3. Londres.

·⏲·⏲·⏲·

La primera gran lección: Ni todos los viajes en el tiempo del mundo pueden hacer que alguien te quiera. Siquiera te acepte.

Así que el amor de su vida simplemente se fue en un auto un día de septiembre.

Y días después, tenía que irse él.

Ya habían terminado sus vacaciones pero Louis ya no tenía clases, ahora debía hacer prácticas, para poder graduarse.

Tomó el tren a Londres, en busca de su futuro… Y una novia.

Su madre lo había llevado a la estación en el mismo auto en el que Fizzy había llevado a Sharlotte días antes.

Su padre, el tío Desmond y Fizzy sólo lo habían despedido en el jardín de su casa (aquella casa que era el único hogar que Louis conocía, en la que no viviría por un buen tiempo). Fizzy no lo había tomado muy bien, el que se tuviese que ir, iba a extrañar demasiado a su hermano. Su padre escondió su dolor de verlo partir al ser su última frase algo sarcástico como “No nos llames mucho, a tu madre no le gusta que la molesten.”. Y el tío Desmond le había dado unos centavos que debía creer que todavía valían demasiado porque incluso le había pedido que “No lo gastes todo a la vez.”.

En fin, Louis estaba ahí, con sus maletas, vagando por las calles.

Se hospedaría en casa de un amigo dramaturgo de su padre; Paul. Siempre era bueno que hubiera conocidos de la familia cuando se era nuevo en la ciudad.

Eso creía Louis hasta que se encontró con la bienvenida que le dio Paul.

Debió saber que tal vez no era un buen momento desde que le sonrió desde la puerta (que tenía una ventana) cuando lo vio acercarse para abrirle, y Paul no le correspondió el gesto.

—¿Y a ti qué carajo se te ofrece? —preguntó en cambio, de mal humor, una vez que la puerta estuvo abierta. Louis estaba sorprendido por decir lo menos.

—Oh, soy el hijo de Billy. —dijo tartamudeando.

—¿Quién?

—¿Billy Tomlinson?

—¿Y eso qué? —escupió hostilmente.

Louis se alejó un poco de la puerta para corroborar el número de la casa, un poco esperanzado en que tal vez no era la dirección correcta.

Para su mala suerte, sí era ahí. Ese era Paul.

—Di-dijo que rentas una habitación…

—Bien, entra pues. —el hombre suspiró resignado, como si realmente le supusiera demasiada molestia. Louis obedeció enseguida, intimidado. Se hizo paso hasta la estancia por el largo pasillo, pero antes de llegar… —Y espera —Paul jaló de la mochila que colgaba de la espalda de Louis y lo guió bruscamente por otro lado. —, en silencio; hablo en serio, no hagas el menor ruido, o te mato. —Louis abrió los ojos con miedo.

·⏲·⏲·⏲·

Paul dejó que se sentara en un sofá, mientras, literalmente, iba a su patio trasero a gritar alto, con coraje y frustración.

Louis quería correr.

—Tuve la primera idea buena en casi una década cuando llamaste a la puerta, pero se me olvidó, así que gracias. —explicó tranquilamente cuando regresó, sonriendo forzadamente.

Louis en serio quería correr.

·⏲·⏲·⏲·

—¿Cómo está tu papá? —Paul hizo conversación, o algo así, cuando comenzó con el tour por la residencia. Ahora subían las escaleras. —Siempre lo creí un tarado extraño. Hay algo muy raro en él.

even the shortest second... || (l.s.)Where stories live. Discover now