¿Qué debo hacer si me siguen f*llando duro en mis sueños?

Capitulo 7

"Ah... la gran polla del Maestro está dentro, ah..." Wang Ziming tembló de placer, su pequeño y apretado agujero agarró con avidez la polla del hombre, chupándola y tragándola con entusiasmo. En el momento en que fue penetrado, Wang Ziming se perdió momentáneamente en el placer. Pero su culo cachondo comenzó a moverse automáticamente, como si naturalmente disfrutara de ser follado.

Pei Jun presionó a Wang Ziming, empujando desde arriba. Su gran polla llenó el pequeño agujero por completo, follando la delicada carne, haciendo que rodara y brotara con cada embestida. Este agujero de zorra estaba tan mojado que salpicaba con cada embestida, agua caliente bañando su eje, ¡se sentía increíble!

"Perro esclavo cachondo, ¿te gusta cuando papá te folla? ¡Eres una zorra que quiere que la follen todos los días! Wang Ziming empujó su cintura, sus muslos envolvieron al hombre mientras guiaba activamente su pequeño agujero hacia la polla del hombre, su apariencia descaradamente lasciva.

"Sí, soy una perra, la perra guarra de papá. Papá debería follarme todos los días. Ah..." Wang Ziming ya no sentía vergüenza, sino orgullo. No todo el mundo en este mundo podría ser follado por una polla especialmente dotada, sin mencionar que ser follado tan cómodamente y aprender de ello. ¡Estaba seguro de que ahora se graduaría con éxito!

Mientras la gran polla lo follaba, transmitía conocimiento al coño de Wang Ziming. Durante este tiempo, Wang Ziming no sintió nada. No fue hasta que Pei Jun eyaculó con éxito dentro de él que el proceso terminó por completo.

Entonces Wang Ziming no se atrevió a aflojar. Lo que sea que dijera Pei Jun, lo haría. ¿Cómo podría resistirse? Además, hacía mucho tiempo que un hombre no lo follaba, así que estaba dispuesto a hacer cualquier cosa.

Pei Jun lentamente desaceleró el ritmo de las jodidas y superficiales embestidas dentro del agujero. Para ser honesto, había estado estudiando e investigando durante tanto tiempo que no había follado con una zorra en mucho tiempo. Así que planeó tomarse su tiempo, después de todo, no era fácil encontrar un agujero de tan alta calidad que obedeciera tan bien.

"¡Ladra dos veces, perro esclavo!" Pei Jun tiró de la correa y la polla dentro del agujero de la zorra dejó de moverse. Claramente quería jugar con Wang Ziming.

Wang Ziming estaba siendo jodido muy bien, su cuerpo se movía con oleadas de placer. Cuando el hombre se detuvo así, se sintió como una montaña rusa atrapada en el aire, sin poder subir ni bajar. La carne en su agujero se retorció y mordió la polla en señal de protesta, era insoportable.

"Maestro... Guau, guau... Guau, guau... El perro esclavo es obediente... Guau, guau... Por favor, fóllame rápido... Guau, guau..." Wang Ziming jadeó pesadamente, sacando la lengua hacia el hombre, sus manos balanceándose frente a su pecho como un Patitas de perrito, imitando el ladrido de un perro.

Pei Jun asintió con satisfacción, empujando su cintura hacia adelante y la gran polla se hundió en el agujero de Wang Ziming una vez más.

"Guau guau... Guau guau... Ah... La polla del maestro... Tan grande... Tan increíble.. Guau guau..." Esta vez el hombre lo folló directamente en su cuello uterino, haciéndolo dolorido y entumecido, y el agua lasciva salpicó como una marea.

El hombre sabía que ese era su punto más sensible y lo atacó maliciosamente. La gran polla provocó sus sensibles paredes, no sólo follando hasta el fondo sino también girando y cambiando de ángulo para rozar su sensible cuello uterino. ¡Quería follar dentro de su útero!

"Ah... Maestro... La gran polla del Maestro se va a follar al perro esclavo... Ah... cuello uterino abierto..." El cuerpo de Wang Ziming tembló incontrolablemente bajo Pei Jun, sus muslos se apretaron fuertemente alrededor de la cintura del hombre, y la inundación de agua lasciva surgió. Las manos de Wang Ziming arañaron y desgarraron desesperadamente cualquier cosa, y finalmente se puso el cuello con impotencia, jadeando con los ojos nublados. Se sentía como si esa gran polla le hubiera arrebatado parte del alma, ¡iba a correrse tan fuerte!