Capítulo 22

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- ¿Estás segura de que tu vida no es una de esas telenovelas de cien episodios? – Amy lamía su helado gustosamente mientras hacía la pregunta, Juliana acababa de ponerla al tanto de todo lo sucedido, obviando algunos detalles que consideraba muy delicados claro está.

- En serio ¿esa es tu respuesta a todo lo que te acabo de decir? – no está de más decir que la morena esperaba un análisis más profundo por parte de su amiga y confidente o al menos un poco más de empatía, ya hasta le dieron ganas de arrebatarle su cono de helado de vainilla.

- Umm según entiendo ojitos le hizo algo a Bianca y está intentó vengarse poniendo veneno en su bebida...

- ¡No fue veneno, tonta! Val ya no estaría entre nosotras si fuera así – la sola idea la hizo temblar un poco.

- Oh sorry, sorry es que no sé la palabra para lo otro...el caso es que Bianca y tú hablaron y Val y tú hablaron...

- Ajá, ajá

- Pero Bianca y ojitos aún no han hablado...

Juliana se encogió de hombros a modo de respuesta, hasta donde sabía esas dos no habían intercambiado palabra alguna desde que ambas dejaron su casa después de tragarse el sermón de Lupe sobre los excesos del alcohol y desde entonces habían pasado cinco días, ah y Valentina había sido castigada de todas formas por más que le explicó a su hermana que no ingirió nada a propósito. Eva le había contrarrestado con un "¿Y entonces como terminaste así? ¿Quién fue?" la castaña habiendo ya optado por perdonarle la falta a su amiga ¿o ex amiga? no dijo nada, por más que Eva sospechara fuertemente sobre la muchacha de cabellos oscuros no tenía pruebas reales para acusarla con sus padres. Lo cual conllevo a que su novia esté en encierro toda la semana desde entonces y sin aparatos electrónicos para poder comunicarse, de las clases a casa sin peros. Juliana casi se había querido reír del castigo muy de niña de secundaria que le impusieron, casi, sino fuera porque desde entonces estaban incomunicadas.

- Eso ya está fuera de mi control, la verdad espero que puedan hablar, pero lo mejor es no forzar las cosas.

- So...we don't hate Bianca (entonces...no odiamos a Bianca)

- Ummm no we don't (no, no lo hacemos)

- But we don't like Bianca either (pero tampoco nos gusta Bianca)

- Let's say we are neutral about Bianca...for now (digamos que somos neutrales sobre Bianca...por ahora)

Amy terminó su cono con gusto y se limpió con su servilleta luego apuntó al tacho de basura más cercano donde sorprendentemente cayó con elegancia. Volteó a ver a su amiga con emoción en sus ojos tras lograr tal hazaña.

- ¡¿Viste eso?!

- ¡Lo vi, fue genial!

Después de esos días de tensión el poder estar sentada tonteando con su amiga se sentía casi como una bendición, obviamente extrañaba mucho a Val, pero tenía fe en que le levantarían el castigo pronto y podrían verse de nuevo. Mientras tanto disfrutaría de la paz que esta tarde sentada en el campus de la universidad le otorgaba.

- Oye, Juliana.

Lamentablemente nada dura para siempre, sobre todo los momentos pacíficos en su vida al parecer. Si existía una voz que Juliana odiaba, aparte de la de su progenitor, era la voz de niño engreído de Lucho Valencia. Quien ahora la miraba sentada en el césped, su imponente altura elevándose sobre ella. Con todo lo que venía pasando estos meses Juliana estuvo a punto de olvidarse de su existencia, lástima que no lograra su cometido.

- Umm... ¿sí? - ¿Qué mas se supone que dijera?

- ¿Sabes dónde está Vale? No la he podido ubicar y tenemos un trabajo grupal juntos.

El corazón roto de Juliana ValdésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora