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La mañana en la residencia donde Venus y Hajime se encargaban de cuidar a Kotoko y Monaca comenzó con una tranquilidad que apenas disimulaba la actividad que pronto se desarrollaría

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La mañana en la residencia donde Venus y Hajime se encargaban de cuidar a Kotoko y Monaca comenzó con una tranquilidad que apenas disimulaba la actividad que pronto se desarrollaría. Venus, siempre meticulosa y considerada, se levantó con los primeros rayos del sol, dejando a Monaca dormir un poco más. Después de una ducha refrescante, se arregló con esmero, aplicando un maquillaje ligero que destacaba su belleza natural y eligiendo su uniforme con cuidado para el día que tenía por delante.

Una vez lista, Venus se dirigió a la cocina para empezar a preparar el desayuno. Mientras estaba concentrada en mezclar los ingredientes para unos pancakes que había planeado hacer, sintió de repente unos brazos envolviendo su cintura desde atrás. Un cálido beso en la mejilla le confirmó que Hajime ya estaba despierto y que había decidido unirse a ella en la cocina.

-Buenos días- Susurró él, su voz suave y reconfortante-

-Buenos días- Respondió Venus, girándose para devolverle el beso- Estoy preparando el desayuno-

-Puedo ver eso, y huele maravilloso. ¿Te ayudo con algo?-Hajime miró alrededor, buscando cómo ser útil.

-Sí, ¿podrías empezar a preparar los almuerzos para las niñas? Quiero que tengan algo nutritivo y delicioso para la escuela- Propuso Venus, mientras volvía a su tarea de cocinar pancakes-

Hajime asintió y se puso manos a la obra, cortando frutas y preparando sándwiches que no solo fueran saludables sino también apetecibles para las jóvenes paladares de Kotoko y Monaca.

Mientras Hajime se ocupaba de los almuerzos, Venus terminó de preparar el desayuno: pancakes esponjosos, huevos revueltos y una selección de frutas frescas. Con todo listo, se dirigió a despertar a las niñas, cuya habitación compartía un silencio que pronto sería reemplazado por la energía de un nuevo día.

- Monaca, es hora de despertarse- Dijo Venus suavemente, abriendo las cortinas para dejar entrar la luz del día- El desayuno está listo-

-Hmmm no yo quiero dormir mas- Monaca cambio de postura-

-Venga que de desayuno hay pancakes y si tú no estás...Tal vez Kotoko se los vaya a comer-

-¡Estoy despierta!-

Las niñas, aunque un poco somnolientas al principio, pronto se animaron al mencionar el desayuno. Se levantaron y se dirigieron al baño para lavarse y prepararse para el día, mientras Venus regresaba a la cocina para servir los platos que había preparado.

El desayuno se desarrolló en un ambiente alegre y lleno de charlas sobre los planes para el día y las actividades escolares de las niñas. Hajime y Venus, trabajando juntos como un equipo, mostraron no solo su capacidad para cuidar a Kotoko y Monaca, sino también su capacidad de trabajar en equipo.

-Oye hermana mayor- Dijo Kotoko- ¿Ahora somos una familia verdad?-

-¿Uh?-

-Pues si, tú eres la mamá- Dijo Kotoko- Y tú eres el novio del al que esperamos que deje para que busque a uno mejor- Señaló a Hajime-

-¡Hey!- Se quejó Hajime-

-Jajaja oh no el es el mejor- Dijo Venus- Yo antes estuve en una relación complicada, pero nada, venga es hora de que se cambien y se laven los dientes que tenemos clases a las que ir-

-¡Oki!-

-Ok-

Esa mañana, la rutina de Venus y Hajime estaba meticulosamente coordinada, no solo para manejar sus propias obligaciones sino también para asegurarse de que Kotoko y Monaca comenzaran su día escolar de manera positiva y organizada. Después de un desayuno animado y nutritivo, revisaron que las mochilas de las niñas estuvieran bien equipadas con todos los útiles escolares necesarios y los almuerzos que Hajime había preparado con esmero.

Salieron de la casa con suficiente tiempo para disfrutar de un paseo tranquilo hacia la escuela. Las calles estaban llenas de la energía matutina típica de un día de semana, con otros estudiantes y trabajadores apresurándose hacia sus destinos. Venus y Hajime, cada uno con una niña de la mano, compartían risas y conversaciones ligeras, haciendo el camino más entretenido y menos rutinario.

Al llegar a la escuela de Kotoko y Monaca, se detuvieron un momento frente a la entrada. Venus se agachó para estar a la altura de las niñas, asegurándose de que se sintieran seguras y recordándoles que tendrían un gran día.

-Recuerden que estamos aquí para cualquier cosa que necesiten, ¿de acuerdo? - Dijo Venus con una sonrisa cálida-

-¡Sí, Venus!- Respondieron ambas niñas, ahora completamente despiertas y emocionadas por el día que tenían por delante-

-Que se diviertan y aprendan mucho - Añadió Hajime, dando a cada niña un high-five que las hizo reír- ¿Que pasa?

-Eres un anticuado-

Después de asegurarse de que Kotoko y Monaca entraran sin problemas a la escuela, Venus y Hajime continuaron su camino hacia la Academia Kibougamine, donde ambos estudiaban. El trayecto les dio tiempo para hablar sobre sus propios planes y proyectos para el día, intercambiando ideas y apoyándose mutuamente en sus respectivos desafíos académicos y creativos.

Al llegar a la entrada de Kibougamine, sabían que era hora de separarse para dirigirse a sus clases. Hajime miró a Venus, su afecto por ella claro en sus ojos, y la atrajo suavemente hacia él para un beso de despedida, tierno pero lleno de promesas para el resto del día.

-Nos vemos más tarde, ¿de acuerdo? - Dijo, con una sonrisa que Venus correspondió con igual dulzura-

-Definitivamente. Ten un buen día, Hajime- Respondió ella, tocando su mano brevemente antes de separarse-

Con ese dulce adiós, cada uno se dirigió a sus respectivas aulas, llevándose consigo el confort de saber que, no importaba lo ocupados que fueran sus horarios, siempre encontrarían maneras de hacer que cada momento juntos contara.

La mañana había comenzado con el caos organizado de cuidar a Kotoko y Monaca, pero en esos breves instantes de despedida, Venus y Hajime recordaron la sencilla alegría de su conexión, una fuerza que los mantenía unidos a través de todas las demandas de su vida diaria.

La mañana había comenzado con el caos organizado de cuidar a Kotoko y Monaca, pero en esos breves instantes de despedida, Venus y Hajime recordaron la sencilla alegría de su conexión, una fuerza que los mantenía unidos a través de todas las demand...

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La Modista {Danganronpa x tu x Saiki k}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora