La Modista {Danganronpa x tu x Saiki k}

-05-

Venus, aún sumida en un estado de ligera conmoción por la súbita caída en una habitación desconocida y el saludo de una voz robótica, apenas tuvo tiempo de recobrar el aliento antes de ser escaneada por una luz verde que identificó su credencial caída al suelo. En un instante, dos brazos robóticos descendieron del techo, agarrándola con precisión. Los brazos la levantaron suavemente, suspendiéndola en el aire como si estuviera flotando en gravedad cero.

La habitación, con su apariencia estéril y tecnológica, parecía algo sacado de una película de ciencia ficción.

-Bien, según mis datos veré qué puedo hacer, ahora por favor relájese con este tratamiento de spa- Instruyó la voz robótica-

-No espera-

A pesar de la situación inusual, Venus sintió cómo su cuerpo comenzaba a relajarse, casi en contra de su voluntad, mientras los brazos la situaban horizontalmente.

Desde el techo, un conjunto de boquillas y pequeñas esponjas mecánicas comenzaron a trabajar sobre su cuerpo. Un chorro de agua tibia la envolvió, seguido de un jabón líquido suavemente perfumado que burbujeaba sobre su piel, limpiándola con una eficacia que ningún baño convencional podría igualar. Aceites esenciales se vaporizaron en el aire, llenando sus pulmones con fragancias calmantes que aliviaban el estrés y la tensión.

Justo cuando Venus empezaba a disfrutar del proceso, la voz robótica anunció:

-Perfecto, ahora por favor, estése quieta esto puede ser doloroso-

Antes de que pudiera reaccionar, unos moldes con la forma de un cuerpo femenino ideal se ajustaron alrededor de su figura. La presión fue intensa, casi como un abrazo demasiado firme, remodelando su silueta en una versión más estilizada y definida de sí misma. Aunque incómodo, el proceso fue rápido, y al retirarse los moldes, Venus notó de inmediato la diferencia en su cuerpo.

-Restaurando pelo-

Continuó la máquina. Un set de brazos robóticos equipados con sprays y tintes se aproximaron a su cabeza, aplicando un color rosa pastel claro a su cabello, que caía en ondas suaves hasta la mitad de su espalda. Dos mechones blancos en forma de arco se destacaban en el frente, añadiendo un contraste juguetón y moderno.

-Aplicando maquillaje-

Siguió la voz mientras dispositivos parecidos a pinceles de aire suavemente maquillaban su rostro, depositando la base, el rubor, la sombra de ojos y finalmente un labial rojo cereza que resaltaba sus labios de manera espectacular.

-Estilizando cabello-

Pronunció la máquina mientras unos brazos con rizadores térmicos trabajaban sobre sus ya ondulados cabellos, mejorando cada bucle para darle volumen y definición perfectos.

-Por favor, póngase esto-

Dijo la voz, y los brazos robóticos la vistieron con una blusa blanca de tela suave, una falda rosa pastel que complementaba su cabello, y una chaqueta elegante drapada sobre sus hombros.

Cuando Venus fue finalmente bajada al suelo y se acercó al espejo, el reflejo que la saludó fue el de una verdadera muñeca de porcelana. Su cabello, ahora perfectamente estilizado, enmarcaba un rostro maquillado con precisión exquisita.

La ropa quedaba a la perfección, enfatizaba su nueva figura esculpida y añadía un aire de sofisticación innegable. Venus se tocó suavemente el rostro, maravillada por la suavidad de su piel bajo el maquillaje perfectamente aplicado, y se arregló un mechón de cabello, sintiendo la textura sedosa de las ondas que caían sobre sus hombros.

Mirándose en el espejo de cuerpo entero que la máquina había amablemente orientado hacia ella, Venus apenas podía reconocer a la chica que era antes de entrar en esta sala futurista. Sus ojos, realzados con delicadas sombras en tonos pasteles y delineador sutil, parecían más grandes, más expresivos. Sus mejillas tenían el rubor perfecto de alguien emocionado por un nuevo comienzo, y sus labios rojo cereza le daban un aspecto vibrante y juvenil.

Su atuendo, meticulosamente seleccionado por la máquina, consistía en una blusa blanca de seda que caía con elegancia sobre su figura, complementada por una falda rosa pastel de corte A que le llegaba justo por encima de las rodillas, mostrando sus piernas esbeltas. La chaqueta, un complemento chic que descansaba sobre sus hombros, añadía un toque de autoridad y estilo. Un par de zapatos de tacón bajo en tono nude completaban el conjunto, brindándole una estatura elevada sin comprometer su comodidad.

La transformación no solo había cambiado su apariencia externa; algo en su interior también había dado un vuelco. A pesar de la forma abrupta y mecánica del proceso, se sentía renovada, como si las máquinas hubieran pulido no solo su exterior, sino también su alma. Era como si hubiera dejado atrás capas de dudas y inseguridades en esa camilla de dentista transformada en salón de belleza.

Mientras se contemplaba, los pensamientos sobre su nuevo comienzo en la Preparatoria Kibougamine se entrelazaban con la imagen reflejada en el espejo. Esta Venus era alguien que podía enfrentar desafíos, alguien que, a pesar de las adversidades pasadas, estaba lista para brillar con luz propia en este exclusivo entorno. Sentía una mezcla de nerviosismo y emoción por las clases que tomaría, los nuevos amigos que haría, y sobre todo, por las oportunidades de poner a prueba sus habilidades como diseñadora.

Después de unos momentos más admirando su reflejo, Venus finalmente se giró para salir de la habitación. Mientras la puerta se cerraba detrás de ella, un sentido de propósito firme se asentaba en su pecho. No solo estaba decidida a sobresalir académicamente, sino que también estaba dispuesta a explorar más profundamente quién era realmente, más allá de la imagen que la máquina había creado para ella. Este era su momento para definirse, no por las expectativas de otros o por las circunstancias fuera de su control, sino por sus propias decisiones, talentos y pasiones.

Con cada paso hacia su nueva vida, Venus sentía cómo la confianza crecía dentro de ella. Estaba lista para enfrentar Kibougamine, lista para demostrar que no solo pertenecía a este lugar de élite, sino que también tenía mucho que ofrecer. Y mientras caminaba hacia su primera clase, con cada taconeo resonando por los pasillos, sabía que esta era una nueva era para ella, una era de crecimiento, desafío y, sobre todo, de transformación personal.

-Se ve hermosa señorita Teruhashi- Dijo el director Kirigiri-

-Quiero que sepa que es un sociópata- Sonrió Venus-

-Bu-bueno la moda y la belleza van de la mano no-

-Por favor guieme hasta la residencia de estudiantes y haré como si nada de esto hubiera pasado-

-S-si-

Hola UwU

¿Les gustó?

Espero que sí

Gracias por leer

Bye bye