar a Ese feo Joven Maestro

Capítulo 1.

"... ¿Que dijiste ahora?" Pregunto Llyod, alejándose lentamente de Javier y apoyándose en su cama.

Mierda, la eh jodido.

Javier sintió su corazón acelerado, no por sus sentimientos desbordados, eso era algo que como maestro de la espada podía controlar. sin embargo, la vergüenza no funcionaba así.

Piensa en algo, piensa en algo.

Ya se.

"... Me gustaría decirle algo."

"Oh, ya veo. Creí haber escuchado otra cosa... "

"... "

Javier apretó sus manos juntas detrás de su espalda.

No creíste, estuve a punto de confesarme pero eres tan lento y conciente de tu apariencia poco atractiva que no consideras la posibilidad de escuchar una confesión mía.

Pensó el.

Llyod se recostó en su cama, cruzando sus brazos sobre la almohada mientras bostezaba, ignorante de los pensamientos Javier.

"seguro es porqué la maldita reina sigue explotando mi cerebro para trabajar... " Murmuró Llyod.

"Definitivamente fue eso."

"... Claro." Llyod bostezo. "Entonces, ¿Que era lo que querías informar?"

Javier miro el escritorio de Llyod. Alli, una carta con un sello dorado sobresalía entre los papeles desordenados.

Era la doceava propuesta de matrimonio que la reina envío.

Una propuesta para Llyod.

"¿Javier?" Llyod lo llamo.

Javier miro la carta con los ojos en blanco.

No quería entregar esa carta, de hecho, pensó en deshacerse de ella en silencio como lo hizo con las 10 anteriores.

Si, Diez por qué la primera carta fue inevitablemente vista por Llyod, quien hasta ahora solo había sido molestado con tareas y trabajos que la reina veía conveniente tirarle.

Se sintió incómodo, pero para evitar ser descubierto, entrego la carta a regañadientes.

"¿Que dice?"

"No lo sé, lealo usted mismo." Menti.

"Bien... "

Llyod abrió la carta con una expresión cansada, sin muchos ánimos de mostrar sus típicas caras feas, pues el trabajo se habia llevado el 90% de su energía.

"... "

Después de un tiempo, Llyod arrugó la carta entre sus manos y murmuró con el rostro en balnco.

"... ¿Otra propuesta de matrimonio?"

El Omega suspiro.

"Javier."

"Si."

"Tráeme papel y una pluma, tambien, quema esta carta antes de que se me salga un pedo por el dolor de estómago."

"Si."

Una discreta sonrisa se extendió en mis labios. Aunque la respuesta fue la misma, había una ligera emocion mientras quemaba la carta de la reina.

Obviamente, no olvido ir por el papel y la pluma.

'Por supuesto, no hay forma de que ese tipo acepte a la reina como su alfa.'

Nadie a excepción de mi podría soportar su humor raro y sus expresiones raras.

Si, solo yo.

"Aquí está la pluma y el papel."