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Peter estaba parado mirándote reír con tus amigos, le daban ganas de acercarse a ti y hablarte. No es como si temiera que lo rechazaras, tú eras amiga de todos y nunca eras grosera. Él simplemente sabía que haría el tonto frente a tus amigos.
Él estaba tan concentrado, pensando en todas las formas en las que podría acercarse a ti, que no notó cuando dejaste a tus amigos y te acercaste a él.
-Hola, Peter. ¿No?-, dijiste, atrapándolo con la guardia baja.
Peter volvió a la realidad cuando le hablaste y cuando se percató que hasta sabías su nombre, una sonrisa estúpida se le formó.
-Si... Si, soy Peter-, dijo felizmente. Tú le sonreíste.
-Soy T/N. Parecías algo solitario aquí y pensé si... ¿No te gustaría algo de compañía?-, preguntaste. El vacilar mientras hablabas hiso notar que estabas nerviosa. Peter se veía sorprendido por un momento antes de asentir, entusiasmado.
-¡Si! Si, por favor. Si no te importa-, dijo nervioso. Los dos se quedaron parados, en un penoso silencio que duro unos segundos -. Entonces... ¿Quieres hablar e... ir a por un café?-, preguntó Peter, tragando sus nervios.
-¡Si! El café suena bien-, dijiste y los dos se fueron de allí, mientras tus amigos observaban la escena y se reían.
-Son tan tímidos-, dijo Jackson, el más alto de todos.
-Nunca la vi tan nerviosa-, rió Lily, tu mejor amiga.
-Se ven tan tiernos juntos. Seguro terminan juntos.
-Si no terminan juntos, yo los voy a obligar-, rió tu mejor amiga.
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