𝟔𝟗. 𝐋𝐀𝐒 𝐀𝐌𝐈𝐑𝐀𝐗𝐀𝐒

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Capítulo 69

ANTES DEL ENFRENTAMIENTO EN ARTARBUR

La reina Tanya Worwick caminaba por la fortaleza del castillo portando unas vestiduras negras al estilo militar con una capa roja, la cual era sostenida por un conjunto de seis delgadas cadenas que se unían al emblema en forma de prendedor de la casa Worwick en su hombro sujetando su capa.

Tanya observaba el vasto bosque que estaba aún lado del castillo y junto a ella se encontraban guardias, el silencio que se escuchaba resultó ser un poco abrumador para ella mientras observaba detenidamente el panorama hasta que Lord Leonel Hans se hizo presente en la fortaleza y se dirigió a ella diciendo:

—Majestad.

—Dígame Lord Hans.

—Disculpe si mi intromisión suena un tanto insolente, pero creo que es mejor que usted, majestad, no esté aquí en la fortaleza.

—¿Usted cree? —Ella lo miró.

—Sabe usted que buscamos la protección y este lugar no es que sea peligroso, pero puede ser muy indiscreto estar aquí.

—No se preocupe Lord Hans, lo meditaré; ahora estoy ocupada.

—También  quería informarle que….

Un bullicio lejano interrumpió las palabras de Lord Hans, quien junto a Tanya voltearon a mirar hacia los árboles, escuchando aquel bullicio que pronto se hizo más audible.

Una turba iracunda salió del bosque, precipitándose hacia el castillo de manera presurosa, colocando en alerta a la formación de guardias en lo alto de la fortaleza y a los soldados que custodiaban las afueras del castillo. Al ver lo que estaba sucediendo, Tanya se movió de inmediato para bajar de la fortaleza y Lord Hans corrió tras ella buscando que la mujer le siguiera, pero ella hizo caso omiso y le ordenó a Lord Hans que resguardara a todas las mujeres dentro del castillo.

En medio de la turba que se desembocó fuera del bosque, un grupo de Cangrinos corrían tratando de huir de los caballos que eran montados por mujeres que portaban lanzas, espadas, armaduras, escudos y que corrían ferozmente tras aquellos hombres alcanzando a muchos de ellos asesinándolos a su paso. Una de ellas se lanzó de su caballo hacia uno de los Cangrinos quedando sobre él y ágilmente desenfundó dos dagas pequeñas enterrándolas una en cada ojo del hombre; otra mujer que pasaba en su caballo le arrojó una lanza y atrapándola en el aire, la mujer enterró la lanza en el pecho del hombre y seguidamente la giró dándole muerte inmediata.

Las hachas de doble hoja volaban contra los Cangrinos acabando con ellos a su paso, mientras que en el castillo; los soldados afuera estaban preparados igual que los arqueros para cuando aquel ejército de mujeres en armaduras llegarán a sus puertas, al tiempo que Tanya corría hacia las puertas siendo perseguida por Lord Hans y el caos se desató cuando los pocos Cangrinos que quedaban, intentaron entrar al castillo huyendo de las mujeres a sus espaldas siendo asesinados por los soldados de la casa Worwick.

Uno de ellos logró ingresar buscando como escapar, pero fue sorprendido por una flecha proveniente de una ballesta que fue disparar por Tanya cayendo el hombre muerto ante sus pies dejando ver una figura femenina tras el Cangrino que portaba una hacha en su mano y de inmediato, Tanya sacó la espada que tenía camuflada tras su capa colocando la punta de la misma en la cara de la mujer frenándola de inmediato.

—Ei enää askeltakaan
(Ni un paso más.) —dijo Tanya mirándola con un claro tono amenazante.

La mujer sonrió de medio labio y enfundó su espada mientras Tanya aún le amenazaba con la suya.

𝐕𝐀𝐋𝐊𝐎: 𝐇𝐈𝐄𝐋𝐎 & 𝐒𝐀𝐍𝐆𝐑𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora