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En el espacioso y bien equipado laboratorio de costura de Kibougamine, Venus se encontraba profundamente concentrada en su trabajo

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En el espacioso y bien equipado laboratorio de costura de Kibougamine, Venus se encontraba profundamente concentrada en su trabajo. La tela dorada y negra que había seleccionado días atrás ahora comenzaba a tomar la forma del vestido que había visualizado, cada costura y cada detalle meticulosamente ejecutado bajo su experta mano. Sin embargo, no estaba sola en el taller; Tsumugi, la cosplayer definitiva de la academia, trabajaba a su lado.

A pesar de que ambas compartían una pasión por la creación de prendas, sus enfoques y fines eran notablemente diferentes. Venus, con su enfoque en la alta costura, perseguía la perfección en cada prenda y contorno de sus creaciones. Para ella, cada pieza era un arte que requería precisión y dedicación absoluta. Observaba su vestido en desarrollo, asegurándose de que cada elemento estuviera justamente como lo había planeado, desde el ajuste hasta la caída de la tela.

Tsumugi, por otro lado, tenía un enfoque más práctico y flexible, acorde con las necesidades del cosplay. Mientras trabajaba en su propio proyecto, un traje basado en un personaje de anime popular, ella no dudaría en emplear métodos más rápidos y menos tradicionales. Si algo no se ajustaba exactamente o si necesitaba replicar un detalle específico del traje original, Tsumugi recurría a soluciones creativas como usar silicona para añadir volumen o textura, o incluso materiales completamente ajenos a la costura tradicional para lograr el efecto deseado.

Para Venus, que había sido entrenada en las técnicas clásicas de la costura y que valoraba la integridad de los materiales y el proceso artesanal, algunos de los métodos de Tsumugi eran casi sacudidores. Aunque respetaba el talento y la creatividad de Tsumugi, no podía evitar sentir un ligero horror cada vez que veía cómo se manipulaban los materiales de maneras que ella consideraba casi herejes.

-Oye ¿Y como pasó todo?- Pregunto Tsumugi de repente-

-¿Disculpa?- Venus pregunto-

-¿Cuando te diste cuenta de que era esto a lo que querías dedicarte?- Pregunto Tsumugi-

-Oh te refieres a cuando comencé a coser ¿Verdad?- Tsumugi asintió- Bueno mi abuela era sastre y pasaba todos los veranos en su casa cuando mi madre se iba de viaje con mis hermanos-

-¿Tu madre te dejaba con tus abuelos mientras se llevaba a tus hermanos de viajes? ¿Por qué?- Pregunto Tsumugi-

-¿Quieres que te responda una cosa y la otra? No puedo hacer más de dos cosas a la vez- Dijo Venus mientras cosía los apliques de bordado a mano- Tsk mierda otra aguja más a la basura, estos bordados son terribles-

-Creo que los pediste a hacer muy gruesos- Dijo Tsumugi-

-A lo que iba, mi abuela al verme siempre triste y aburrida decidió enseñarme a coser ya que así podría vestir a mis muñecas y eso- Explicó Venus- Ella siempre dijo que mi talento era innato y que sí me esforzaba mucho podría ir muy lejos-

-Bueno estás aquí así que razón no le faltaba a tu abuela- Dijo Tsumugi- No llevas ni un mes aquí y ya has hecho dos increíbles vestidos, no deberían de quedarse aquí agarrando polvo-

La Modista {Danganronpa x tu x Saiki k}Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt