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Tony se había sacrificado por todos y, cuando lo viste salir del agujero, te volvió el alma a los pies pero, después de que Hulk lo haya tomado en brazos y lo depositará en el suelo, para ver que no respondía, te volviste a sentir mal.
-Tony-, gritaste y fuiste la primera en llegar a su lado.
Intentaste sacarle la máscara pero no tenías la fuerza suficiente, Steve llegó a tu lado y arrancó la máscara por ti. Estabas tan preocupada que ni siquiera te detuviste a agradecerle a Steve y tus manos fueron a parar a la cara del chico que amabas.
-Tony, despierta. Por favor-, sollozaste.
Sin pensarlo dos veces, te acercaste a él y lo besaste. Te separaste cuando, después de un rato, no te había respondido.
-No, no, no. Por favor, no-, murmuraste mientras movías tus manos frenéticamente.
Tu cerebro se nublaba y no eras capas de pensar en que hacer. Fue entonces cuando Hulk pegó un grito, que te hiso saltar en tu lugar, lo que al mismo tiempo, causo que Tony despertara.
-¿Qué diablos? ¿Qué sucedió? ¡Por favor, díganmen que nadie me beso!
Todos rieron y tú lo abrazaste.
-Espero que no te moleste Stark pero te bese-, dijiste.
-¿Hablas en serio?-, preguntó con los ojos abiertos y asentiste, tímida -. ¿Y esperas a que este inconsciente para hacerlo? Ven aquí-, dijo y, tomándote por sorpresa, te rodeo la cintura con sus brazos y te besó.
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