La Modista {Danganronpa x tu x Saiki k}

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-¡Ofu! ¡A Teruhashi Kokomi le crecieron los pechos!-

-¡Ofu!-

-Basta chicos, chicos y-yo solo fui a cuidar de mi abuelita enferma al pueblo, seguro que no es para tanto- Dijo Teruhashi tímidamente con una sonrisa de oreja a oreja- Ella a mejorado mucho de salud-

-¿Como no va a mejorar si tiene a la mejor enfermera? ¡Ofu!-

En los pasillos de la P.K. Academy, el murmullo constante de los estudiantes rara vez disminuía, pero hoy parecía particularmente ensordecedor, especialmente para Saiki Kusuo.

-"Yare yare"-

Aunque generalmente desinteresado en los dramas cotidianos de la escuela, no pudo evitar notar el aumento de atención hacia Kokomi Teruhashi, su novia, quien caminaba por el corredor con una confianza recién adquirida.

Saiki, siempre perceptivo, notó algo diferente en Kokomi, algo más allá de su usual aura impecable. Recientemente, había cambiado de manera sutil pero significativa, y aunque la mayoría de los chicos simplemente la admiraban más abiertamente que antes, para Saiki, el cambio era un signo de algo más profundo y perturbador. Kokomi había optado por ponerse implantes de pecho, una decisión que, sabía Saiki, estaba alimentada por su constante necesidad de atención y, más preocupantemente, por su creciente inseguridad provocada por la amistad de Saiki con Aiura Mikoto.

Mikoto, conocida en la escuela no solo por su personalidad extrovertida sino también por su físico llamativo, había sido siempre amable con Saiki, tratándolo como a un amigo cercano. Esto, aparentemente, había encendido un fuego de celos en Kokomi, quien veía en cada interacción una amenaza a su relación con Saiki.

Saiki gruñó suavemente, más por frustración con la situación que por otra cosa. No le molestaba que Kokomi recibiera atención; de hecho, era algo a lo que ya se había acostumbrado dado su carácter y belleza natura la conocía demasiado bien l. Sin embargo, lo que realmente le irritaba era cómo Kokomi había manipulado su apariencia de manera tan drástica solo para superar a Mikoto en una batalla superficial por la atención, una batalla que, en su opinión, no valía la pena luchar.

Y lo peor es que estaba mintiendo sobre su ausencia diciéndole a todos que su abuela había estado enferma y que había ido al pueblo para curarla.

Saiki no sabía que Teruhashi podía hablar con los muertos puesto que el bien sabía que su abuela llevaba desde que ella tenía 12 años muerta.

El no quería más problemas así que simplemente siguió fingiendo ser el novio "perfecto" y le siguió el rollo de que la dieta de los pueblos era mucho más sana y productiva que la de las ciudades y que tal vez eso había generado el cambio.

Saiki Kusuo ya estaba cansado de luchar por alguien que no merecía la pena.

Kokomi Teruhashi, aún en una nube de satisfacción después de un día en el que sintió que tenía toda la atención de Saiki, su novio, regresó a su casa con un ánimo notablemente elevado. Su paso ligero reflejaba la seguridad que había recobrado, convencida de que había logrado consolidar su relación a un nivel donde ninguna otra chica, ni siquiera Aiura Mikoto, podría interponerse.

Sin embargo, al abrir la puerta de su hogar, la escena que encontró borró de inmediato su buen humor. Su madre yacía cerca del suelo en el vestíbulo, apoyada contra la pared con una expresión de angustia, mientras su hermano estaba a su lado, pareciendo igualmente consternado. Kokomi, olvidando por completo su reciente triunfo personal, corrió hacia ellos con preocupación.

-¡Mamá! ¿Qué pasa? ¿Estás bien?- Preguntó Kokomi, arrodillándose a su lado para ofrecerle apoyo-

Su madre levantó la vista, los ojos llenos de lágrimas y preocupación, una imagen que golpeó el corazón de Kokomi con una oleada de temor.

-Nos han demandado, Kokomi- Dijo su madre con voz temblorosa- A tu hermano y a mí. Es... es por tu hermana-

Kokomi sintió que el suelo se movía bajo ella. ¿Como que esa rata los había demandado? ¿Ahora era delito darle comida y techo a una bastarda como ella-

-¿Pero por qué? ¿Qué ha pasado exactamente?- Preguntó, intentando comprender la magnitud de la situación.-

Su hermano, que hasta entonces había permanecido en silencio, intervino con un suspiro pesado.

-Segun está nota del juzgado la hemos maltratado, YO la he violado ¿Te lo puedes creer Kokomi? Está niña está loca y un montón de cosas- Dijo Makoto-

La noticia cayó como un balde de agua fría para Kokomi. La realidad de su situación familiar la golpeó de lleno, recordándole que más allá de las pequeñas victorias en su vida social y amorosa, había problemas más grandes y graves que no podía ignorar.

-¿Qu-qué vamos a hacer?- Preguntó, su voz apenas un susurro, mientras abrazaba a su madre en un intento de ofrecer algo de consuelo-

-Vamos a luchar, por supuesto, esa maldita mocosa desagradecida debe de entender que no es intocable ahora que es una estudiante define- Respondió su madre, intentando infundir algo de firmeza en su voz- Contrataremos a un abogado el mejor de todos y haremos que la saquen de la academia-

Kokomi asintió, sintiendo el peso de la responsabilidad caer sobre sus hombros. A pesar de la sensación de victoria que había experimentado más temprano, se dio cuenta de que los próximos días estarían llenos de desafíos y que necesitaría toda la fortaleza y el apoyo posibles para ayudar a su familia a navegar por esta tormenta.

Mientras ayudaba a su madre a levantarse y asegurarse de que estuviera cómoda, Kokomi sabía que la celebración que había anticipado para esa noche tendría que esperar. Ahora más que nunca, su familia necesitaba unirse y enfrentar juntos los desafíos que se avecinaban.

-¡Policía!-

Oh tal vez todo sería más...Turbulento

Hola UwU

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