La Modista {Danganronpa x tu x Saiki k}

-19-

-Eso es Venus, con tranquilidad, la mirada siempre al frente y-

-¡Ah!-

Venus se encontraba en medio de una tarea completamente ajena a su habitual rutina de diseño y costura. Inspirada por las palabras del director Kirigiri, quien había elogiado su talento pero también la había instado a pulir su presencia y elegancia personal, Venus había decidido tomar lecciones sobre cómo caminar con tacones altos. La idea era que, para ser una diseñadora de moda exitosa, no solo debía crear la moda sino también personificarla. Y para eso, quién mejor que Sonia Nevermind, la princesa definitiva, conocida por su gracia y porte inigualables.

Sin embargo, la realidad de la situación era bastante distinta a la teoría. Venus, a quien rara vez se le veía en tacones, luchaba visiblemente con el equilibrio y la postura. Cada intento de caminar de manera fluida y elegante terminaba con ella tambaleándose y, en esta última ocasión, cayendo al suelo en un desorden de libros y papeles.

Tsumugi, siempre dispuesta a ayudar, se apresuró a socorrer a Venus, ofreciéndole una mano amiga para levantarse. Aunque preocupada, no pudo contener una pequeña risa ante la situación.

-Vamos, Venus, puedes hacerlo. Solo es cuestión de práctica- Dijo Tsumugi, tratando de inyectar algo de ánimo en su amiga-

-Gracias, Tsumugi- Respondió Venus, aceptando la ayuda y poniéndose de pie una vez más- Me siento como un pato mareado con estos zapatos-

-Es normal al principio- Respondió Sonia, acercándose con una sonrisa tranquilizadora-La elegancia y la gracia con tacones altos requieren práctica y paciencia. Recuerda, Venus, la postura es clave. Imagina que hay una cuerda que te jala hacia arriba desde la parte superior de tu cabeza-

Venus asintió, tomando un momento para alinear su cuerpo según las instrucciones de Sonia. Respiró hondo, buscando encontrar ese centro de equilibrio que Sonia describía con tanta facilidad.

Así pasó toda la mañana, practicando, hasta la noche una vez ya estaba en su departamento.

Venus se encontraba en su habitación, enfocada en perfeccionar su caminar con tacones. Había estado practicando incansablemente desde que volvió de su sesión con Sonia, decidida a dominar la elegancia y la gracia que su profesión demandaba. Cada paso era un desafío, un acto de equilibrio que requería no solo concentración sino también una gran dosis de paciencia.

Mientras se movía cuidadosamente de un lado a otro de la habitación, la puerta se abrió repentinamente. Sobresaltada, Venus perdió su ya frágil equilibrio y, por instinto, cerró los ojos, preparándose para el impacto inminente de su caída. Sin embargo, en lugar de encontrarse con el duro suelo, sintió unos brazos fuertes rodear su cintura, estabilizándola firmemente.

-¿Es-estás bien?- Preguntó una voz familiar y preocupada-

Al abrir los ojos, Venus se encontró con la mirada de Hajime, quien la sostenía cuidadosamente, asegurándose de que no cayera.

-Oh, Hajime... s-si, gracias- Respondió ella, su corazón aún latiendo aceleradamente por la sorpresa y el casi accidente. Se sintió un poco avergonzada, consciente de su falta de gracia en ese momento+

Hajime la ayudó a estabilizarse completamente antes de soltarla suavemente.

-Parece que estabas practicando bastante. ¿Todo está bien con los tacones?- Preguntó él, observando los zapatos que había sido el foco de tantos problemas-

-Sí, solo estoy tratando de acostumbrarme a ellos. Sonia me está enseñando a caminar de forma más elegante, pero definitivamente es más difícil de lo que pensé - Explicó Venus, ofreciendo una sonrisa tímida- Pero el director Kirigiri me aconsejo que fuera más femenina, no tengo problema pero me cuesta mucho ser muy femenina por qué nunca he tenido la oportunidad de serlo -

-Es un buen comienzo- Comentó Hajime, sonriendo alentadoramente- ¿Te gustaría que te ayude? Podemos practicar juntos si quieres. Podría asegurarme de que no te caigas mientras te acostumbras-

Venus consideró la oferta por un momento. La idea de tener a Hajime como apoyo mientras practicaba era reconfortante, no solo por la seguridad física sino también por la moral. Su presencia tenía un efecto tranquilizador en ella, y sabía que cualquier ayuda adicional sería beneficiosa.

-Eso sería genial, gracias, Hajime. Realmente aprecio tu ayuda - Aceptó Venus, agradecida-

Ambos se posicionaron en un extremo de la habitación, y Venus comenzó a caminar de nuevo, esta vez con Hajime a su lado, listo para brindar apoyo si era necesario. Con cada paso, su confianza crecía un poco, fortalecida por la presencia de su amigo. La práctica se convirtió en una actividad más agradable y menos intimidante.

A medida que la noche avanzaba, Venus notó una mejora en su caminar. Aunque todavía le quedaba camino por recorrer, la ayuda de Hajime había hecho una diferencia significativa. No solo en su habilidad para manejar los tacones, sino también en su estado de ánimo general.

-Muchas gracias Hajime no se cómo voy a poder recompensarte con todo lo que siempre está haciendo por mi- Sonrió Venus en el salón-

-No es nada- Hajime sonrió- Aunque tal vez lo que más te falta es confiar en ti-

-Lo se- Venus sonrió tristemente- No puedo evitarlo lo siento-

-Tal vez lo que necesitas es verte más- Dijo Hajime- Digo ¿Cuanta ropa tienes en tu armario?-

-Pues...Lo justo- Dijo Venus-

-No creo que la modista definitiva con las obras de arte que crea use solo lo necesario cuando disfruta tanto de crear prendas- Hajime tenía cierta razón- ¿Que te parece si mañana vamos al distrito comercial y nos vamos de compras?-

-E-esta bien- Aceptó Venus- Espero que eso me ayude-

-Lo hará créeme-

Hola UwU

¿Les gustó?

Espero que sí

Gracias por leer

Bye bye