CAPITULO 25

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Los dragones seguían su marcha, Abril sentía nauseas, nunca le gustaron las alturas. Mientras que Chace no le quitaba la mirada a Aryana que aún no reaccionaba.

-¿Quién eres? - Ámber interroga a la niña de azulados cabellos.

-Paciencia, responderé a todas sus preguntas.

A lo lejos se divisaban unos acantilados, los dragones inician el descenso con cuidado de no chocar contra las pronunciadas rocas. Pronto la entrada a una gran caverna los recibe entrando en ésta. Al momento de colocar sus fuertes patas en el suelo sueltan a sus pasajeros.

-!Oh gracias¡ !gracias¡ -Exclama Abril besando el suelo agradecida de llegar con vida.

Ámber desciende con agilidad seguida de la niña.

Chace recuesta a Aryana con delicadeza sobre su regazo mientras que ve las manos de Meliakán pintadas alrededor del cuello de la joven.

-Déjame verla. -Solicita la niña con voz cantarina.

Chace dubitativo permite que se le acerque, después de todo, ella los ayudó a escapar.

-Acnú, ąrq tųa sįfõą.

El dragón más grande se aproxima tanto que Chace puede sentir su respiración sobre su rostro. La bestia abre la boca exhalando sobre la chica, repite este proceso tres veces hasta que Aryana lentamente abre los ojos y las marcas del cuello desaparecen.

Aryana ve a Chace y toca sus cabellos, sonriéndole.

-¿Cómo te sientes?

-Como si me hubieran tratado de estrangular.

Todos comparten una sonrisa de alivio al notar que está bien. Chace la ayuda a levantarse.

-¡Santo cielo! -Pronuncia sorprendida al ver a los dragones, colocando luego su mirada en la niña. _¿De qué me perdí? -Inquiere confundida.

-Bueno creo que ya es hora de presentarme. Habla la niña. -Me llamo Sibis y soy la guardiana de esta dimensión. Ellos son mis dragones, Acnú es el macho, y ella es Cora.

-Me resultas familiar. -Le señala Cane.

-Ustedes son de Siris, ahí vive Hannoly. Ella y yo somos las últimas de nuestra raza.

-!Increíble¡ -Abril está atónita.

-¿Y los dragones? Son diferentes a los que están bajo el dominio de Meliakán.

-Ellos también son los últimos de su especie. Los rescaté desde que estaban en sus huevos y hemos estado juntos desde entonces. Creo que soy como su mamá.

-Eso es imposible. -Expresa Canne con duda. -Ellos son adultos y tú.... bueno.....

-No se dejen engañar por mi apariencia. No tengo edad, pero nací en el principio de los tiempos. Ésta alguna vez fue una tierra próspera y hermosa, muy parecida a Letvian, pero nuestro pueblo cegado por el poder del Cristal Oscuro se dejó consumir hasta corromper sus corazones y entre ellos mismos se destruyeron y a este mundo en el proceso. El cristal transformó a las personas en Orgas, a los nobles dragones en esas horribles criaturas y a los Nátúv en bestias repugnantes. Hannoly y yo logramos salvarnos porque nos escondimos en estas cavernas, aquí encontramos los huevos. Nos mantuvimos ocultas hasta que creímos que el peligro había desaparecido pero llegó ese hombre y el poder oscuro del cristal lo dominó y lo ha manipulado desde entonces, apenas cumpla su cometido, se deshará de él como lo hizo con nosotros.

-¿Y qué es lo que quiere el cristal. _Chace se interesa en el relato.

-Salir de aquí, su objetivo ahora es Letvian. Es como un parásito que se alimenta de los mundos, absorbe su energia y lo destruye todo a su paso.

-¿Pero cómo regresar? -Chace no puede evitar mostrar su frustración.

-Hay una puerta dimensional y es la única salida. -Explica la niña.

-Ahora que Meliakán sabe que recibimos ayuda, custodiará la puerta el doble y sin nuestros poderes, no somos rivales. -Añadió Canne..

-Los ayudaremos, crearemos una distracción para que puedan atravezar la puerta. Pero a cambio debo pedirles un favor.

-¿Qué clase de favor? -Chace la mira con interrogación.

Sibis se aleja regresando luego con dos huevos de dragón.

-Estos son los hijos de Acnú y Cora. No tienen posibilidades de sobrevivir aquí. Son hermosos seres que no merecen extinguirse. Prometánme que los cuidarán. Ellos les servirán con fidelidad, de la misma forma que lo hicieron con nosotros.

-Te doy mi palabra. -Afirma Chace.

-Bien, ahora deben descansar, mañana se irán de aquí.

LOS ELEGIDOSWhere stories live. Discover now