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No podías dormir, por lo que optaste por levantarte y mirar la televisión, esperando que te entrará el sueño de esa forma. Te acercaste al sofá para encontrarte con Bucky, mirando una película de zombies de segunda, con una botella en la mano.
-¿No puedes dormir?-, preguntaste con una sonrisa.
Él negó con los labios apretados.
-Asumo que tú tampoco. Hay más botellas en el frizzer.
Asentiste y fuiste a por otra botella. Te sentaste a su lado y ambos tomaron un largo trago de la bebida.
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-Esto si que no me lo esperaba-, dijo Tony entre risas.
Al entrar en la sala, se encontró con Bucky y contigo, cubiertos por una manta, abrazados y con un montón de botellas a su alrededor. Se acercó a tu oído y gritó tu nombre. Tú abriste los ojos de golpe y calmaste cuando viste a Tony.
-¿Tuvieron una buena noche, cierto?-, se burló él mientras tú te tapabas con la manta.
-¿Me pasas mi ropa, Tony?-, dijiste con la poca dignidad que te quedaba.
Los pantalones de Bucky se encontraban sobre la mesa, mientras que tu blusa y tu short se encontraban desparramados por el suelo junto con tu ropa interior.
-Lo siento, tengo cosas que hacer. Ya sabes, soy un genio-, dijo y se fue de allí.
No querías moverte, no fuera a ser que entrará alguien justo cuando estabas tomando tu ropa.
-Wow, esto es nuevo-, Pietro entró riéndose.
-Pietro, por favor, pásame mi ropa-, rogaste, sabiendo que tu amigo no te traicionaría.
Pietro tomó tu ropa y te lanzó, para salir de la habitación riéndose.
-Gracias-, murmuraste aunque él ya no estaba allí, mientras te vestías debajo de la manta.
-Hey, buenos días-, la voz de Bucky sonó a tu oído y tú sonreíste.
-Buenos días.
No esperabas que Bucky tomará tu rostro y te besará. Pensabas que todo quedaría en una noche, no te gustaba, pero ya te habías resignado. Sin duda alguna, te encanto ese tierno beso que deposito en tus labios.
-¿Esto significa que seguiremos?-, preguntaste, aún sin poder creerlo. Estabas acostumbrada a pasar una noche con alguien y al día siguiente seguir con tu vida como si nada.
Bucky te miró confundido.
-Claro que si. No soy ese tipo de persona-, dijo y volvió a besar tus labios.
-No sabes lo feliz que me hace saber eso-, dijiste con una genuina sonrisa en tus labios.
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