CAPÍTULO 15

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Primera parte

Después de un duro día de entrenamiento, Aryana regresa a su habitación. No había visto a Jeremain desde hacía días lo cual le extrañó. No era que lo echara de menos, es sólo que él siempre estaba metiendo sus narices en todo y el hecho que se mantuviera al margen no era normal.

Para su sorpresa al entrar a su cuarto se sobresalta al ver a Chace sentado sobre su cama. Había estado evitándolo y Ámber dejó de hablarle cuando supo que al final no lo fue a buscar como acordaron, pero esto no le afectó mucho. La hora de la verdad había llegado, tenía que enfrentar a Chace quisiera o no.

-Hola. -Lo saluda ella sin ganas.

-Hola. -Contesta él mirándola fijo.

-Supongo que te debo una explicación de mi comportamiento ¿No?

-No estoy seguro si quiero escucharla.

-En ese caso ¿Por qué estás aquí?

-Por qué me importas y sé que algo no está bien. Somos un equipo lo recuerdas.

-Lo lamento. -La joven baja la mirada. -Ni yo misma comprendo qué me ocurre.

-Sé que viste algo el otro día, y supongo que eso es el motivo de tu actitud. Sólo ayúdame a entender.

Aryana lo determina, puede notar en sus facciones el dolor que ella le está causando y él no lo merecía. Pero tampoco podía decirle la verdad.

-Chace te amo. -Confiesa por primera vez. _Más de lo que te puedes imaginar, pero algo está pasándome que........ -No puede terminar la frase. Sus ojos se ponen en blanco su cuerpo se eleva unos centímetros del suelo y dice: -"Ya vienen"

-¿Qué has dicho? -Pregunta el chico atónito.

Aryana vuelve en sí y lo mira llena de horror. -Hay que dar aviso, viene un ejército hacia acá.

-¿Cuánto tiempo tenemos?

-No estoy segura.

Corren fuera de la habitación con dirección al Concilio. El cielo se torna oscuro, relampaguea como si se aproximara una tormenta. Pequeñas gotas empiezan a precipitarse.

Llegan a la entrada pero son detenidos por los guardas que resguardan el acceso al edificio.

-Debemos hablar con Fallon, es urgente.

-Él no los recibirá, regresen.

-Atacaran Siris en cualquier momento.

Los individuos se miran mutuamente y uno de ellos ingresa dejando al otro que no les quitaba la mirada de encima y sostenía un sable.

Los minutos fueron transcurriendo sin tener noticias, lo que hace que ambos jóvenes se impacienten. Al fin el hombre regresa y los hace pasar. Caminan por los conocidos corredores hasta llegar a una estancia, Aryana se sorprende al ver a doce hombres ahí, los doce que formaban el Concilio.

-¿Cómo que atacarán Siris? _Inquiere Fallon.

-He tenido una premonición, he visto la destrucción de Siris.

Todos lucen consternados y comienzan a hablar al mismo tiempo.

-¡Silencio! -Exclama Fallon. _Debemos mantener la calma.

-Jona. -Se dirige al hombre que los llevó al lugar. -Reúne a las tropas y da aviso al pueblo que todos vayan a los refugios.

-Sí señor.

-Jeremain, ve a buscar a los otros de la Unión y que estén listos.

Aryana vuelve a ver al escuchar el nombre, no lo sintió llegar.

-Acompáñenlo. -Les ordena Fallon a los jóvenes.

Jeremain se aleja con Chace y Aryana siguiéndolo.

Al salir llovía con fuerza y el viento soplaba con brusquedad haciendo que caminar fuera casi imposible. Este cambio en el clima no podía ser normal.

Chace toma a Aryana de la mano y la mantiene a su lado, las personas comienzan a salir de sus hogares dirigiéndose al refugio. Hasta ése momento Aryana es consciente del sonido de una campana en la torre más alta, el campanario repicaba solo, sin mano humana que lo hiciera tocar, dando la alarma de un inminente ataque.

De camino se topan con Canne, Abril y Ámber

-¿Qué ocurre? -Inquiere el moreno mientras que el agua terminaba de mojar sus ropas y el cabello le pegaba en el rostro.

-Aryana ha tenido una premonición, vamos a ser atacados. -Indica Chace.

-¿Qué hacemos? -Canne intercala su mirada entre Jeremías y su amigo.

_Ustedes conmigo. -El hombre señala a Ámber, Chace, Aryana y Canne. _Abril ve al Árbol Sagrado, debes protegerlo, esa es tu tarea. Nada debe pasarle.

-Pero, necesitan mi ayuda aquí, yo....

Jeremain no la deja terminar. -El Árbol es más importante, si algo le sucede nuestro futuro será incierto.

Ella mostrando abiertamente su descontento, asiente con la cabeza y se marcha no sin antes volver a ver a sus amigos y despidiese con una sonrisa a medias dibujada en su cara.

Cientos de soldados Sirianos rodean la ciudad y esperan. Se escucha por doquier las palabras "Nazgar" y "Odar". Berckey protege la parte oeste, Jena lidera la norte, Jeremain se va y se coloca en el punto cardinal sur, mientras los chicos se mantienen en el este.

Unos puntos negros se dibujan en el cielo, a pesar de estar nublado se visualizan a la perfección. Conforme se acercan se puede apreciar mejor su figura. Aryana corta su respiración al notar que son una clase de dragones tan negros como la armadura de los jinetes que los montaban. -"Están aquí" se escucha como un eco por toda la ciudad.

-¡Qué demonios! -Exclama Canne sin poder apartar la mirada del cielo.

-Arqueros listos. -Les indica Chace.

Aryana observa como el sable se transforma en un arco y las flechas de energía aparecen en su interior.

-A mi señal. _Los hombres levantan los arcos y esperan.

-Por allá. -Agrega otro, señalando a los lejos. Se puede apreciar como las tropas de Meliakán aparecían por los cuatro costados rodeando el lugar.

-Canne, hazte cargo de las tropas que vienen por tierra.

El moreno toma a un grupo de hombres y se alejan con dirección a las afueras de la ciudad.

-Chace. -Lo llama Aryana.

El joven la vuelve a ver, casi había olvidado que ella se encontraba ahí.

-Ve con Abril, necesitara tu ayuda.

-No quiero dejarte solo.

-Estaré bien, ahora ve con ella.

Aryana se acerca a él y sorprendiéndolo le da un pequeño beso en la boca.

-Lo lamento. -Se disculpa la joven. Mientras se retira corriendo hacia Abril.

Él la ve alejarse, quiere ir tras ella pero se detiene. Suspira, vuelve a la realidad cuando los dragones emiten un sonido ensordecedor que lástima sus oídos.

-¡Listos! -Grita.

Los jinetes están casi sobre la ciudad.

-Ahora. -Ordena a todo pulmón, mientras que las flechas de energía son lanzadas hacia arriba. Algunas logran dar en su objetivo pero otras pasan apenas rozando.

Los arqueros vuelven a repetir la acción, los dragones expulsan lo que parece ser un ácido que al contacto con la piel la deshace al momento. Se escuchan los gritos de dolor.

-Protéjanlos con los escudos. _Espeta Chace.

En el momento algunos hombres cubren a los arqueros con los escudos. El poderoso Aminiun es impenetrable.

Los jinetes dejan caer unas esferas brillantes que explotan al tocar el suelo, dejando innumerables bajas, Chace lanza estalactitas de cristal contra los dragones, los arqueros siguen con su labor pero el cielo se puebla con más de estas criaturas como una oleada negra, la campaña apenas inicia.

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