My therapist -(Hannigram)-

Capítulo 19

 "Lo que más escasea es la Yellowstone Sand Verbena que sólo se encuentra a orillas del río. Con esto viene una leyenda en la que dice que si dos personas encuentran esta flor en las orillas, están destinadas a estar juntas..."

-Quizá las leyendas sí son reales...- era lo que había dicho Hannibal mientras observaba detenidamente una de las dichosas flores. Como arte de magia, el calor bajó considerablemente creando un clima templado. El sonido del río tropezando con las piedras era apaciguador. Todo era perfecto... Pero eso era extraño. La vida de Will no era exactamente un ejemplar de perfección. Entonces, ¿la perfección era posible? Eso es algo que sólo se ve en sueños.

"-Sólo buenos sueños...- había dicho el chico de pecas, mientras le ofrecía el camuflado licor" 

Una duda se iba incrementando.

-Mira, las nubes han cubierto casi todo el sol- dijo Hannibal de manera espontánea, apoyándose con un solo brazo al lado de Will, quedando casi acostado. -Esto me hace acordar a las películas, a la infancia, a esos niños que intentan buscarles formas a las nubes. ¿Qué ves tú en aquella?- señaló aleatoriamente.

-¿Cuál?- preguntó el castaño intentando estar en el mismo punto de vista que el contrario, el cual, con una sola mano y con delicadeza, logró recostarlo a su lado sorpresivamente. -...No le veo mucha forma, sólo veo una nube, con la deformidad propia de una nube.

-Haz un esfuerzo.

-¿Y tú que ves?- Hannibal se dio cuenta de lo evasivo que era Will, pero ya lo había aceptado.

-Veo un alce... Sus astas... y su cabeza.

Últimamente Will soñaba a menudo con alces. Con uno.

-Siento haber tomado...- era lo único que podía decir, y también lo que necesitaba decir.

-No es tu culpa. Es la culpa del que te envenenó de esa manera. Tú eres inocente, como siempre lo has sido...- y le dedicó una mirada, más dedicada que la que le había dedicado a las flores. El rubor en las facciones de Will se intensificó, y ante esto desvió los ojos hacia un ave que volaba por encima de sus cabezas.  Una de ellas sintió una suave caricia, y también una tierna muestra de cariño en la mejilla.

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-Bien, parece que todos ya están en el punto de encuentro... Pasaré a explicar la procedencia de uno de los tantos maravillosos géiseres que se encuentran en Yellowstone...-. La charla del profesor de botánica ya no se hacía tan pesada, el sol había bajado y Will sentía serenidad al lado de Hannibal, por alguna razón. La libreta en la que se supone debían anotar los "datos más relevantes" estaba completamente vacía. En su viaje, los datos más importantes no podían ser escritos, de ninguna manera.

El día se volvió ligero, pero hasta llegar algo entrada la tarde, los adolescentes pudieron volver a su campamento para descansar y "comparar apuntes". Unas cuantas fichas sobre animales y plantas de la zona fueron entregadas para que sean leídas, mientras los profesores y encargados se iban a comer algo, como lo hacían siempre a la misma hora, dejando independientes a los estudiantes.

-El día no ha sido tan malo- empezó Hannibal una vez dentro de la tienda de campaña con Will. El día no había sido malo, ni tan malo; el día había sido perfecto. ¿Cómo en la vida de alguien como Will podía haber un día tan bueno? Esto sólo podía ser un sueño... De los mejores que no había tenido.

"-Sólo buenos sueños..." 

Ya no podía más.

-C-cuando me ofrecieron la bebida...- Will tartamudeaba, como casi todas las veces. -Cuando me la ofrecieron, yo acepté pero...

-No necesitas hablar de eso- le calló Hannibal. Lo que Will estaba a punto de decir podía sonar patético, y ahora era una oportunidad para retirar toda intención de hablar. Una buena oportunidad.Pero no la iba a aprovechar. Tenía que decirlo, o su mente iba a empezar a retorcerse.

-N-no. Siempre he tenido pesadillas, y siempre me atormentan-le sudaba cada poro de su cuerpo-, pero esa vez que probé licor fue porque me dijeron que eso iba a cesar, y todo este día ha sido p-prueba de ello...

No se entendía. El mensaje no había llegado.

-Tranquilízate, no entiendo lo que me quieres decir.

-Digo que, ¡que este día ha sido tan perfecto que no puede ser real!... ¡Esto es un bendito sueño; al fin y al cabo, parece que el alcohol en verdad sólo te da buenos sueños!... El problema es que si esto es un sueño, significa que esto no es real, entonces a la mañana siguiente me sentiré peor que siempre porque sabré que nada de esto habrá pasado, nada de lo que he pasado contigo hoy habrá sido real y me sentiré un total cobarde por tener que callarlo y desear que pase. No importa las tonterías que diga, esto es demasiado perfecto como para que sea cierto, así que no me importa.

Hannibal le sujetó la barbilla, a pesar de las quejas del otro, y le miró a los ojos.

-¿Acaso sabes cómo ha sonado lo que me acabas de decir? ¿Piensas que esto es un sueño? Si esto no fuera real, ¿te dolería?- dicho esto, le levantó la cara, quedando un extenso panorama de piel proveniente del cuello del castaño. Un hambre voraz y desconocido se apoderó y una mordida dejó algo de marca en Will. Y sí, le dolió, lo cual significaba que todo era real.

-Voy a terminar comiéndote...- susurró Hannibal, aspirando el olor de la persona que tenía en sus brazos.

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B-bue-buenas tardes, pú-público joven... *está anciana y con arrugas, por no haber subido capítulo, pero ahora que lo hizo rejuvenece* Lo siento, lo siento, lo siento. Tenía intenciones de hacer el capítulo más largo (y lo iba a hacer), pero me pareció que donde estaba era un perfecto final, si no lo es, allá va mi alma condenada. He estado sentada todo el día.

Me duele el trasero.

No puedo caminar... Yo aquí parapléjica, pero feliz. Semana santa en verdad cobró sentido. ES SANTA.

Los adoro. Notas musicales positivas para ustedes.

Se despide la que ni siquiera vota por sus propias historias, es demasiado orgullosa. 

-SwiggityCas

CVYSL! *como siempre