Advertencia: En este mundo nunca paso el desastre de la desesperación, es decir que Junko nunca existió pero si existió la clase 77 y el proyecto de cultivación de la esperanza que aquí...No salio tan bien.
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Venus entró en el taller de costura de Divus Crewell con una mezcla de anticipación y admiración. Desde el momento en que cruzó el umbral, se sintió abrumada por la actividad frenética y la creatividad palpable que llenaba el aire. A su alrededor, un enjambre de artesanos y diseñadores trabajaban con una precisión y dedicación que ella solo había soñado presenciar de cerca.
El taller era un vasto espacio, inteligentemente iluminado, donde cada rincón estaba optimizado para la creación de moda. Grandes mesas de corte dominaban una sección, repletas de telas exquisitas en un arco iris de colores y texturas. Maniquíes alineados mostraban diversas etapas de ensamblaje de prendas, desde esbozos iniciales hasta piezas casi completas, revelando el proceso gradual de la visión creativa convirtiéndose en realidad tangible.
Crewell guió a Venus a través del taller, presentándole a su equipo de artesanos, cada uno especializado en diferentes aspectos de la confección de moda. Había expertos en bordado, maestros de la costura, innovadores de textiles y jóvenes aprendices cuyos ojos brillaban con el mismo fervor que los de Venus. La pasión de cada artesano era evidente en su meticuloso enfoque y en la precisión de su trabajo.
-Estos son los corazones y las manos detrás de cada pieza que diseñamos- Explicaba Crewell con un orgullo palpable-Cada puntada, cada corte y cada pliegue es una testimonio de su habilidad y dedicación-
Venus observaba fascinada cómo un artesano trabajaba detenidamente en un intrincado bordado de flores, sus dedos moviéndose con una agilidad que solo podía venir de años de práctica y experiencia. Otro, más adelante, expertamente cortaba tela con tijeras que parecían una extensión de su propia mano, cada línea y curva ejecutada con precisión quirúrgica.
La energía del lugar era contagiosa. Venus sentía cómo su inspiración crecía, alimentada por el ambiente de creatividad sin límites que la rodeaba. Era un microcosmos donde el arte y la artesanía se fusionaban perfectamente, y cada persona contribuía con una pieza esencial al mosaico de la moda que Crewell había imaginado.
-Es increíble ver cómo cada persona aquí aporta algo único al proceso- Comentó Venus, genuinamente impresionada-Es como si cada hilo y cada tela tuvieran su propia historia antes de convertirse en parte de algo mayor-
Crewell asintió, satisfecho con su reacción.
-Exactamente, Venus. Aquí, creemos que la moda no es solo ropa; es arte, es expresión, es un mensaje que comunicamos al mundo. Y cada persona en este taller es un narrador en ese relato-
Mientras Venus y el señor Crewell caminaban entre las estaciones de trabajo del taller, observando a los artesanos en su meticuloso labor, Crewell se detuvo y se giró hacia Venus con una sonrisa traviesa y un brillo desafiante en sus ojos.
-Cachorrita, has visto el talento y la dedicación de mi equipo, y puedo ver que estás impresionada. Pero, ¿qué te parece si te pongo a prueba?- Propuso Crewell, observándola con interés-
Venus, aunque sorprendida, sintió una ola de emoción ante el desafío. Su corazón latió más fuerte, impulsada por la adrenalina del momento.
-¿A qué tipo de prueba se refiere, señor Crewell? - Preguntó, su curiosidad picada-
-Te desafío a diseñar y confeccionar un vestido aquí mismo, en tres horas. Quiero ver cómo aplicas lo que has absorbido hoy, bajo la presión del tiempo y con los recursos de nuestro taller a tu disposición- Crewell cruzó los brazos, su expresión seria pero amable-
Venus sonrió, su espíritu competitivo encendido por el reto. La idea de demostrar su habilidad y creatividad en un entorno tan estimulante era precisamente el tipo de desafío que le encantaba.
-Acepto su desafío, señor Crewell. Será una excelente oportunidad para medir mi creatividad y eficiencia- Respondió con confianza, sus ojos brillando con determinación-
-Excelente, entonces comencemos.- Crewell hizo un gesto hacia un área del taller donde ya había varios rollos de tela esperando-
Venus se dirigió rápidamente hacia la mesa de cortes, seleccionando cuidadosamente los materiales que usaría. Optó por una seda ligera y un encaje delicado, materiales que sabía que podía manejar con rapidez y eficacia. Comenzó a trazar el patrón en su mente, visualizando un diseño elegante pero sencillo que podría completar dentro del tiempo limitado.
Mientras trabajaba, Crewell observaba, impresionado por su rapidez y la seguridad con que Venus manejaba cada herramienta y material. Los artesanos del taller también se dieron cuenta del desafío y algunos se acercaron para ofrecer su ayuda o simplemente para verla trabajar, susurrando palabras de aliento y admiración.
Con cada minuto que pasaba, Venus se sumergía más en su elemento, cortando, cosiendo y ajustando con una precisión que reflejaba tanto su entrenamiento como su pasión por el diseño. A medida que el vestido tomaba forma, su confianza crecía, alimentada por la energía creativa del taller y el apoyo de quienes la rodeaban.
Finalmente, con solo minutos restantes, Venus completó el último retoque en el vestido. Al dar un paso atrás para observar su trabajo, sintió una mezcla de alivio y orgullo. El vestido era la encarnación de su estilo: elegante, moderno y exquisitamente confeccionado.
-He terminado, señor Crewell- Anunció, invitándolo a inspeccionar su obra-
Crewell se acercó, examinando el vestido con un ojo crítico pero claramente impresionado.
-Venus, has superado mis expectativas. Este vestido no solo es hermoso, sino que también demuestra tu habilidad para trabajar bajo presión y tu innato talento para el diseño. Felicitaciones-
Venus sonrió, agradecida y emocionada. El reto no solo había sido una prueba de sus habilidades sino también una afirmación de su pasión por la moda.
-Gracias, señor Crewell. Este desafío ha sido una experiencia increíblemente enriquecedora para mí- Dijo, su corazón aún latiendo con la emoción del logro-
El taller estalló en aplausos, celebrando el éxito de Venus, un momento que reafirmó su lugar no solo en Kibougamine sino también en el mundo más amplio de la moda.
-Aunque claro no podía esperar menos de mi propia hija, parece que el talento también puede ser hereditario-
-¿Que? ¿Qu-que acaba de decir?-
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Hola UwU
¿Les gustó?
Espero que sí
Ya se que tienen ganas de saber que está pasando con Saiki y Teruhashi pero denle un poco más de tiempo
