My therapist -(Hannigram)-

Capítulo 17

Lo único que pudo hacer fue voltear la vista hacia su derecha, dejando caer un poco la mano que se apoyaba hacia su izquierda en el asiento vacío. Al voltear su mirada, pudo encontrar la razón del golpe en su hombro. Era la cabeza de Will, el cual se había quedado profundamente dormido. Sus castaños y rebeldes mechones se las habían acomodado para caer suavemente sobre Hannibal, dando ganas de acariciarlos. Sus ojos se veían sellados, y las pestañas formaban una ligera forma de puente. Por alguna razón su rostro se veía muy apacible, como en completa paz. Quizá esta vez no esté teniendo pesadillas. Quizá hasta esté soñando algo bueno. Tal panorama tan hermoso daba a Hannibal ganas de fotografiarla, o de congelar el mundo ahí mismo. En verdad parecía que Will estaba teniendo dulces sueños.

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El clima frío dominaba el ambiente. Eso era agradable para Will, y más estando en su pequeña casa con su familia. Uno de sus pequeños se le acercó, con ojos brillantes.

-Parece que quieres una galleta- dijo esto y se fue hacia la cocina, seguido por detrás. En seguida uno más se puso como en fila, y la puerta sonó al abrirse. Era Hannibal con algunas compras para los pequeños que Will le había encargado.

-Al parecer vine justo a tiempo, se está acabando la comida. Eso es muy importante, ellos tienen que crecer- y señaló al de pelo castaño, que tenía la misma tonalidad que Will. Se parecían bastante. -Ya vayamos a comer, no te preocupes, yo cocino.

Al menos esta vez Will tendría un poco de ayuda, aunque le gustaba más hacerlo solo.

-...Bueno, gracias. ¿Tienes idea de por qué el que se parece a ti es el más alto?

-Será porque yo soy más alto, pásame la sal, por favor... Gracias

Will se detuvo a sentarse y cargar al de menor estatura, que tenía el pelo ondulado. Lo acarició con ternura y lo bajó para ir con el siguiente, el que era rubio y lacio.

-¿Y los demás? Se extraña el que estén correteando por ahí.

-Se los han llevado para su revisión anual, estos no van porque aún son pequeños. Es bueno que no hayan llorado o algo, no son tan energéticos como dices.

-... ¿Recuerdas que te dije que uno salió más alto porque se parecía a mí? Bueno, pienso que el otro se parece a ti porque es una de las cosas más tiernas que he visto en el mundo.

...

-¿Qué?

-No te pongas celoso, tu cachorro es una de las cosas más lindas que he visto en el mundo, pero la cosa más linda que he visto en el mundo eres tú.

El cachorro de pelo amarillo ladró una vez y buscó la mano de Will para lamisquearla.

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Will se había despertado, aunque no había abierto los ojos. Sólo estaba consciente. El sueño que tuvo fue uno de los pocos que no eran pesadillas, pero también fue algo ridículo. No entendía nada de la película que su cabeza le había mostrado. No se entendía a sí mismo. Lo único que sabía era que en el presente tenía cierta sensación cálida...

Tacto... Estaba apoyado en algo. Olfato... Todo el ambiente se hundía en un perfume refinado, no se podía decir que era desagradable. Oído... Solo el sonido de dos respiraciones. Su vista... Abrió los ojos y vio una camisa blanca en su cara, levantó un poco su cabeza y se encontró a Hannibal con un pequeño libro abierto, sostenido con una sola mano. Éste se dio cuenta que su compañero había despertado y volteó la cabeza, viendo un Will sonrojado y que se alejó inmediatamente, evitando a más no poder el contacto visual... O el contacto siquiera.