Cinco.

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–Gordon, no puedo creer-

–Por favor.

–Me has decepcionado, Michael.

El asesino escucho un suspiro sobre la línea y pensó en cortarle la llamada, de igual manera solo quedaban 12 segundos.

–Estoy allá en 50 minutos.

El asesino le agradeció antes de colgar y corrió a esconderse entre los arbustos espesos que estaban al lado de la carretera.

Solo necesitaba dinero, y un poco de comida, luego se marcharía directo de Londres, talvez por agua o por tierra.

La voz de su tío se escuchaba cansada y por un momento sintió molestia de él mismo por llamarlo.

Pero necesitaba tanto volver a verlo, necesitaba tanto volver a tocarlo y volver a sentir. Sentir su dulce piel bajo la presión de sus labios, quería volver a escucharlo pronunciar su nombre y esa sensación de matarse cada vez que veía su rostro sonrojado.

Quería tanto escuchar su risa con ese sonido encantador y volver a ver sus ojos para ya no sentirse vacío ni solo. El asesino solo quería volver a sentirse completo.

Quería encontrarlo como esa vez, rapeando unas de las cuantas canciones de un chico blanco, con una gorra que le tapaba los ojos y asustando a Molly.

Se sentía tan nervioso por volverlo a ver, pero lo deseaba tanto. Que era como una guerra y una alianza.

Se sentía tan cansado que sus párpados estaban cayendo de a pocos, dando sus últimas fuerzas.

No supo exactamente si se quedó dormido o si solo estaba muy cansado para poder recordarlo, sus músculos empezaban a doler y sus piernas temblaban con unos severos calambres.

El sonido de un claxon rezumbaba y rezumbaba a lo lejos y a lo cerca.

El asesino hizo su último esfuerzo de pararse y encontró la camioneta gris que su tío tenía.

Su tío ni siquiera se movió, simplemente le dio una señal y el asesino subió en la parte trasera de la camioneta, se sentía tan idiota, tan inútil en ese momento.

Y su cuerpo ya no pudo para más.

–Te están buscando, todo el país está en alerta por tu fuga ¿Qué piensas hacer? ¿Estar aquí por siempre? Vendrán hacia aquí, Gordon.

No duró ni unos segundos para que el asesino se despertara por completo, su tío de repente lo atacó. Lo comprendía, tenía miedo de ser un cómplice. Pero él no estaría más tiempo.

–Sólo, tío. Un favor más.

–Gordon, yo no cre-

–Por favor, y te lo juro que no volverás de ver-

–No es eso, Michael.

–Entonces.

–¿Por qué lo has hecho? Eres un asesino, un criminal. Y eres consciente de las horribles cosas que has hecho ¿Por qué carajo has escapado?

La cara del asesino se invadió de vergüenza, todo lo que su tío estaba diciendo era verdad, por pasar unos simples años en la cárcel no lo iban a ser cambiar, eso era lo que él era. Un asesino.

Parpadeó pesado, asimilando sus palabras. Y solo asintió mientras se sentaba de a pocos. Sabía que ya no tenía tiempo, su tiempo se estaba terminando, ahí y ahora.

–Eres la única persona a la que pude ir.

El asesino no quería levantar la vista, sabía que su tío probablemente estaría llorando y mirándolo fijamente.

–Dime cuál es tu último favor.

–Sólo dinero, y me podrías dar el número de Josep. Solo eso, tío. Por favor.

–Oh, Michael ¿Y qué harás?

–Iré a Londres.

Su tío tenía dinero, su tío le daría ese dinero que literalmente le era suyo, era el dinero de una de sus casas, no le explicó exactamente qué casa él había vendido, pero solo esperaba que no fuera la del campo. Tenía muy buenos recuerdos en esa casa.

Eran las tres de la tarde y podía percibir los nervios a flor de piel de su tío, el sonido molesto del taco de sus zapatos chocando con el suelo, era el principal. Lo analizó por un momento y luego terminó de comer.

–Me tengo que ir.

–Es lo mejor, Gordon.

Su tío le había dado un abrazo y el asesino lo sintió frío. 

Solo se quedó solo mientras su tío salió-encargándole un par de cosas- y se puso a hacer una lista de notas que tendría que hacer para seguir libre.

Incluso el asesino lo veía injusto, claro que lo era, era un maldito y sucio asesino-enamorado- que no cumplió todos los años que tenía que deber solo por un simple capricho.

-. Cambiarse el cabello

-. Pagarle a un barco que lo lleve a Londres ilegalmente.

Su letra era ordenada y redonda, los trazos seguían una línea imaginaria recta y pensó en las veces que una de sus compañeras en el colegio se confundía de cuaderno.

Tenía un buen pulso y podía falsificar cualquier firma o letra y sus huellas dactilares no se podían pervivir a la vista.

-. Ir a la universidad del rubio.

-. Verlo y abrazarlo (la verdad, besarlo).

Podría dibujar un pequeño y negro corazón justo al lado, pero era jodidamente ridículo para él.

Prendió la vieja computadora de su tío y el tiempo de carga hizo que el asesino quisiera dormir.

El Internet explore estaba pixeleado y su historia solo se iban a vídeos de aplicaciones.

Investigo una red social desconocida para él. Investigo más acerca del rubio en su pagina wed. Tenían gráficos movibles de diferentes colores y tamaños, salian publicaciones graciosas y una imagen de el con unas rayitas oblicuas y rosadas sobre sus mejillas.

Y asesino quiso morirse.

Como si fuera posible de que ese niño se haya puesto más bonito con tan solo un poco tiempo.


After The Killer [Muke Clemmings]Where stories live. Discover now