Capitulo 34

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Llegaron a casa donde Felicity los estaba esperando, sentada en el salón juergueando con su tablet. Algunas veces Oliver había sentido la necesidad de tirar ese endiablado cacharro por la ventana a pesar de que gracias a él, su chica IT había podido acceder a múltiples bases de datos que habían le habían ayudado en su trabajo como Arrow. Pero era allí cuando llegaban a casa y ella se perdía en su mundo cibernético cuando quería deshacerse de él.

Esta vez sin embargo no había tenido que llamar su atención, en cuanto ella escuchó el sonido de las pisada sobre el suelo de madera, apagó la tablet y se acercó a ellos.

—¡Oh madre mía! —exclamó compungida al verle la cara al niño; puede que él hubiera comenzado la pelea pero desde luego también había recibido. Tenía sangre en la nariz y sobre el labio inferior y la sombra de lo que sería un curioso moratón se empezaba entrever sobre el pómulo—. Será mejor que te cure eso.

Le agarró de la mano obligándole a ir hacía el baño que estaba situado muy cerca del despacho que Oliver poseía en la mansión. El botiquín estaba repleto de material médico en caso de cualquier tipo de emergencia; desde antiséptico hasta hilo de sutura por si se le saltaba algún punto.

Este les siguió y vio como su hijo obedecía dócilmente las ordenes de su chica; no parecía capaz de haber empezado una pelea.

—¿Me vas a decir que ha pasado exactamente? —le preguntó Felicity mientras retiraba la sangre de su magullado rostro.

Connor hizo una mueca de dolor cuando sintió el roce de la gasa en el labio. Había sido tan tonto de morderse él mismo, pero ¿Quien creería eso con el resto de la cara marcada por los puñetazos de Thomas?

—Me defendía —masculló.

—¿Estás diciendo que empezó el la pela?

—Thomas dijo... —dudaba si decir lo que el otro chico le había dicho, era una tontería, el hecho de que su padre y Felicity hubieran abandonado sus trabajos para estar con él lo demostraba.

—¡Eh! —ella se había puesto de cuclillas para quedar a su nivel y verle directamente a los ojos— ¿Qué es lo que te dijo?

—Que soy un estorbo, que me dejareis en un internado tan pronto os caséis para que podáis para que tengáis más hijos sin que yo esté en medio.

—Connor tú no eres un estorbo —le aseguró su padre entrando finalmente en el cuarto de baño a pesar de que estuvieran algo justos.

—Pero vosotros os vais y me dejáis aquí solo...

Oliver y Felicity se miraron, en sus rostros se veía la culpabilidad de haber causado esa desazón en el niño. No podían decirle el autentico motivo de sus repentinos viajes o cenas de negocios, el Team Arrow era un secreto demasiado grande para un niño de diez años.

—Por mi me quedaría todos los días aquí contigo, pero los mayores no siempre pueden hacer lo que desean —ella fue acariciando suavemente su pequeño brazo— Tengo una idea —anunció— Ve a cambiarte mientras tu padre y yo preparamos un chocolate caliente.

—¿Con marshmallows? —preguntó esperanzado, las nubes de azúcar eran su caso favorita del mundo mundial.

—Cargadito —Felicity le guió un ojo con complicidad.

Bastante más calmado tras las declaraciones de su padre y su... y de Felicity se marchó para cambiarse el uniforme manchado de sangre y barro. Un chocolate con nubes era lo que le hacía su madre cuando estaba triste; no quería llegar a olvidarla pero ella no estaba...

—¿Estás segura que está bien premiarle después de lo que ha pasado? —preguntó Oliver una vez que se quedaron los dos a solas en el baño.

—No, pero tampoco lo hemos hecho muy bien si ha sentido que nos queremos deshacer de él ¿no crees?.

Cuando estés listo llegaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora