CAPITULO 23 - NOCHE DE AMIGOS

18 1 0
                                    




          

Para cuando nos despertábamos, casi se nos echaba la noche encima, así que, como había quedado con Silvia y Sergio que venían a cenar, nos dimos una ducha rápida para preparar la cena para cuando llegasen. Al encontrarnos en verano, era más fácil, suelo tener porra (salmorejo) y/o gazpacho preparado en la nevera, por lo que con añadirle los condimentos y preparar unos embutidos y algunas cosas más de picar, no era necesario darse mucho más trabajo, así que para cuando llamaron a la puerta, se podía decir que teníamos todo puesto en la mesa del jardín y nos pudimos sentar a celebrar una velada entre amigos.

Nos encontrábamos relajados, sentados en la mesa del jardín, después de cenar sin niños, con la temperatura de una cálida noche de verano, charlando del ir y venir de las cosas, de lo tristes que nos sentimos Silvia y yo al ver partir a nuestros retoños, pero a la vez lo felices que nos encontrábamos por irnos esos días juntas.

Sergio y Ángel realizándonos bromas sobre los ligues en los barcos y que no nos despendoláramos demasiado; pero nosotras somos únicas, así que chinchamos un poco a nuestros chicos con los bombones que nos vamos a ir encontrando en nuestras vacaciones y las travesuras que vamos a hacer. Luego la verdad es que nunca hacemos nada de nada, solo descansamos, nos relajamos y disfrutamos la una con la otra y cuando algún hombre intenta tirarnos los tejos, en más de una ocasión nos hemos reído haciéndoles creer que éramos pareja, vamos son vacaciones de relax y descanso de dos amigas, en ningún momento para nosotras fueron vacaciones para librarnos de nuestros maridos y de buscar la libertad, nuestros matrimonios se basaban y el de Silvia así sigue siendo en la confianza y en el saber mantener nuestros espacios, pero claro todo esto Ángel no lo sabe, por lo que Sergio de hombre a hombre le aclara que puede estar totalmente tranquilo, aquí estas dos pendejas lo máximo que van a hacer es cenar en la mesa del Capitán del Barco, descansar, hacer turismo y gastar dinero dejando las cuentas tiritonas, no podemos hacer más que ponernos a reír todos de golpe.

Cuando Ángel se entera de que Sergio se hace cargo si le llaman del campamento el se hace encarga de los chicos, nos sorprende a todos ofreciéndose en lo que necesite si ocurre algo, ya que como dice está de baja y que mejor si pasa algo poder estar a nuestra disposición de los chicos para ir a donde sea necesario. Lo cierto es que me hace quedarme más tranquila saber que habrá otro adulto pendiente de que nuestros pequeños estén bien.

No puedo quejarme, la noche está siendo relajada y amena y me encanta ver como Ángel se entiende tan bien tanto con Silvia como con Sergio y las buenas migas que han hecho, quedándome en babia mirándole tan integrado y relajado con nosotros y encima esta tan buenoooooo, que mi mente calenturienta no para de pensar dándole un repaso a su cuerpo de los placeres que me voy a llevar. Me encuentro en esta nube de pensamientos, cuando escucho el bib, bib de los mensajes de mi móvil y por si acaso lo cojo y leo que es.

Mi cara debe ponerse blanca porque en seguida Silvia me pregunta si me pasa algo cuando me ve leer el mensaje

No creas que te va a ser tan fácil quedarte con él, puedo hacerte a ti y a tu hijo la vida imposible

Le paso el teléfono y al leerlo me pregunta si se de quien es y moviendo la cabeza le indico que no, hasta ese momento ni Sergio ni Ángel se habían dado cuenta de nada, ya que estaban sumidos en su conversación, cuando Silvia le llama la atención a Ángel.

-          Ángel, ¿tienes algún problema con tu ex mujer? – le pregunta así tan directamente, dejándolo a este con cara de sorpresa por la pregunta.

-          No, ¿Por qué? – a lo que Silvia le pasa mi teléfono con el mensaje abierto para que lo lea

-          Más que nada, porque pensando como psicóloga y leyendo este mensaje la única persona que puedo pensar en que le pueda escribir algo así a Luna es tu ex mujer o alguna ex tuya.

Sergio, al escuchar la respuesta se acerca a Ángel para leer también el mensaje dando un silbido al terminar de leerlo – y encima lo envían con número oculto.

En eso, se levanta Ángel de la mesa, con mi teléfono en la mano y con el suyo realizando una llamada en la otra y alejándose de la mesa, no podemos escuchar mucho de la conversación que está teniendo, ni con quien, pero algo si nos llega de lejos y es que está intentado averiguar de quien es el mensaje.

Tarda unos minutos en volver, pero nada más acercarse a mí, me da un beso en los labios y me abraza haciéndome sentir tranquila y protegida, tras lo cual vuelve a sentarse en su silla.

-          Vete tranquila Luna, si es mi ex mujer yo me encargo y si es otra persona también – me dice mientras me sujeta la mano – tú lo único que tienes que hacer es disfrutar de tus días con Silvia.

Terminamos la noche medio borrachos todos, cantando canciones y olvidándonos de todo de lo de fuera. Silvia y Sergio se fueron para su casa a eso de las 3 de la madrugada, haciendo medio eses por la calle y Ángel no tiene otra idea cuando se van que tirarnos a la piscina a refrescarnos del calor de la noche con la ropa y todo, menos mal que vamos en plan cómodo, pero no sé si ha sido mejor o peor esto, porque le veo con sus pantalones cortos mojados, pegados a su culo y me entran unos calores por el cuerpo, que ni el agua de la piscina creo que los soporte, así que ni corta ni perezosa me lanzo a su cuello y enredo mis piernas a su cuerpo, haciendo que la noche termine en fuegos artificiales entre los dos.

Encuentro con mi PasadoWhere stories live. Discover now