Capítulo 14

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La acera empezó a mojarse. Sus piedras adquirieron cierto brillo, y una de ellas, de tamaño pequeño, había sido la responsable de lo que estaba pasando encima de ellas. El cabello de Will estaba completamente mojado, al igual que todo él, y la persona que anteriormente lo había atrapado entre sus brazos no estaba mejor. No tenían ningún paraguas, así que era mejor apurar el paso. Ninguno de los dos quería hablar, o al menos no se atrevían.

Esto era algo nuevo, para los dos. Era algo nuevo, confuso, y por alguna razón agradable. "Esto" podía dominar el ritmo cardíaco, podía hacer temblar como una hoja, podía destrozarte el cerebro, haciendo tantas preguntas que para una sola persona era muy difícil encontrar las respuestas. "Esto" podía no sólo controlarte físicamente, sino, y para colmo, emocionalmente. ¿Emociones? ¿Acaso "Esto" era un estado de ánimo? No. Para ambos no lo era, porque un estado de ánimo es algo pasajero, algo que es consecuencia de algún hecho. Hannibal lo sabía, lo había leído en sus libros. Will sólo lo había descubierto, o visto en los diccionarios. No, esto era diferente. "Esto" estaba siempre presente, y aumentaba por mil cuando la otra persona estaba cerca. Cuando Will estaba cerca. Cuando Hannibal estaba cerca. Cosas que jamás habrían hecho frente a otros, cosas que jamás habrían hecho simplemente. Cosas que jamás habrían hecho con otra persona, ninguna. ¿Cómo lo sabían? Sólo lo sabían. Hannibal nunca habría podido encontrar síntomas como estos en ninguno de sus libros, y eso que se había dado el trabajo de buscarlos. Esto quería decir que no había explicación psiquiátrica posible. ¿Acaso estaban locos? Quién sabe. ¿Acaso "Esto" los había dominado por completo? Seguramente. ¿Qué era? ¿Qué era esta cosa nueva? ¿Qué era "Esto", y qué más podía cambiar en sus vidas?

Probablemente si alguien los hubiera visto y les hubiera preguntado "-¿Qué les pasó?", ellos no habrían encontrado la respuesta, y simplemente le hubieran dicho "Esto".

Necesitaban un nombre.

-¿Tienes frío?- habló Hannibal finalmente, en medio de la lluvia. Will ya no sabía si era la lluvia lo que le hacía temblar, o era "Esto", o era Hannibal. Quizá todos juntos. Sabía que su voz estaba quebrada, pero al menos el sonido de la lluvia golpeando el pavimento podía hacer parecer que no era así. Apretó las asas de las bolsas de lo que había comprado.

-N-no, e-estoy b-bien- tartamudeó patéticamente.

-Pero si estás temblando... Ten, abrígate- dijo mientras se quitaba su saco y cubría la espalda del otro. El solo contacto les hizo temblar, aunque uno de ellos lo controló mucho mejor que el otro.

-N-no es...- empezó Will

-Hoy vamos a mi casa, está más cerca- le cortó Hannibal antes que Will le rechazara. Éste sólo asintió y se acomodó el saco por encima de él. Pero se sintió mal. Su empatía no le dejaba aceptar tal gesto de amabilidad. ¿Qué podía hacer?

-N-no necesitas el abrigo menos que yo- se mordía la lengua paulatinamente para evitar tartamudear. Estaba nervioso.

-¿Eso es lo que piensas?- respondió, a lo que Will asintió. -Bien, lo respetaré. Pero tampoco dejaré que te enfermes- dicho esto, agarró uno de los bordes del saco, el que estaba por su lado, y acortó la distancia entre los dos, estirando la prenda y llegando a cubrir a cada uno. Y así llegaron a la residencia.

*************

-Lo siento tanto...- dijo Will, calentando sus manos con la taza de café que tenía. La toalla que lo cubría no era suficiente como para secarlo. No sabía muy bien por qué se disculpaba, pero necesitaba hacerlo.

-No te disculpes, no has hecho nada malo. Creo que sigues mojado, debería disculparme yo por no haberte cuidado bien- Will sólo calló.

-Tenemos suerte de que las bolsas estaban bien selladas, puedes ir a ponerte ropa seca. Yo estaré aquí, no te preocupes, no voy a abrir la puerta- sonrió. Eso no era muy común, pero cuando Will pudo ver su sonrisa, se derritió totalmente. "Esto" había vuelto al ataque.

Unos jeans, una camisa blanca, un saco marrón y una bufanda eran las responsables de un desmorono mental en Hannibal. Se le veía muy bien, y eso no era algo que le era posible ignorar. ¿Cómo ignorar a Will? La chica de la tienda había hecho bastante bien su trabajo.

-Yo... debería irme a casa. Ya has hecho bastante para ayudarme- habló Will, sacando a Hannibal de sus pensamientos.

-Para nada, puedes quedarte. Debe de seguir lloviendo...- se acercó a la ventana, pero lo que veía contradecía sus palabras. -No, ya paró...- añadió algo decepcionado.

-... Bueno, no quiero incomodarte. Me tengo que ir, ya sabes, tengo que alimentar a mis cachorros-

Una parte de Will no quería irse, pero la otra necesitaba estar sola para reflexionar sobre todo lo que había pasado. Para reflexionar sobre "Esto".
Hannibal le acompañó a la puerta, y la abrió. Ambos se miraron.

-Hasta mañana, Will. Cuídate.

Will ya no lo soportaba, ¿qué había pasado antes?

-¿Qué es esto?...- soltó más para sí mismo, con un hilo de voz. No tenía intenciones de que Hannibal le escuchara, pero así fue.

Sólo había una respuesta.

-"Esto"... es amor- respondió, para finalmente plantarle un beso en la frente y cerrar la puerta.

~La imagen es de cómo se veía Will cuando tuvo que ponerse la ropa nueva ;)
Feliz año nuevo! :') Un poco atrasada pero vale la intención. A partir de ahora todo se pondrá más interesante. Gracias por su apoyo!




My therapist -(Hannigram)-Where stories live. Discover now