Catorce.

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Siempre le gustaba pensar mucho a cerca de las cosas, a veces no eran tan importantes, pero el asesino lo hacía. Ya que su vida, se basaba en probabilidades.

Extrañaba el hecho de que su rubio durmiera en su pecho, y le conmovía cuando susurraba y suspiraba. Le gustaba acariciar su piel tan pálida y tan suave del rubio.

Dentro de unos meses, probablemente se quedaría sin dinero. Y no tenía la menor idea de que hacer por el momento, los periódicos Australianos con su nombre en la portada le impedían por el momento, se sentía tan oprimido y único. Pero no de una manera especial.

Había una parte muy preocupada en él. Tenía tanto miedo de algunas cosas y comprendía la paciencia del rubio hacia él.

Siempre buscaba alguna manera de entretener a su cerebro cuando el rubio no estaba cerca, le gustaba resolver sodoku y mirar una y otra vez todas las fotos del rubio en su celular.

Le gustaba mensajearle antes de irse a dormir y decirle que lo quería al final de la conversación.

Lo quería ir a recoger hoy día.

Así que se había puesto una camisa de cuadros rojos y negros que al rubio le gustaba vestir y abotonársela hasta el cuello—algo que era muy adorable— y unos jeans azules. No tenía ningún perfume a la mano, así que solo opto por el olor a canela que tenía el jabón.

No lo había visto toda la semana pasada, pero el asesino sabía que el rubio estaba bien por esas imágenes tan graciosas que él le mandaba. 

Ya había salido y su cabello había cambiado mucho, estaba un poco más largo y su pircing se mantenía igual.

Camino despacio y no tuvo apuro en llegar, las clases ya habían terminado, pero sabía que el rubio siempre se quedaba eligiendo que libro llevar en la biblioteca.

Así que simplemente esperó al frente a recostado en una pared bebiendo una botella de agua, había demasiados adolescentes, y uno que otra persona mayor cerca de una ventanilla, podía observar a la perfección cada uno de los rostros.

Así que solo empezó a buscar al rubio, no quería llamarlo. Quería darle una sorpresa así tal vez el rubio le daría un beso muy largo. Casi no lo venía a recoger, ya que era algo muy peligroso.

Lo veía a lo lejos acercándose y sonrió inconscientemente. No tenía puesta sus gafas y sus ojos se cerraban arrugando la nariz por el sol directo.

El asesino se acercó.

El rubio lo notó y sonrió ampliamente.

El asesino levantó una ceja cuando el rubio empezó a jugar con el pircing en su labio—no era precisamente por eso, si más bien era el hecho de que sus besos nunca llegaron—pero ¿Qué estaba tratando de hacer? ¿Calentándolo en público?

—Será mejor ir a casa. —el rubio asintió.

—Oh, Michael ¿te acuerdas lo que hablamos sobre adop-?

—¿Luek? ¿Hemmo?

El asesino frunció el ceño y quiso acercar al rubio a su cuerpo ¿por qué ese chico lo llamaba así?

Su cabello era abundante y no sabía si era un rubio muy oscuro o un marrón muy claro, tenía unos lentes con reflejos azules o tal vez verdes, y estaba totalmente vestido de negro.

Su cerebro proceso y un recuerdo vago vino a él acerca de ese muchacho, o ¿acaso ese chico no era uno de los amigo del rubio?

—¿Ashton? ¡Ashton!

El rubio abrazo al rizado y el asesino no quitó el ceño fruncido de su rostro pálido.

—¿Qué hacer aquí?

—Las universidades en Los Ángeles no son para mí.

El rubio sonrió como si pudiera descifrar algo más en esa simple frase, el rizado miró al asesino y este no supo que expresión tuvo el chico detrás de los lentes.

Se sentía nerviosos y ansioso ¿qué pasaría se ese chico descifrara el secreto?

—¿Profesor?

El chico rizado sonrió y le tendió la mano. El rubio rio tan tiernamente que solo por una cuestión de tiempo el asesino se olvidó de todo.

—No, Irwin. Él es mi novio.

El asesino mandó a la mierda todo, y quiso volver a escucharlo y otra vez. Sonrió y le tendió la mano al chico.

—Gallager, Wilson.

—Un placer. Adiós, Luke.

El chico agitó la mano mientras se marchaba donde una señorita rubia lo esperaba.

El asesino miró al rubio, ambos estaba sonrientes.

—Con que novio, eh.

—Sí, novio.

El asesino no se lo esperaba realmente—o sí, solo sí, lo estaba soñando—el rubio envolvió su cuello con sus brazos y lo besó, dejando que algunas chicas y chicos los observaran.

—Nos están mirando.

—No importa, en esta universidad hay más profesores que heterosexuales.

El asesino rio y tomo de la mano al rubio caminando hacia el departamento.

***

El chico rizado se había quedado con la duda, ese rostro le parecía algo similar, pero su mente estaba tan ocupada en ese momento que no lograba sacar tanta información.

Aunque dejo de lado todo el proceso, ya que el nombre era totalmente nuevo y desconocido. Le aparecía en su mente como un fantasma o un deja vü.

Y por otro lado nunca pensó, que su inocente amigo tuviera un novio después de la desgracia que ocurrió hace unos pocos años atrás...

Oh, espera. Ya lo estaba recordando.


After The Killer [Muke Clemmings]Where stories live. Discover now