Como No Amar a Ese feo Joven Maestro

Capítulo 4

Soy una persona que siempre logra lo que se propone. No importa el método, por muy rastrero o sucio que sea, mientras logre obtener o lograr mi objetivo nada más importa.

"Me niego."

Entonces por qué?

"... "

Por qué mientras su objetivo más deseado está frente a ella, negando el paso, ella se siente tan impotente? Simplemente era ridículo.

"Bien, está será la última vez que te enviaré una propuesta de matrimonio." La reina sonrió. "Por supuesto, el compromiso es otra cosa."

Mire el rostro de Llyod frontera que estaba medio oculto tras el fino velo de la oscuridad, no podía ver su rostro, pero tampoco me esforcé por verlo.

No es que sea el más bonito que digamos.

A pesar de ser un Omega, el atractivo físico no era el mayor atributos de Llyod. Por supuesto, no podría importa mente menos.

Llyod es un bastardo, pero de alguna manera, tiene un atractivo misterioso que hace que no puedas dejar de desearlo.

Discretamente, baje la mirada hacia la mano de Llyod que la oscuridad cubría. Fue tunue, pero inconfundible.

Estaba tomando la mano de sir asraham, su caballero y uno de los alfas más guapos que conoce.

La reina apretó el puño.

"... Si no consigues un alfa dentro de un año, me casare contigo así tenga que usar el poder de la familia real."

El rostro de Llyod se distorsionó. "Téngase más respeto como persona."

"Es mi problema si me humilló o no."

Con una sonrisa pícara, la reina paso su mano por la cintura de Llyod y hábilmente evito el bloque de Javier para besar la mejilla de Llyod.

"Que estás!-"

"Llyod frontera, espero que no consigas un alfa."

"Oiga!"

Deseando de manera para nada discreta que Llyod no consiga un alfa hasta que se cumpla el plazo de un año, salí del salón de audiencia sin mirad atrás.

Llegué a mi habitación con paso cansado mientras ostenia una copa y una botella de vino.

Ahora... Supongo que me toca ahogarme en alcohol hasta que se me pase la pena por el rechazo?

La reina se rió en silencio.

Está noche sería larga.

***

Cuando la reina abandono la sala de audiencia, el asistente nos guío hasta el carruaje real alegando que nos llevaría hasta el territorio frontera y quitándome la carga de trabajo.

Literalmente me dijo: 'ya no es necesario que venga a trabajar, puede concentrarse en su territorio con tranquilidad.'

Cuando llegamos, literalmente nos boto como basura. Quise reclamar, pero me contuve.

"... Javier, vámonos." Suspire.

No sirve de nada enfadarse ahora.

Suspirando, estaba por bajar del carruaje cuando Javier, con una expresión pensativa, comento: "Llyod, entonces tú cargador de trabajo aumento debido a la intervención de la reina?"

No enfadarse mi gran tracero.

"... Ah, mí pobre alma que solo quiere una vida llena de vagancia y oro."

Llegue a comprender el repentino aumento de trabajo que me estaba consumiendo. La reina, estaba preparándome discretamente para el matrimonio real.

Es una maldita.