La Heroína de la Escuela me Ama en Secreto [GL]

73

Capítulo 73.1 - Drama de vida o muerte (Parte 2-1)

"No esperabas esto, ¿verdad? Te has encontrado con la horma de tu zapato", dijo un hombre vestido con un atuendo militar negro, cogiendo un arma del suelo y apuntando a la cabeza de Wen Guangquan.

La expresión de Wen Guangquan cambió al agarrar el arma del hombre cuando el comandante no estaba prestando atención. En el caos, se produjeron dos disparos, ambos impactando en la pared. Wen Guangquan agarró con fuerza el cañón de la pistola, ajustando su dirección para evitar hacerse daño.

"Te has quedado sin balas", se mofó el comandante, usando el codo para golpear los huesos faciales de Wen Guangquan.

Wen Guangquan era resistente, no importaba cuántos golpes le lanzara el comandante, se negaba a soltarlo. Su rostro, antes digno, estaba ahora cubierto de magulladuras.

Cuando el puño del comandante estaba a punto de caer de nuevo, Wen Guangquan mordió con fuerza el brazo del hombre, como si desgarrara un trozo de carne, y le arrancó salvajemente un trozo de carne.

"¡Maldita sea, suéltalo!" El comandante gimió de dolor, intentando con más fuerza que Wen Guangquan soltara su agarre.

"Aunque muera, te llevaré conmigo", el rostro de Wen Guangquan mostró momentáneamente locura.

Había sido demasiado descuidado, nunca esperó que este hombre recurriera a tales tácticas, despreciando tantas vidas.

Parecía... que lo que Song Nanqiao decía era cierto; esta gente que no tenía nada que perder no se dejaba convencer fácilmente por el dinero. En este punto, todo lo que Wen Guangquan podía hacer era arrastrar al comandante con él.

Wen Guangquan se giró y agarró por el cuello al comandante, usando toda su fuerza para moverlo hacia la ventana.

Sintiendo la intención de Wen Guangquan, el comandante empezó a usar sus habilidades de combate con flexibilidad, tirando del cuerpo de Wen Guangquan, y los dos cayeron al suelo, luchando entre sí.

Aunque el comandante había recibido un extenso entrenamiento militar y tenía ventaja en el combate cuerpo a cuerpo, Wen Guangquan también estaba entrenado profesionalmente y demostró ser bastante tenaz. No podía ser sometido rápidamente.

"¡Muere ya!"

El comandante encontró una oportunidad, agarrando el cuello de Wen Guangquan, y con un movimiento de judo, hizo que Wen Guangquan perdiera el equilibrio. Con un enérgico giro de su brazo, consiguió dominar a Wen Guangquan y se hizo con la ventaja.

Mientras inmovilizaba a Wen Guangquan en el suelo, el comandante metió la mano en su bolsa lateral y sacó una daga oculta en la manga. Fingió que no llevaba armas y se abalanzó sobre Wen Guangquan.

Con la daga oculta en la manga, el comandante la clavó bruscamente y sin previo aviso en el abdomen de Wen Guangquan. Empezó a crear una gran herida retorciendo la daga.

"Deja de luchar. Puedo hacer que tu muerte sea menos dolorosa", se mofó el comandante.

"Incluso muerto, no te dejaré escapar", le miró con fiereza Wen Guangquan, cuyos ojos parecían los de un demonio.

El comandante movió un párpado y levantó el cuerpo de Wen Guangquan. Lo arrastró hacia la ventana y, ante la mirada desafiante de Wen Guangquan, lo empujó sin piedad.

...

"Hmph, tipo problemático. Cruzarse con los militares nunca es un buen final para un hombre de negocios", murmuró para sí el comandante mientras se limpiaba la sangre de las manos en la cortina. Quería abandonar este lugar y reagruparse con el resto de las tropas.