Capítulo 5.

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*Narra Ro*

La noche en que ocurrió todo aquello no dormí más de una hora, y en tiempo no correlativo. Me desperté varias veces sobresaltada, pensando qué sería mi vida sin Alba, así que opté por no volver a intentar conciliar el sueño.

R: ¡¡¡Buenos díaaaas, princesa!!! He soñado toda la noche contigo. Llevabas aquel vestido rosa que tanto me gusta. Pienso en ti princesa, pienso siempre en ti —saludé a Sai recurriendo a la frase de 'La vida es bella'. Solía usarla para darle los buenos días, amaba esa película. Le hablé porque (lo reconozco) necesitaba un apoyo justo en aquel momento, y sabía que Alba no estaría despierta antes de la hora justa para ir al instituto, así que, ¿qué mejor que hablarle a mi... Novia? A la chica a la que... ¿quería? En resumen, fui un poco o bastante "convenida".

Quizás os hayáis preguntado: ¿no es más sencillo para todo que Rocío deje a Sai? ¿O que empiece algo con Alba y perfecto todo? Pues no, no era más sencillo porque:
1. Yo me autoconvencí de que amaba a Sai.
2. No le gustaba a Alba. O sí, pero yo no lo sabía.

S: Buenos días.

Me jodía que fuese tan borde. Joder, si sabía por lo que estaba pasando, ¿por qué coño no era un poco más sutil? Entiendo que yo no fuese con quien deseaba hablar pero de ahí a ser así...

R: ¿Qué tal, peque?

S: Bien. Llego tarde. Adiós.

Y nuevamente se fue, y me quedé jugueteando con el móvil sin sentido alguno. Entendedme, me quedé muy dolida cuando me dijo que llegaba tarde... ¡Eran las seis de la mañana! Y vivía a diez minutos del instituto. Me tomaba por gilipollas y yo le seguía el juego, pero, extrañamente, cada vez pasaba más y más de ella y de las cosas que hacía o decía.

Pero, para ser sinceros, yo la quería mucho, y no sé aún por qué pero me atraía, y mucho. Me daba una de cal y otra de arena, y sus partes buenas me conquistaban aunque durasen instantes.

A: ¡¡Buenos días enana!!

R: Buenos días, hermanita.

R: ¿Cómo estás?

A: Bien, bien.

Supuse que esas palabras no eran del todo ciertas, pero no quise decir nada. No quería que fuese al instituto pensando en lo de ayer.

A: Me alegro :).

Y me fui sin más al instituto, pero deseando volver. No sabía que el día que me esperaría sería muy intenso, tanto para mí como para Alba, incluso para Sai.

Al fin el reloj marcó la hora de salir de clase, y el timbre resonó por los pasillos, creando un murmullo y haciendo que la gente, poco a poco, comenzase a salir precipitadamente de las aulas.

Una vez en el portal del colegio, entablé una conversación con Sonia, mi mejor amiga. Ella era la chica en la que siempre podría confiar, pero no le podía contar que quizás me estaba enamorando de Alba. Sinceramente, me importaba una mierda la opinión de la gente, pero la suya era especial para mí. Y no quería que me tomara como alguien que no actúa con seriedad.

La verdad, ahora me arrepiento de ello.

—¿Cómo te va con Sai, Ro? —me preguntó mientras caminaba a mi lado.

—Me va... —dudé de nuevo. Necesitaba contárselo... Pero no podía—, me va genial. Ella es una chica increíble. Me trata genial. —En mi interior, esas palabras estaban cargadas de ironía. Pero no se notó. Supongo que es lo normal que alguien dice de su novia.

—¡Me alegro! —todos hemos dicho alguna vez "me alegro" por compromiso, pero yo sabía que ella lo decía de verdad, que se alegraba de verdad por mí, y eso es algo que incluso hoy no he podido agradecerle del todo.

—Tía, me voy, que tengo ganas de hablar con Alba. —Instantáneamente me mordí la lengua. "¡Gilipollas!" pensé.

—¿Con quién?

—Con Sai, ¿con quién va a ser?

—Ah... Bueno... —dijo no muy convencida—. Adiós.

Nos dimos un medio abrazo y corrí —literalmente— hasta mi casa.

R: ¡Holaaa! Te he echado de menos:(.

A: Y yo... —no estaba bien y me lo acababa de decir con dos palabras. Algo me decía que no era por lo que pasó el día anterior.

R: ¿Qué pasa, Alba?

A: Nada...

R: Te conozco.

A: Nada, de verdad.

R: Sabes que sí te pasa algo.

A: Ya, Ro, pero no puedo decírtelo, no sé cómo.

R: Dilo de un tirón, sin pensar.

A: Es que es difícil.

R: Tú puedes, Alba.

A: Me...

R: ¿Te...?

A: Ro, es que me... —En ese momento me esperaba cualquier cosa, excepto lo que me dijo.

R: Tranquila Alba.

A: ¿Recuerdas que te dije que me gustaba una chica de mi instituto, pero que tenía novia?

R: Claro.

A: Pues esa chica... Eres tú.

R: ¿¡QUE QUÉ!? Si yo soy muy gilipollas y en mí son todo defectos... Además no estoy en tu instituto.

A: No digas eso, porfa, me duele oírlo.

R: Joder...

Dije "joder..." pero no podía dejar de sonreír. En aquel momento me hizo la chica más feliz del mundo.

Sin embargo, yo estaba con Sai y sabía que ella iba a sufrir... Pero yo no podía dejar a Sai, yo no la amaba como a Alba, pero la quería, y no podía hacerle daño. Además yo ya estaba autoconvencida completamente de que quería a Sai y era con ella con quien deseaba pasar el resto de mi vida.

A: No debería de habértelo dicho.

R: No, Alba, al menos lo sé y puedo ayudarte. Me jode que sufras y que encima sea por mi culpa.

A: Te amo.

R: Y yo a ti.

A: Pero no de la misma forma.

R: Lo sé.

Mi susbconsciente y mi corazón gritaban al unísono "¡Dile que tú también la amas de la misma forma!", pero mi cabeza, que era más poderosa, decía: "Te estás equivocando."

A: Mejor no lo digas.

A: Mejor me voy un tiempo...

R: Bueno, si eso es lo mejor para ti...

Pero en cuanto lo dije, supe que me arrepentiría de cada una de las palabras que dije.

"Yo también te amo, Alba." Pensé mientras la primera lágrima de las muchas que caerían aquella tarde descendía lentamente por mi mejilla.

***

Hasta aquí el capítulo de hoy. Siento que haya tanto drama pero es la historia. He intentado subirlo más largo pero tengo demasiados exámenes y me cuesta mucho actualizar, así que si algún domingo no lo consigo, intentaré compensar a la semana siguiente.

¡Espero que os guste! ¡Besoos! :)

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