CAPITULO 5 - MI PRESENTE

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El resto del fin de semana fue tranquilo, pero volvieron a mí los sueños que me habían perseguido durante muchos años con Ángel. Me despertaba excitada, porque la visión de él en mis sueños era tan real, que sentía sus besos, sus caricias y como me hacía el amor en ellos. Por lo que al final me despertaba por la rabia de que me siguiera excitando y deseando tener una buena sesión de sexo, caricias, besos.

Sentía rabia por volver a desearle.

Entraba junio, los chicos tenían ya menos colegio, por lo que Silvia y yo nos íbamos turnando el recogerlos y tenerlos en una casa o la otra cuando el trabajo nos lo permitía. Mi suerte, que mucho de mi trabajo lo podía hacer desde casa, y para ello me había preparado una zona cuando nos mudamos de área de trabajo y así Sergio y yo solo nos teníamos que organizar con respecto a nuestros viajes, o las noches que por alguna razón teníamos que estar fuera.

Desde que él se fue de nuestras vidas, contaba con Silvia y con Julia, que trabajaba para nosotros desde que nos mudamos a Madrid y cuidaba de la casa y de Agustín, cuando ya no podíamos estar ninguno de los dos con él en casa. Las dos, cada una a su manera, son todo un apoyo para mí.

Durante el mes de junio, solo tenía 2 eventos que realmente necesitaran de toda mi atención y tiempo, contaba con alguno más pequeño, en horarios laborales para empresas que realizaban, presentaciones o de producto o de servicios nuevos, por lo que podía dedicar más tiempo a estar en casa y no pasar tanto tiempo fuera.

Solo me quedaba en julio una Boda, pero esta ya marchaba sobre ruedas. Ya se sabe el dinero facilita mucho las cosas y aunque era una boda en la playa, las exigencias habían sido altas, desde como tenía que ir vestido todo el personal, hasta los invitados que venían casi de cualquier punto del planeta. Desde los adornos, hasta el catering y los detalles de regalo para los invitados, pero nada que no se pudiese organizar y que no hubiera hecho ya en otras ocasiones.

Y después vacaciones, por fin. Este año decidimos irnos a los Estados Unidos a pasar unos días con mi hermana y su familia y así que los primos pudieran aprovechar unos días juntos disfrutando en Disney.

Pero antes de eso, Agustín y Nacho se iban de campamento durante 15 días, y de esos 15 días 10 los aprovechábamos Silvia y yo para escaparnos juntas y tomarnos un descanso de trabajo, familia, casa y etc., etc., etc. Este año habíamos reservado un crucero por el Mediterráneo de relax, descanso y buscando sobre todo que nos mimasen con masajes y diferentes tratamientos de belleza, pero todavía nos quedaba mes y medio por delante para poder escapar.

Así que, entre planes de vacaciones, trabajo, los eventos que tenía esa semana, la casa y Agustín, se puede decir que la semana pasa rápidamente, a excepción de que en cuanto me encontraba sola en mmi cama acostada, no hago más que rememorar el momento en que me volví a encontrar con Ángel, en lo elegante que iba con ese traje de chaqueta, que le quedaba como un guante, en lo atractivo que estaba, en sus ojos marrones clavados en mí y en su olor. Ese olor tan de él, ese que seguía igual a pesar de los años y con ello traía de nuevo mis sueños con él y el despertarme en mitad de la noche yendo a buscar mis juguetes personales por lo excitada que me encontraba y dándome placer a mí misma recordándole y odiándome a la vez por volver a dejarlo entrar en mi mente.

- Mama, mama levanta – me despierta mi hijo con su voz cantarina.

- Buenos días cielo, ¿Qué hora es?

- Las 10:30 mami, ha llamado la mama de Nacho, y ha dicho que nos vayamos a su casa a pasar el día y a comer.

- ¿has desayunado?

- Siiii mami, hace un rato

- Muy bien cielo, ahora mismo me levanto y voy.

- Mami, ¿me das uno de tus abrazo-besos?

Encuentro con mi PasadoWhere stories live. Discover now