CAPITULO 4

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-Aquí está.

Expresó Lidia mientras se acercaba a la mesa y colocaba un enorme libro en frente de Aryana. Era grueso y se estremeció al imaginar que debía leerlo completo.

-Muy bien, veamos.

Lidia llevaba puestas unas gafas en forma de media luna. No podría calcular su edad pero por el color de su cabello dedujo que tendría más de cincuenta.

-¿Lista?

-Ummm, supongo.

-Observa esto.

Lidia pasa su mano sobre el libro sin tocarlo y éste se abre solo, las letras empiezan a moverse cobrando vida. De repente aparecen imágenes que se reflejan hacia arriba como si una película se proyectara antes sus ojos.

-¿Cómo hiciste eso? _Consulta maravillada.

-Magia. _Responde la bibliotecaria con una amplia sonrisa.

-¿De dónde proviene la magia?

-De todos lados, nos rodea como el aire que respiramos.

-Asombroso.

-Ya pronto lo entenderás.

La imagen se hace más nítida y mientras pasaban las páginas Lidia le iba narrando la historia:

Letvian es nuestro mundo de origen. Extensos y cristalinos lagos resplandecen como piedras preciosas y los valles y montañas están cubiertos con la más exuberante y exótica naturaleza. Tenemos dos estaciones durante el año la primavera y el invierno. En primavera los árboles y campos se visten de hermosas flores con intensos colores tornasoles y aromas dulces que embriagan tus sentidos. En invierno todo se cubre de blanco, los copos de nieve parecen diminutos diamantes que brillan como si tuvieran luz propia. Cuando los lagos se congelan asemejan infinitos espejos. El patinaje es una de los pasatiempos preferidos en Letvian para esta época. El año en Letvian es diferente que en la Tierra, nuestro calendario cuenta con diez meses de los cuáles ocho son primavera y dos, invierno.

Al escuchar esto Aryana siente una punzada de dolor, ella adoraba patinar e incluso de niña ganó varios trofeos, pero después se inclinó más por el fútbol y se dedicó a este deporte.

Lidia continúa con su relato: -El cielo durante el día es de un color rosa muy pálido y nuestro sol parece un ovalado rubí en el firmamento, cuando cae la noche el cielo se tiñe de vivaces colores, amarillo, naranja y escarlata, algo así como la aurora boreal en la Tierra. Tenemos dos lunas, una de mayor tamaño que la otra, emiten una tenue luz plateada. En la oscuridad puedes ver el polvo de estrellas, son finas líneas doradas como hilos de oro.

Mientras Lidia va narrando, Aryana observa maravillada las imágenes deseando conocer aquella tierra de fantasía.

-Ahí yace todo nuestro legado. Nuestra sabiduría y conocimiento se fue desarrollando a lo largo de los años. Los edificios se alzaban majestuosos y eran tan altos que parecían tocar el infinito. El Palacio real, hogar del Concilio se encontraba en la ciudad de Cristal, y en medio de la ciudad estaba el Gran Observatorio que se erguía majestuoso protegiendo en lo más profundo de sus entrañas la piedra mágica, "El Óvalo" como se le conocía, que nos brindaba protección y todo su esplendor a la ciudad. Todos vivían en armonía y reinaba la paz, hasta que una sombra oscura se cernió sobre nosotros.

-"Meliakán". -Mencionó la chica.

-Sí Meliakán. Él arribó de la dimensión prohibida, muy poco se sabe de ese lugar. Hubo una gran batalla y muchas vidas se perdieron.

Aryana miró con asombro como las imágenes siguen desarrollando la historia.

-Sucumbimos en una gran devastación, Meliakán trajo poderosos aliados pero aun así, no podían penetrar el gran muro que rodeaba la ciudad ya que estábamos protegidos por el poder del Óvalo. Nuestras calles estaban inundadas de sobrevivientes con el miedo y la incertidumbre reflejados en sus rostros. El rey pidió consejo a los del Concilio y ellos recomendaron comenzar una evacuación hacia otro mundo. Los sabios buscaron en los archivos del Observatorio y encontraron que el planeta más adecuado para nuestra supervivencia era éste "Siris" Si abrían un portal se necesitaría de una poderosa energía para trasladar a tantas personas, no tenían muchas opciones, si decidían quedarse y seguir enfrentando a Meliakán de todas formas el Óvalo no lo resistiría ya que se alimentaba de la energía emitida por el sol durante el día y las lunas por la noche y Meliakán cubrió los cielos con un manto negro que impedía que los rayos solares o lunares llegaran a la ciudad. Y si abrían el portal igual se consumiría lo que quedaba del poder del Óvalo y se perdería toda la magia. Nunca supieron cómo Meliakán obtuvo esta información ya que únicamente La Unión sabía este secreto sobre el Óvalo y su fuente de poder.

-¿A qué te refieres con La Unión? ¿Había otros como nosotros en ese tiempo?

Lidia mueve la cabeza en señal de afirmación.

-¡Hubo otros! -Exclama Aryana desconcertada. - ¿Y ellos no pudieron detenerlo?

-Se desconoce lo que sucedió después de la evacuación, ninguno regreso.  Se sacrificaron por nosotros.

-¿Cómo pretendían regresar el rey y los demás si al cruzar ustedes, el poder del Óvalo se agotaría?

-Erain podía abrir portales.

Fue todo lo que contestó Lidia a manera de explicación.

-¿Quién era Erain?

-Uno de los cinco.

-¿Hace cuánto sucedió esto? _-Preguntó Aryana con desconcierto.

-Mil años.

-¡Mil años! ¿Y por qué regresar? Ahora Siris es su hogar. _Casi grita de la impresión.

-La oscuridad se cierne sobre nosotros nuevamente. La profecía habla sobre el retorno a Letvian y la caída de Meliakán en manos de los Elegidos. Las almas de los cinco valientes guerreros reencarnaron como fue predicho.

-Me estás diciendo que somos la reencarnación del rey y sus guerreros.

-Sí, el tatuaje que tienen en el brazo izquierdo era el emblema real de Letvian, sólo los elegidos llevaban el emblema grabado en el brazo izquierdo, al lado del corazón.

-Sigo sin entender, se basan en una absurda leyenda, y por Dios, han pasado mil años, ¿Por qué regresar? ¿Por qué ahora? ¿Y a qué te refieres con que la oscuridad se cierne de nuevo sobre Siris?

-Sé que es difícil para ti comprender, trataré de aclarar tus dudas. Al cruzar el portal el tiempo no corre de la misma manera, es relativo, aunque aquí han pasado mil años desde nuestra huida en Letvian, allá sólo ha sido un mes.

-¡Un mes! -Exclama Aryana dubitativa.

-Meliakán no estará satisfecho hasta que el último de los nuestros esté muerto. Él sabe dónde estamos. Si no tomamos medidas prontas, Siris correrá la misma suerte que nuestro mundo. No podemos huir para siempre ¿No crees?

-¿Y cómo están tan seguros de eso? Me refiero a que él sabe que están aquí

-Logramos capturar a uno de sus espías, él nos habló sobre sus planes. Por eso el Concilio se jugó la última carta al ir a buscarte.

-¿Cómo abrieron el portal hacia la tierra si ya no hay piedra mágica?

-Abril, es la reencarnación de Erain.

-¿Todos tenemos dones diferentes?

-Así es.

Lidia continua contándole sobre Letvian, la historia dvista de esta manera, no estaba tan mal después de todo. Pero el corazón de Aryana albergaba temor, por lo que estaba por venir, de la pesada carga en sus hombros, por un desenlace que no pintaba bien para La Unión.

LOS ELEGIDOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora