9. Los Styles.

·⏲·⏲·⏲·

—Oye —un mortificado Harry apareció en la pequeña cocina, exigiendo la atención de Louis; Louis quien estaba en ropa interior comiendo un pedazo frío de crepa que había encontrado. —, tengo malas noticias. —Louis se giró para mirarlo.

—¿Estás desahuciado? —Harry tuvo que sonreír.

—No, no tan malas.

—¡¿Estoy desahuciado?! —negó y se acercó a él para quitarle el viejo snack de las manos.

—No. Mis padres, están aquí, de viaje, y quieren venir. —explicó hablado demasiado rápido. Por como lo dijo, con esa expresión de preocupación, Louis le creyó totalmente que eran muy malas noticias.

—Ay Dios, ¿Tus padres? ¿Los norteamericanos? —¿Es que acaso tenía otros? Qué idiota era a veces. Harry sólo hizo un sonido de confirmación. —¿C-cuándo?

—Ahora. —Louis abrió de más los ojos. —Sí, me avisaron, y no te dije, y creí que cancelarían como acostumbran, pero no.

—¿Ahora, ahora?

Ahora, ahora. Ahora. —asintió frenético. —Así que mejor ponte un pantalón. —ambos miraron hacia los bóxers naranjas del ojiazul.

—Ay, es cierto. —asintió y corrió hacia la habitación. —Seguro, claro, claro.

—Corre. —Harry apresuró mientras recogía un poco la cocina.

Auch. —Louis golpeó su dedo meñique en el escalón.

—Perdón. —el rizado no quería presionarlo pero sus padres eran tan…

—¿S-sa- ¿Saben que existo? —quiso saber.

—Eh, . —Harry dudó. —Les mencioné algo como tú, pero nada muy específico. —vio salir a Louis con unos jeans negros demasiado ajustados. —Am, sí, son muy conservadores, mejor ponte otro pantalón. —Louis se le quedó viendo con impotencia.

Se deshizo de esos pantalones y corrió a buscar otros en el exacto momento en el que se escuchó el timbre del intercomunicador.

—Ay, síp. —le tembló la voz al rizado. —Em… Ay, okey… —intentaba mantener la calma.

—¿Po-podrías hacerlos esperar? ¿Por favor? —Louis salió de la habitación, batallando con su bragueta.

—Ay ¿Por qué?... Am… —Harry apretó los ojos y presionando el botón pidió: —Suban por favor. —Louis se puso pálido.

—¡¿Qué?!

—Lo siento, no les gusta esperar. —Harry siguió recogiendo lo más rápido que podía.

—Am, ¿Yo vivo aquí? —Louis aún no lograba terminar con su pantalón.

Ay por supuesto que no. —Harry negó al instante y Louis se hubiera ofendido por cómo lo había dicho pero entendía que en ese momento no estaba pensando más que en causarle una buena impresión a las difíciles personas que le dieron la vida.

—¿T-tenemos sexo?

—Ahh… Sí, pero oral no. —Harry aclaró y Louis tuvo que mirarlo.

—No iba a mencionar el oral.

—Excelente, no lo hagas. —el ojiazul rió.

—¿Por qué habríamos de hablar de ese tema? Me ayudas por favor. —se rindió con el cierre y Harry se acercó y se agachó para ayudarle.

—Ay no lo sé, si surgiera tú sólo niégalo por completo.

—¿Pero quién lo iba a mencionar? —dijo aún riendo. —¿Tu padre? —Harry rodó los ojos.

—Bueno, uno nunca sabe. ¿Ya? —se enderezó una vez que el cierre cedió. —¿Listo? —unos golpecitos en la puerta y Louis inhaló hondo.

—Sí. Ya están aquí. —susurró porque Harry sólo lo miraba sonriente.

—Sí. —más golpes. —Uh, ya llegaron. —dijo pero no dejó de verlo, ni se movió.

—Sí, la puerta. —Louis recordó.

—Sí, okey, abriré. —caminó con gracia hasta ella y abrió.

—Ay mi pequeño. —su padre sonrió al verlo.

—¡Papá! —Harry fingió demasiado entusiasmo y besó la mejilla del hombre. —Mamá… —abrazó y besó a la mujer.

—Hola, cariño. —su madre lo recibió amorosa.

—Oh, uhm, él es Louis. —Harry presentó con el corazón en la garganta.

—¿Q-qué tal, señores Styles? Es un placer. —Louis se acercó y les ofreció su diestra.

—Hola. —la mujer la estrechó pero no sonrió.

—¿Quieres que volvamos cuando no tengas visitas? —preguntó el padre cuando se soltaron. Harry levantó las cejas.

—Oh, pues, eso sería… Muy difícil, porque Louis de hecho vive aquí… —ambos señores se quedaron perplejos.

—¿En serio? ¿Vive contigo? —la madre corroboró.

—Sí… —Louis tragó. —Sí, pero no hay sexo oral, palabra de honor. —Harry dejó de sonreír al instante y como caricatura se giró en cámara lenta hacia él, con una expresión de “¿Qué demonios?”.

Es que el nerviosismo, la presión y Louis no eran amigos.

—¿Perdón, qué dijo? —su padre parpadeó.

Louis, con la cara muy roja, forzó una sonrisa.

—Disculpen, ahora vengo. —desapareció, en busca de un lugar obscuro.

Sí, qué idiota era a veces.

·⏲·⏲·⏲·

—Y, dinos, Louis, ¿De dónde eres? ¿De qué parte de Inglaterra? —George Styles quiso saber.

Ya se encontraban sentados comiendo en el pequeño comedor de Harry.

—Es de Cornwall. —Harry respondió antes de que Louis pudiera hacerlo. —Sí, es muy bonito. Es un- Ese pedacito justo al final que parece un zapato.

—Y, eres abogado, ¿Correcto? —su madre habló.

—Sí, sí, —el rizado interrumpió a Louis una vez más. —es correcto. Am, y no pierde nunca, Crees que no va a ganar y entonces se saca un haz de la manga y ¡Sorpresa! Vuelve a ganar. —sus padres veían a su hijo, no dando crédito a lo rápido que estaba hablando.

—¿Y alguna vez contestas las preguntas que se te hacen? —su madre bromeó. Todos menos el señor Styles rieron.

—Em, sí, claro, —Louis asintió, aclarando su garganta. —lo ha-

—Sí, —Harry otra vez. —lo hace, por lo general, pero hoy no lo hace porque sólo hablo yo porque estoy muy nervioso y yo- Es que lo amo mucho, y, quiero que ustedes… También lleguen a amarlo...

Ow, mi vida… —su madre se enterneció.

—Perdón. Louis, todos tuyos. —Louis miró a Harry para estar seguros. —Responde. —presionó.

—Eh, sí, creo mi padre-

—Oye ¿Puedo decir algo más?

Síp. —Louis asintió enseguida, tomando un poco de agua, ya bastante acostumbrado a su loco y adorable novio.

even the shortest second... || (l.s.)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant