Encuentro con mi Pasado

CAPITULO 2 - TRABAJO, TRABAJO Y RISAS

Mi día de hoy va a ser de los largos, mientras voy en el coche, voy repasando mentalmente, mi orden del día.

1º.- Reunión con la empresa para la que organizo el evento, ultimar detalles de última hora.

Resulta que, entre otras personalidades, están invitados miembros del Gobierno y los Reyes, por lo que, todo el personal que trabaja y asiste ha tenido que pasar por el filtro de ser investigados por el Estado.

Así que esto hace que se tenga que tener mucho más en cuenta, la lista de invitados, así como las empresas y personal contratado para el evento y que no haya ninguna sorpresa de última hora.

2º.- Desplazarme al Castillo que hemos contratado, para reunirme con las empresas contratadas de catering y audiovisuales y todo el personal.

3º.- Cita a las 16:00 en el salón de belleza, para que me maquillen y peinen.

4º.- Volver al lugar del evento, donde me terminare de vestir con el vestido que llevo en el coche, para estar radiante y no desentonar en el ambiente.

¿Lo único bueno de haberme quedado viuda?, que he vuelto a quedarme en una talla 38, por lo que cuando tengo que ponerme elegante para un evento con mi pequeña estatura de 1,57 y mis 46 años, sigo estando atractiva, porque en el momento que cogía algún kilo, por mucho tacón que me pusiera, parecía una pequeña bolita, mona sí, pero una pequeña bolita, y a parte de mis ojos verdes-azulados y de que seguía manteniendo una piel y cara de niña, no tenía nada más destacable, físicamente quiero decir.

Así que la mañana paso volando de un lado a otro, con todo el stress de llegar a cada sitio. Pero a las 16:00 en punto me encontraba en el salón de belleza, para tomarme ese rato de relax mientras me arreglan y me ponen guapa, menos mal que en días así, siempre me busco ese hueco en el medio, porque si no, no llegaría viva a la noche ni queriendo.

Las seis de la tarde y ya estoy aquí de nuevo a la entrada del lugar del Evento, el vestido y los zapatos los tengo en la habitación que me han dejado para cambiarme y poder utilizarla como centro de almacenaje de los detalles y cosas de última hora.

Y como no, los de Seguridad y la Policía Nacional, ya están aquí comprobando todas nuestras acreditaciones, buff, si me tienen que tener más que controlada, con la cantidad de veces que hemos pasado por esto juntos.

Mira que bien, si esta José. Lo que pensaba, ya nos conocemos tanto que cuando me va a pedir la acreditación unos de sus chicos, ya se está acercando a nosotros y diciéndole que no hace falta.

- Buenas tardes José, que alegría que estés aquí.

- Alegría la mía Luna, ya sabes que, siendo un evento organizado por ti, siempre me apunto, nos cuidas muy bien a mí y a los chicos.

- Lo dicho, que, porque estemos trabajando, eso no quita que somos personas con nuestras necesidades y todos tenemos que alimentarnos.

Siempre ha sido una regla de oro en mi empresa, todo el personal que trabaja en un evento que organizo yo, aunque no sea contratado por mí, los cuido igual que a las personas que asisten al evento. Si ellos están contentos, todo funciona mejor y siempre tienen una sonrisa en la boca, supongo que ese es uno de los secretos de mi éxito, todos somos felices, estemos trabajando o no.

- ¿Alguna sorpresa para hoy? Le pregunto a José

- Pues sí, una. Hoy viene el Jefe de Seguridad de Interior, vamos mi jefe directo. – Le miro alzando la ceja, como diciendo ¿y eso? – Ya sabes, se ha quedado con la mosca detrás de la oreja de porque siempre pido estar en estos los eventos que organizas tú, aunque me toque día libre, y como hoy también acuden los Reyes y no lleva mucho tiempo en el cargo, parece que quiere asegurarse que no queremos estar de juerga.

Y se hecha una sonora carcajada, a la que yo lo acompaño, mientras caminamos hacia el interior.

- Aunque para decirte la verdad Luna, durante el trabajo no, pero ya sabes que después, estoy deseando que aceptes la invitación de tomarte algo conmigo algún día.

- Tu sigue, sigue, que si algún día acepto, van a pensar que he contratado un escort. Y volvemos los dos a romper en carcajadas.

- Y algo que saber sobre tu jefe, ¿es un borde, pone malas caras? – a lo que acompaño la frase con una cara seria de mirada rígida y volvemos los dos a partirnos de risa.

- No, todo lo contrario, es bastante agradable y amable, pero parece ser que desde que se separó de su pareja no para de trabajar, y hoy no iba a ser menos.

- Bueno José, os dejo por el momento, voy a ir a revisar que todo está correcto y a vestirme, que van a empezar a llegar en seguida y yo con estas pintas, luego me paso para que os organicéis con la cena.

- Espera Luna, ¡que me da algo! – me dice con cara de sorpresa-, ¿Qué todavía no vas vestida?, pues debes haber usado un hechizo genial, porque yo te veo vestida y además guapísima.

- Anda adulador, vuelve a tu trabajo y luego nos vemos- le digo con una sonrisa

A lo que José me da un beso en la mejilla muy dulce y se despide de mí. Es muy atractivo, pero considero que demasiado joven para mí.

Reviso todo, compruebo que todo el personal está en su sitio y todo correcto y me voy a vestir. Para la ocasión he optado por un vestido de coctel vaporoso, con tonos claros, sencillo pero elegante y sobre todo cómodo para pasar una noche de mayo, así como unos zapatos de tacón con plataforma que me ayuden a aguantar la jornada. El peinado ha sido un semi recogido para que no me moleste en la cara.

Bueno Luna, las 19:30, hora de ponerte en tu sitio, mini walkie preparado y escondido y que no tenga que correr mucho, aunque es raro, después de tantos años, hay tanta complicidad con las empresas y personas con las que trabajo, que nos conocemos bien y han pasado por todos mis estándares de calidad, por lo que suele ir todo como la seda.

Me coloco en la entrada del Jardín donde se realiza la recepción, saludo a los Jefes de la empresa que me ha contratado, para después retirarme un poco y dejar al personal de atención y estar pendiente de la entrada de las personalidades y de que todo vaya correctamente.