CAPITULO 14 - UN VIAJE EN TREN

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Me encuentro ya acostada en mi cama, después de haber pasado una tarde estupenda con Silvia y nuestros hijos y haber cenado con Agustín ya que siempre que tengo que separarme de él durante más de 24 horas me gusta pasar el mayor rato que puedo a su lado, recordando lo bien que nos lo hemos pasado y las palabras de mi amiga y planteándome seriamente que viendo cómo vaya las cosas con Ángel, en algún momento tendré que contarle mi historia al completo, y dándome cuenta que Silvia tiene razón, que a lo mejor las cosas hubieran sido de otra manera si desde el principio yo me hubiera abierto y le hubiera contado en su momento como había sido mi vida y que lo que arrastraba conmigo.

Pero ese el problema de los que hemos sufrido malos tratos y hemos tenido infancias complicadas, nos creamos tales capas de fortaleza por fuera, que parece que somos inmunes, que damos la imagen de que nadie nos puede hacer daño, que parecemos fuertes y seguros de nosotros mismos y es todo lo contrario, nos hemos hecho así a base de golpes, de no querer mostrar nuestras debilidades para que no quieran atacarnos y lo peor de todo es que no nos damos cuenta hasta que no nos auto psicoanalizamos o nos psicoanalizan, en mi caso han sido ambas cosas.

Estoy tan metida en mis pensamientos, que no escucho el pitido del mensaje que me ha llegado al móvil, hasta que voy a coger mi Ipad para leer un rato antes de dormirme y veo en mi móvil que tengo un mensaje.

-          Buenas noches princesa, siento no haberte dicho nada en 2 días, pero el trabajo no me ha permitido ni respirar. Te recojo mañana a las 7 de la mañana como habíamos hablado – leo ilusionada el mensaje de Ángel –. Te mando un beso, deseando que llegue mañana para dártelo personalmente y muchos más. – Y me adjunta una foto de él lanzándome un beso

Ahora ya me puedo dormir con los ángeles o mejor dicho con la imagen de mi Ángel, deseando que llegue la mañana.

Escuchar el sonido del despertador a las 5:30 de la mañana debería estar prohibido, pero que remedio, como puedo lo alcanzo y subo un poco el sonido de la radio para terminar de despertarme y meterme en la ducha, menos mal que anoche deje la maleta y la ropa para hoy preparada, porque con lo que me cuesta salir de la cama por las mañanas me daría un patatús de estrés si a estas horas tengo que decidir. Desde que Agustín nació mis horarios nocturnos se fueron a la porra, entre los primeros meses con las tomas de la noche, y después con sus pesadillas nocturnas, creo que ya no sé lo que es dormir más de 4-5 horas seguidas de noche, ahora me cuesta tanto dormirme por la noche que me dedico a ocupar ese tiempo en leer todas las historias que he ido descubriendo de grandes escritor@s noveles que andan por la red y de la cual me he vuelto adicta, me encuentro hasta con historias que en muchas cosas me hacen sentirme tan, tan identificada que me maravillan y otras tan bien escritas y desarrolladas que me hacen temblar. Así que con el medio sueño de Morfeo de las mañanas, consigo levantarme y arrastrarme hasta la ducha para despejarme.

Hora y media después en punto, esta Ángel mandándome un mensaje diciéndome que está en la puerta esperándome, así que salgo por la arrastrando mi pequeña maleta, mi bolso de trabajo y mi cuerpo preparándose para la jornada del día, encontrándome a Ángel apoyado en su coche con un traje de chaqueta que le queda como un guante y para comérselo enterito, haciéndoseme agua la boca solo con verlo y pensando que menos mal que llevo tacones, sino no se cómo iba a llegar a sus labios para besarlo.

Se acerca hasta mí y cogiéndome por la cintura me aprieta contra su cuerpo y poniendo sus labios sobre los míos, toma mi boca con la suya y pasa su lengua por mis dientes y mi lengua, respondiendo esta al beso apasionado que me está dando y mi sentido del olfato aspirando su olor, que creía haber tenido olvidado durante tantos años, pero que al olerlo ahora cada vez que nos encontramos, me hace volver a él, a sentirme en los brazos que tanto había echado de menos.

Encuentro con mi PasadoМесто, где живут истории. Откройте их для себя