163. Parker

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Te encontrabas besándote con Peter, tu novio, en su habitación cuando escucharon a la tía May llamarlo. Ambos se levantaron de la cama y tú te escondiste bajo esta, ya que la tía May no sabía que estabas allí. Bueno, se suponía que no tenías que estarlo ya que Peter estaba castigado y parte de su castigo era que tú no podías venir a la casa.

Peter se sentó en su escritorio, se puso sus gafas y fingió que buscaba algo en esta cuando la tía May entró.

-Peter, ¿Puedes ir a buscar leche? Se acabó-, pidió y Peter asintió, sin desviar la mirada de la computadora. La tía May torció el gesto, ya que pensaba que la actitud de Peter se debía a que estaba enfadado con ella -. Peter, sabes que el castigo no durará para siempre y T/N podrá volver a venir como siempre, ¿No es así?

Peter miró a su tía y levantó sus lentes por sobre su frente y, después de hacer una mueca, asintió. Aunque no estaba enojado, no iba a negar que le molestaba que su tía no dejará traer a su novia a su casa.

-No puedo creer que ya tengas novia. Aún recuerdo cuando solías ponerte tus pantalones en la cabeza y correr por la casa. O cuando corrías desnudo por toda la casa porque no querías bañarte-, recordó la tía May con una sonrisa.

Te tapaste la boca, intentando aguantar la risa y te golpeaste la cabeza con la cama. Peter tiró algo al suelo, para tapar el sonido y, cuando se agacho a tomarlo, te miró mal, con sus mejillas sonrojadas.

-Tía, sabes que te amo, pero realmente tengo que terminar este informe-, inventó Peter y su tía, después de decir algunas otras cosas, abandonó la habitación. Peter se levantó, cerró la puerta y colocó la traba.

-Corrías desnudo, ¿Eh?-, reíste después de salir de debajo de la cama.

-Cállate-, negó con la cabeza Peter mientras se acercaba a ti. Sus brazos rodearon tu cintura y te acercó a él, pero tus brazos se posaron en su pecho, evitando la cercanía. Su mirada confusa hizo que sonrieras mientras llevabas tus manos hasta sus lentes.

-No sabés lo sexy que te vez con tus lentes, Peter-, comentaste antes de bajarles y ponerlas en su lugar. Él sonrió y te besó dulcemente.

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