Capítulo 12.

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Éramos jóvenes. Más jóvenes que ahora. En nuestra juventud él no era el típico rico, atleta, patán, engreído del que todas las chicas de mi edad caían rendidas de obsesión; de hecho, era todo lo contrario. Era sólo el guapo que todas notaban pero nadie quería por lo diferente que se mostraba. Diferencia por la cual me tenía fascinada. En personalidad él no era nada semejante con los que me atraían normalmente, pero me encantaba de una manera inquietante. No dormía en esos primeros días que me empezó a gustar, me desvelaba maquinando un plan para volverlo a ver en secreto. Cuando conciliaba el sueño soñaba con sus labios. Esos labios carnosos y delineados en una hermosa sonrisa. Se me hacía imposible mirarlo en sueños y no besarlo. Con su piel clara era totalmente acertado en mi gusto por la discrepancia de tonos cuando uníamos nuestras manos. Ni hablar de su mirada... ¿cómo no idolatrar esos ojos cristalinos de miel pura? No quería que nadie descubriera que su mirada penetrante lo hacía lucir más hermoso con la luz del sol. Por él conocí el auténtico significado de la palabra sexi. Era demasiado para mi control cardiaco cuando se ponía a mi lado y comparábamos alturas, ganándome él por varios centímetros que lo hacían parecer inalcanzable.

Una vez me preguntaron si creía en la perfección, yo me burlé en la cara del que preguntó. Me reí con tanto placer para disimular la respuesta que tenía en la punta de la lengua y ésta me hacía cosquillas por la verdad que pedía ser revelada. Si hubieran hurgado mejor en mi reacción, hubieran sabido que la risa era por mí, que yo me reía de la ironía en la que estaba involucrada, porque la que no creía en perfección... la encontró en él.

Hubo varias veces que nos ubicábamos en el mismo sitio pero él nunca se dio por enterado. En esas ocasiones disimulé mis manos temblantes, oculté mis sonrisas radiantes, cambié mi respiración agitada, controlé mi corazón acelerado y me escabullí entre las personas para no verlo de frente. A él no se le cruzaba nunca por la mente cuántas veces tuve que cambiar de rumbo e ir por otro lado para no alcanzarlo. Creo que con el paso de los años aprendí a controlar mis ganas de correr hacia él y no soltarlo.

Lo acepto. Una vez cedí al impulso y lo seguí. Cuando lo vi no comprendía cómo es que las promesas entre los dos se debilitaron, se desvanecieron en cenizas, se volaron junto con el viento; no aceptaba que había llegado el famoso "olvidar" en contra corriente con representación helada. ¿Olvidar es qué? Supongo que es cuando avanzas pero sientes que te hace falta algo, devisas y devisas pero no puedes recordar, entonces sigues y existe esa incomodad en la mente por la cual no puedes estar tranquilo. Por él es esa incomodidad que me acompaña en cualquier camino.

Me temo que siempre lo amaré en secreto.

***

Cuando salgo del avión y me dirijo al área de equipajes, no me sorprende que el aeropuerto esté rodeado de paparazis tomando fotografías a diestra y siniestra de mi arribo a New York. Afortunadamente traigo puestas unas gafas que evitan que los flashes irriten mis ojos. Se suponía que mi vuelo desde Londres saldría al medio día, pero se retrasó unas horas y ahora estoy aterrizando en la madrugada. Estoy cansada, tengo hambre, tengo resaca por lo que bebí durante el viaje, necesito desesperadamente una ducha y no tengo ganas de socializar con reportaremos. Igualmente qué me valdría si ellos sólo exponen malos juicios para mí. En esos tabloides no hablan de mi carrera a menos de que sea un anuncio publicitario que fue pagado para ser promocionado, ellos sólo quieren mostrar mi vida de excesos y supuestos romances con hombres que no conozco pero son conocidos —como yo— por sus escándalos.

Mi mente esta ida y no tomo en cuenta a ninguno de ellos. Jamás había sido así de asediada por el medio. Los guardias de seguridad del aeropuerto se hacen cargo de ellos mientras intentan alejar sus micrófonos y cámaras de mí. Nunca he tenido guardaespaldas, pero debería considerar tenerlo después de hoy y todo lo que se me viene. Este caos será mi habitualidad durante los siguientes días.

Las morenas preferimos a los rubios.Where stories live. Discover now