CAPÍTULO 16

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Segunda parte

Canne observaba las tropas aproximándose, mueve su mano y los hombres toman posición de defensa. Son demasiados y ellos unos cuantos. La lluvia no mermaba lo que dificultaba la visión. La tierra se estremece con el marchar de las tropas. Los Orgas rompieron filas y se lanzaron al ataque.

-Mantengan sus posiciones. _Ordenó dando un paso al frente. Levantó una muralla de fuego al menos los detendría un momento pero la lluvia era tan copiosa que sus esfuerzos por mantener las llamas fueron en vano.

-Listos. -Gritó, mientras que los primeros Orgas llegaban y el enfrentamiento daba inicio. Innumerables bolas de fuego brillan en lo alto y se precipitan sobre las criaturas que se prenden al momento pero la lluvia parece estar a su favor ya que son apagadas al instante.

-¡Maldición! -Espeta Canne, mientras que los látigos de fuego fulminan a su paso a cuántos tuviera a su alcance.

La pelea no es pareja, aunque los sirianos son ágiles guerreros los superaban en número. Muchos caen y la tierra se tiñe de rojo, a pesar de sus esfuerzos perdían terreno, no podía permitir que ingresaran a la ciudad.

-¿Necesitas ayuda mestizo.
-Preguntó Ámber que acababa de llegar.

-No estaría de más. -Sonrío el joven aliviado de verla.

La rubia se para en frente y levantando sus manos sorprende a unos confiados Orgas desarmándolos. Sus armas se levantan en el aire y son lanzadas en su contra. Nuevas olas de estos seres se aproximaban, Ámber se concentra en su enemigo, una fuerza invisible los golpea derribándolos como un dominó, aprovechado esto los sirianos para caer sobre ellos.

_Canne mira. _El chico sigue donde  la rubia  observaba, un ejército de nativos se acercaba. Por lo menos 1000 hombres, pudo reconocer los estandartes, pertenecían a las cinco tribus de Siris.

Sonrió al reconocer a Thao, el jefe cumplió su palabra, al darles apoyo. Pronto rodearon a los Orgas, mano a mano lucharon fieramente, como uno solo.

Por fin la lluvia comenzó a mermar, Canne se volteó hacia Ámber para agregar: _Yo me encargo, ve a ayudar a Chace, lo tenemos controlado.

Sonrió mostrando sus profundos camanances. Para su asombro Ámber se acerca a él y lo besa en plena boca. Sorprendido corresponde a esta inesperada muestra de afecto de la rubia.

-Ten cuidado. -Le expresa mientras le cierra un ojo. El muchacho aún anonadado sonríe sin comprender muy bien lo que había sucedido, pero su atención recae de nuevo sobre los Orgas, cubriendo sus cuerpos de fuego. Levanta una llameante muralla impidiendo el paso al resto que aún quedaba de pie y trataban de entrar.

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Los arqueros continuaban con su labor, los dragones que caían, se precipitaban sobre las estructuras ahora deshabitadas.

Chace seguía formando puñales de cristal que lanzaba contra los jinetes y también esferas que al contacto con el dragón los convertía en cristal.

-¿Necesitas apoyo o estás bien solo?

-Ámber, te envié con Canne.

-Él está bien, los nativos llegaron en nuestro auxilio ¿Puedes creerlo? el lado Este se encuentra despejado.

El rostro del joven muestra el asombro por las palabras escuchadas.

-Regresa, siempre envían un segundo pelotón.

-Chace, te digo que todo está bajo control.

-Ve al sector norte, Jenna puede requerir apoyo.

-¿Estás seguro?

LOS ELEGIDOSWhere stories live. Discover now