Capítulo 24

2.5K 292 76
                                    

Era algo descabellado. Algo impropio. No podía ser que Will haya hecho todo eso, simplemente no podía ser. Aunque, a decir verdad, estaba aterrado. Y confundido. Al hacer ingresar a Alana hacia la sala de estar, e incluso por muy poco intentar acostarla en el sillón, se sintió mal. Era poca la cordura que le quedaba, pero ni aún así se podía permitir hacer lo que estaba haciendo, y menos llegar más lejos. Will ya no se sentía como Will. Era como si hubiera empatizado con alguna otra persona, y haberse quedado ahí, en ese mismo cuerpo ajeno, y esos impulsos ajenos, sólo que está vez era real. Sus manos temblaban. Quizá Alana no se percataba de eso aún, por la misma situación que había anhelado por tanto tiempo en silencio, y que ahora estaba en tiempo real. Will mantuvo su mano en el cabello de la chica y cuando se atrevió a verle la cara estaba ruborizada, y recordó a Hannibal. De alguna manera Will se sintió sucio, y se dio cuenta más aún de lo que estaba haciendo. ¿La estaba utilizando, tal como un hombre toma vino para calmar las penas? ¿Había sido tal el efecto que había causado Hannibal en él al mentirle, que le había llevado a abandonar la sola autoconciencia? ¿Estaba siendo... infiel?

-Lo siento- se atrevió a decir, separando a Alana de él, con la cabeza gacha. -No puedo seguir. Es mejor que te vayas a tu casa, tus padres deben estar preocupados-. Will cogió las cosas de la chica y se las entregó.

-... ¿Qué pasó?- preguntaba, pero Will no se dignaba a responder. ¿Qué podría decirle de todas formas? ¿"Lo siento, pero es que Hannibal se va a casar y por eso te usé para desahogarme"? Para nada iba a decir eso. Un chirrido por parte de la puerta y Alana ya se había ido.

Los perros de Will salieron al fin, algo cohibidos.

*************

Clarice no estaba, a pesar que se había querido quedar en casa para ver llegar a Hannibal, no habría sido posible. Se supone que iba a encontrarse con Alana para hablar sobre Will, ya que se notaba de lejos que a Alana le gustaba ese tipo. Y al parecer a Hannibal también, así que si Alana y Will se juntaban, el camino para Clarice estaría totalmente libre.

Hannibal había llegado completamente devastado. Sacó la botella de vino que había guardado desde la mañana y se llenó una copa, que tan rápido como se había ocupado, se había quedado vacía. Se dispuso a tomar la segunda, era sorprendente la manera en que no hacía ninguna mueca al tomársela en una, era obvio que ya a la quinta copa la garganta le ardía, pero ese dolor era casi una felicidad al lado de lo que había visto esa tarde. Al lado de lo que su imaginación le hacía ver. Se sintió cada vez más indispuesto, y su propio peso le llevó a dejarse caer sobre el sofá. Llegó a gritar ciertas cosas, e incluso se permitió llorar amargamente, aún recostado. Y así se quedó dormido, con una copa vacía en la mano, y la otra en la frente, tapando unos ojos llorosos.

*******

Clarice vio a Hannibal en un estado deplorable, obviamente ebrio y con algunas cosas de la casa rotas en el piso. Había hablado bastante con Alana, quien necesitó consuelo por varias horas. Al menos no había perdido su tiempo del todo, se enteró sobre el encuentro entre ella y Will, quien estaba teniendo intenciones con Alana, pero que por alguna razón la terminó botando de su casa. Pero si Will siquiera se había dispuesto a besar a Alana, entonces cabía oportunidad para una idea.

-A partir de ahora debes obedecerme en todo lo que te diga que hagas- le había dicho. -Yo te ayudaré con Will.

-¿Y cómo vas a hacer eso?

-Seremos los cuatro. Tú y Will; yo y Hannibal, pero vas a tener que seguir lo que te diga al pie de la letra.

-Está bien.

Hannibal olía totalmente a vino. Alana se preguntaba de dónde lo habría sacado, si era menor de edad. Necesitaba controlar eso, y saber el por qué tuvo que embriagarse. Intentó moverlo un poco, y Hannibal empezó a susurrar algunas cosas indescifrables.

-Will... Will...- decía una y otra vez. Cada vez más parecía que Hannibal en verdad lo quería, y eso era preocupante.

-Hannibal, ¿qué pasó?- le preguntó, sacudiéndolo hasta despertarlo casi del todo.

-Yo lo vi... Estaba con Alana...

-¿Qué viste? ¿Es por eso que te embriagaste? ¿Por Will?- Clarice se esforzaba para mantener a Hannibal despierto.

-...¿Eso te importa? Estoy demasiado cansado- e hizo un ademán para que lo dejara solo. Aún ebrio, Hannibal se negaba a dar mucha información. Clarice se le quedó observando por un rato, era hasta gracioso verlo ahí, con la guardia tan baja, contrario a lo que solía ver. El hecho de estar ebrio le había puesto las mejillas totalmente sonrosadas, era algo único ver a Hannibal de esa manera. Fue en ese momento donde Clarice estuvo decidida más que nunca a fijar la fecha del matrimonio, apenas acabara el instituto.

"Château d'Yquem", decía en una de las botellas vacías, al menos Hannibal se había embriagado con un buen vino.

*******

Hola :v! Nuevo capítulo *al fin Cas, nunca publicas y encima nos dejas con intrigas y nada de finales felices* y una imagen que seriamente me derritió me dejó en un importante estado líquido (? Díganme que les ha parecido, en verdad ya tengo un final planeado pero no sé cómo llegar a él, el cerebro me hará kaboom :'c Pero disfruto cuando veo sus opiniones y me dicen cómo debería seguir. Gracias por todo y CVYSL!!! :'D

-SwiggityCas.





My therapist -(Hannigram)-Where stories live. Discover now