CAPITULO 21 - PRESENTIMIENTOS Y UNA EX

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Todavía me encontraba medio en shock, salí de la habitación dirigiéndome hacía donde se encontraba Silvia esperándome, pero todavía con el sentimiento atorado en mi garganta y en mi pecho. Habían sido tantos recuerdos agolpados de repente al enterarme que Ángel había sufrido un accidente, que a pesar de que no había dejado salir nada delante de él y de su hija, estos se encontraban aun palpitando dentro de mí en una maraña de confusión y dolor.

Los sentimientos de otro accidente anterior y la perdida en él de Guillermo, así como el recuerdo de otro accidente de coche que tuvo Ángel en el pasado y que también no sé porque supe que algo le había pasado mucho antes de hablar con él, aunque este no fue grave, como el sentimiento que tuve antes de que nos avisase la policía del accidente y de su muerte, me hacía sentir que me arrastraba a un sitio que no entendía.

Nunca había conseguido entender cómo podía ser que hubiese momentos que supiese lo que había pasado fuese bueno o malo con las personas que me importaban y que quería. Me hacía acordarme de la Leyenda del Hilo Rojo, pero que en mi caso no era solo con una persona, sino que me llevaba a tener una conexión especial con varias y a sentir si estaban bien o mal y mi vida se detenía cada vez que sentía que a alguna de esas personas especiales les había pasado algo, si era bueno simplemente lo sabía y si era malo, sentía un dolor dentro que me hacía despedazarme y romperme en pedazos en dolor y ansiedad, hasta que alguien aparecía en mi vida confirmándome lo que mi corazón ya me estaba avisando.

Me encontraba tan ensimismada en mis recuerdos, que ni siquiera me di cuenta hasta unos minutos más tarde que me encontraba en el coche de Silvia, la cual se había ofrecido para llevarme de vuelta a la oficina y que sin darme ni siquiera cuenta la había ido contestando con monosílabos.

- Ey!!! Luna, ¿Estás aquí?

En ese momento salí de mi ensimismamiento, volviendo a mí y recuperando en mi memoria lo que había sucedido en los últimos minutos.

- Silvia ¿tú crees que hay personas que pueden tener una conexión con otras personas para poder saber lo que le ha pasado a otra antes de que te lo cuenten?

- ¿Por qué me pregunta eso?

Durante el trayecto le puse al día de las diferentes ocasiones que me había pasado algo así y recordando como hace unos días habíamos hablado de eso mismo cuando murió Guillermo y como ella mismo también lo recordaba como una experiencia sin explicación.

- Pues eso mismo me ha vuelto a pasar hoy, sabía que le había pasado algo a Ángel, llevaba con el run run desde la mañana, pero hasta que no me di cuenta que no venía a comer, no quise darle la importancia debida y te lo juro Silvia, ya no sé cómo asimilar esto que me pasa, porque no han sido muchas veces en mi vida, pero cada vez que me sucede es como si un rayo me partiese por dentro y no me dejase respirar.

- Tranquilízate Luna, es cierto, lo hemos comentado en más de una ocasión. ¿Que por qué tienes ese Don?, ni idea, pero de que lo tienes estoy segura y del como asimilarlo, pues debe ser que, aunque te duela, debes saber que cuentas con ese Don y que no puedes darle la espalda y a lo mejor hacerle más caso a tu instinto.

Me volví a quedar callada, rumiando las palabras de Silvia en mi cabeza, hasta que llegamos a mi oficina y me despedí de ella hasta la tarde y me volqué de lleno en el trabajo. Necesitaba dejar de pensar en ese supuesto Don que me decía Silvia que yo tenía y centrarme en el trabajo.

Los días siguientes fueron de estrés en estrés. La terminación de la organización de la boda que teníamos en breve, no nos dejó respirar a nadie de la empresa. Ángel paso dos días más en observación en el Hospital y tanto su hija Luna, como sus padres no se separaron de él durante todos esos días, pero en cuanto podía me llamaba, me mandaba mensajes, me daba ánimos y conseguía sacarme las sonrisas con sus fotos chorras de él, de su hija Luna y de todos sus compañeros de trabajo que conocía, y que se iban incluyendo para animar tanto a su Jefe como a la que ya me nombraban como la mujer de paciencia infinita, por estar con Ángel y aguantarle, así como aguantarlos a todos con sus bromas y gracias.

Encuentro con mi PasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora