¿Qué debo hacer si me siguen f*llando duro en mis sueños?

Capitulo 6

Pei Jun se llevó la mano a la mejilla y sonrió. Si tan solo pudiera existir un día así, Wang Ziming podría dejarlo hacer lo que quisiera, follarlo duro y hacerlo gritar "maestro" y "esposo". Entonces su vida estaría completa.

"Mmm... Ah... Ugh... Hace tanto calor... Maestro... Ah... Es tan incómodo..." De repente surgieron gemidos desde donde estaba Wang Ziming, sorprendiendo a Pei Jun. Giró la cabeza, todavía sosteniendo su mejilla.

Recordó que Wang Ziming había bebido varias tazas de café y dijo que se quedaría despierto toda la noche para jugar. ¿Cómo se quedó dormido en la silla así?

Pero la cara de este tipo estaba sonrojada, tenía el ceño fruncido y su frente estaba cubierta de grandes gotas de sudor. Su rostro mostró una expresión contenida.

"Ah... Es tan incómodo... Ayúdame... Ah..."

Wang Ziming parecía estar atrapado en el dolor, con las piernas apretadas y recostado inquieto en la silla.

Le picaba el agujero y Wang Ziming no sabía si estaba soñando o no. Sólo sabía que Pei Jun lo follaba tan cómodamente. Aturdido, sintió que su agujero se volvía más vacío e incómodo, anhelando que alguien jugara con él.

Sus piernas se apretaron inconscientemente, como si estuvieran controladas por un sueño. El roce entre sus piernas se hizo cada vez más rápido. La ropa interior de algodón áspero estaba atrapada en su raja, frotando contra su agujero con sus movimientos frenéticos.

El agujero que se humedeció gradualmente empapó su ropa interior originalmente seca, haciendo que la tela se pegara firmemente a su grieta. La sensación pegajosa que no se podía quitar era muy incómoda. Wang Ziming gimió, sus piernas ejercieron fuerza, causando inesperadamente que la tela áspera rozara directamente contra su clítoris. Al instante, su agujero convulsionó y cerró los ojos, tensando su cuerpo, recordando el placer que acababa de experimentar. Sus piernas no pudieron soportarlo y continuaron frotándose con fuerza.

"Ah... Mmm... Ah, no puedo soportarlo más... Mmm..." Cuando la tela presionó contra su sensible clítoris, rápidamente se hinchó y se endureció. La sensación de hormigueo recorrió todo su cuerpo como una corriente eléctrica.

"Ah~"

Con el grito agudo de Wang Ziming, su agujero se volvió húmedo y caliente, ¡y la mancha húmeda se extendió!

Pero Pei Jun no sabía que Wang Ziming acababa de alcanzar el clímax en su sueño. Ansiosamente rodeó a Wang Ziming, pero todos los demás ya se habían quedado dormidos y no quería molestarlos preguntando. Al mirar a Wang Ziming, que parecía estar sufriendo una convulsión, gritando que tenía dolor con los ojos cerrados y el ceño fruncido cubierto de sudor, ¿estaba enfermo?

¡No! ¡Necesitaba ir a la enfermería! Si continuaba teniendo estas convulsiones, ¡podría poner en peligro su vida!

Pei Jun tomó una decisión rápida y cargó a Wang Ziming en su espalda, salió corriendo del dormitorio y abrió la puerta de una patada. ¡Corrió escaleras abajo!

Los otros dos compañeros de cuarto se asustaron y casi saltaron de la cama.

"¿Qué está sucediendo?" Li Wen se rascó la cabeza.

"¡Tan temible!" Chen Chun se acurrucó en la cama, temblando por el shock repentino. Tenía miedo de estas sorpresas repentinas, el sonido era tan fuerte, como un rayo explotando justo al lado de su oreja, su corazón casi se detuvo.

Tenía fonofobia, temiendo todo tipo de sonidos.

"¿Quieres venir?" Li Wen levantó su manta y dijo. Él y Chen Chun habían crecido juntos, por lo que, naturalmente, conocía sus peculiaridades.