Capítulo 18

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En el nuevo jardín del palacio real, los guardias vieron atónitos al héroe del imperio y el objetivo amoroso de la reina levantando el tracero al aire como si fuera un esclavo feo frente a su maestro.

La reina frunció el ceño.

"Llyod frontera, ¿Que crees que estás haciendo?"

"... Me inclino ante usted, su majestad."

Un dolor de cabeza golpeó a la reina, froto su cien mientras que haciendo caer su cuerpo impotente en su silla de campo redujo su impulso agresivo, suspiro.

"Levántate, Llyod frontera."

"Si su majestad."

Llyod levantó aún más el tracero al aire.

"... "

La reina, los soldados, Javier y los curiosos sirvientes que observaban en una esquina sintieron un golpe de migraña, ¿Que es esta imagen?

"Llyod frontera, no pedí que levantaras el culo, pedí que te pongas de pie."

"Ahhhhhh, Pero es que su majestad no explica a detalle."

Llyod se levantó d3l suelo con una sonrisa avergonzada en el rostro. Originalmente pensó que la reina no tendría una buena reacción si llegaba a sentir sobre mi cuerpo las feromonas de Javier, un alfa, después de rechazarla.

Sin embargo, todo cambio cuando la reina ordenó que sean arrestados. Llyod estaba sorprendió por la situación, más por las palabras utilizadas por la reina al referirse a el como "Omega de la reina" mientras decía que lo encerraran en una habitación.

Por supuesto, naturalmente el miedo de Llyod era por sus padres y su trabajo antes que por su salud, asi que no entro completamente en pánico. Eso al menos hasta que sintió la energía asesina de Javier mientras sostenía el mango de su espada.

¿Que pasa si el orgulloso espadachín de repente decide atacar a la reina con su espada de aura? Estarían completamente acabados, tanto en la sociedad como en las contrataciones.

Llyod es un ingeniero, el gana dinero estafan- quiero decir, haciendo contratos con personas adineradas que quieren construir o reparar cierto terreno por lo que si se difunde la noticia que su caballero escolta atacó a la reina, no sería extraño si los futuros clientes  simplemente huyeran.

Por obvias razones, Llyod no quería eso.

Entonces, no le quedó de otra.

Toco arrastrarse en el suelo.

"Llyod, ¿Sabes lo que estás haciendo ahora?"

"... Me levanto, ¿No es lo que querías?"

La reina suspiro frustrada.

"¡No! Por que- ahg-!"

"Am, su majestad?"

"¡¿Que?!"

"Vera, los primeros síndromes de la menopausia..."

La reina grito.

"Escúchame, hace solo unos días confesé mi amor por ti e incluso te propuse matrimonio, Pero después llegaste repentinamente con el aroma a feromonas de otro alfa, que por si no fuera poco también era tu caballero escolta. ¿Cómo crees que me siento?"

Llyod adivino.

"¿Mierda?"

"Si, mierda."

La reina me miró con ojos rojos, tocando su rostro como si fuera a rasgarlo en cualquier momento, chasqueo la lengua.

Como No Amar a Ese feo Joven MaestroWhere stories live. Discover now