Capítulo 25

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Will quería faltar al instituto. No tenía ganas de nada, los sentimientos le gobernaban por completo, y el dolor de cabeza nunca había sido tan fuerte. Seguía pensando en los errores cometidos con Alana, pensaba en la futura boda de Hannibal... Pensaba en Hannibal.

Muy temprano a la mañana, decidió alimentar a sus cachorros, quienes se amontonaban por la comida y en un dos por tres ya no quedaba más. Si no fuera porque empezaban los exámenes finales, se habría quedado en casa sin dudar. Los exámenes previos a la graduación. Una vez terminaran, sería libre, y nunca más tendría que cruzarse con Hannibal en un salón de clases, o en cualquier lugar. Will lo tenía que tomar como algo bueno, dejaría que el tiempo le haga olvidar, pero por otro lado, probablemente iba a sufrir por ello. Tomó un vaso de agua, pero ya hasta eso le daba náuseas, nunca había estado tan mal. El sólo volver a pensar en que Hannibal se casaría y tendría un futuro con Clarice le hacía marear. Un futuro sin él. Sacó la maleta y se dispuso a caminar hasta el instituto, esperando no encontrarse con Hannibal, había procurado ir mucho más temprano de lo que acostumbraba para no encontrárselo.

*************

Todo daba vueltas, habían como tres lámparas, dos mesas de noche, y de pronto, varias réplicas de Clarice, aunque Hannibal hubiera preferido no ver a ninguna de ellas.

-¿Me vas a decir lo que pasó anoche?- decía. Hannibal sabía que se había embriagado, y recordó a Clarice llegando a la casa, intentando sacarle información. También recordó la escena donde Will había besado a Alana, la razón por la que decidió terminarse el vino.

-...¿Qué hora es?- dijo aún algo confundido. -Tengo un examen-. Y con ese argumento puso fin a la conversación y desapareció camino al instituto, a pesar que ganas de quedarse no faltaban, se sentía muy frustrado. Antes de salir, Clarice le detuvo.

-Necesito que me recojas a mí y a unos amigos, por el market, a la salida del instituto. Sé que eres menor de edad, pero tu tío me dijo que tienes un permiso por si me quieres llevar a algún lado, no hay problema con la ley entonces-. Era una desfachatez que su propio tío le dijera de todo a esa chica, de esa manera podía tomar ventaja de ello. Su tío y sus padres los habían comprometido, eso era cierto, pero Hannibal nunca lo había tomado tan en serio. Tuvo que aceptar, y al estar a punto de cerrar la puerta, la pelirroja le dio un inesperado beso en la mejilla, cerca a los labios, y le dijo muy despacio, como para que Hannibal lo entendiera a la perfección.

-Y recuerda que tú eres mi prometido- y ella misma cerró la puerta.

*************

Sonó la campana. Will se dirigió rápidamente hacia su casillero, para recoger sus libros de química, esperando no encontrarse con Hannibal. Los textos eran pesados, y ni llegó a caminar un poco cuando se tropezó y todas sus cosas con él. Los papeles volaron, los lapiceros estaban esparcidos y las páginas de los libros se habían arrugado. Ya era algo tarde y Will, en un acto algo desesperado, intentó fallidamente recoger todo de una. Apenas pudo dar unos pasos y todo se le volvió a caer. Desde el piso pudo reconocer unas manos que le intentaron ayudar, las que había estado evitando todo este tiempo a toda costa.

-Vas llegando tarde- dijo Hannibal, haciendo como si nada hubiera pasado. O al menos intentándolo. Will tenía la cara clavada en el suelo, como si éste tuviera algo de interesante.

-Déjame ayudarte- pidió otra vez. Era como si dolieran las palabras, porque las acciones ya habían demostrado todo de lo que no se podía hablar. Era irónico hablar, e inútil también, como si estuviera de más. Will apartó sus libros de Hannibal, y apenas se tocaron, apenas fue un fino roce, pero lo suficiente como para parar ambos corazones en seco. Will fingió no sentir aquello y se dio la vuelta rápidamente, sin levantar la mirada en ningún momento. Hannibal no iba a dejar que se vaya, y en un acto de valor ante un muy posible rechazo, le tomó de la barbilla desde atrás y le hizo girar hasta tener sus rostros muy cerca. Will se quedó frío, sintiendo cada bombeo del corazón, y los ojos bien abiertos. Hannibal estaba seguro que si lo hacía recibiría algún tipo de queja, y aún así se atrevió a besarlo. Pero no fue así, al contrario, Will no hacía nada. Sólo se dejaba, y en ese momento, por más raro que fuera, no sentía dolor. Se quería dejar llevar, quería mandar todo al infierno e irse juntos, quería ignorar el hecho que había sido engañado y poder seguir como si nada. Quería a Hannibal. Lo quería de verdad. Sintió unas caricias en el cabello, desesperadas, como si Hannibal lo hubiera estado necesitando todo este tiempo. Lo único que pudo hacer despertar a Will de su trance fue el sonido de algunos libros volviéndose a caer al suelo, y el olor a vino en su boca. En seguida se apartó y se puso aún más rojo, ¿qué había hecho?

-Will...- llamó desde atrás.

-Nos darán el temario para el examen de química, no hay que llegar tarde- Will había dirigido más palabras a Hannibal de las que le habría podido decirle en toda una vida.

Unos pasos más al frente, a un lado del pasillo, la puerta del aula se abrió de repente.

-¿Van a pasar?- dijo el profesor Crawford. -Llegan algo tarde, pero les voy a perdonar esta. Venga, apresúrense.

Ambos ingresaron y tuvieron que irse a los asientos que estaban en pareja. Habían unos cuantos más disponibles, pero Crawford les mandó intencionalmente a los que estaban juntos. Durante toda la clase ni una sola palabra. Ninguno de los dos podía hacer bien su trabajo, apenas podían escribir en la libreta. Para Hannibal, el estar tan cerca de Will pero no poder hacerle nada, por un simple error que había cometido, era como una profunda puñalada que causaba dolor, pero no mataba. Sólo dejaba que el dolor pase lentamente, lo cual era aún peor. Era sufrir y no poder hacer nada. Era pura desesperación.

*************

-Te ves mal. ¿Sucede algo?- preguntaba Alana al término de clases, justo después del examen de literatura. Intentaba hacer como si nada hubiera pasado, como si cuando Will le había besado hubiera quedado en el pasado.

-No me pasa nada, gracias.

-Lo que necesitas es distraerte y salir. Justo iba con unos amigos al cine, deberías acompañarme.

-Estamos en exámenes finales, sería una locura.

-Una locura sí, pero es por tu bien. Iremos en coche, además, creo que conoces a esos amigos, no tienes que hablarles si no quieres. Y si quieres irte en algún momento, también está bien.

-No me gusta salir demasiado- y la verdad era que no tenía ánimo alguno. Era de esperar que Will se niegue, así que Alana sólo tuvo que seguir las instrucciones.

-Bien, no te preocupes... Ah, casi se me olvidaba, ¿te ha dicho algo Hannibal ya? Después de la clase de química te ha estado buscando por todas partes. Me pareció oír que te esperaría en el camino a tu casa, que es justo donde vas a ir, ¿cierto?-. Will se puso alerta, no quería volver a encontrase con Hannibal, pero no había excusa para no volver a casa. Sólo quedaba una opción.

-¿Dónde dices que van a ir?-. Era increíble que haya funcionado, era tal y como dijo Clarice. Parecía que Will y Hannibal tenían algún tipo de problema. Alana dio una sonrisa de triunfo.

-Al cine. Tendremos que caminar hasta el market y de ahí nos recogerán en coche. Mis amigos son pareja.

-... Bien, sólo déjame terminar de guardar mis libros.

*************

Hola! Me extrañaron? *'no, Cas, nadie lo hizo'* Sé que sí :3

Bueno, capítulo 25 listo, como siempre dígame qué les pareció y comenten, comenten, comenten todo lo que piensen. A estas horas de la noche se conectan más, pequeños vampiros.

Me pregunto si un hombre estará leyendo esto. Si lo está, REPÓRTESE :v

Y siempre, gracias por todo.

CVYSL!

-SwiggityCas.






My therapist -(Hannigram)-Where stories live. Discover now