Capitulo 2:dia 133.

282 21 0
                                    

Dicen que no hay nada como dormir y dormir sin parar durante horas y horas. Y eso es verdad.
Me levante tarde pero todo fue gracias al ruido del timbre que no paraba de sonar.
-¡Pedro!-grite.
No pasaba nada.
-¡Pedro!-insistí.
Seguía sin ocurrir nada.
-¡Gracias devuelta Pedro!
Me vestí y baje para abrir la puerta.
Cuando me acerque esperaba escuchar alguna risa de alguno de los amigos de mi hermano.
Abrí la puerta con pocas ganas. Cuando lo hice recibí la peor sorpresa que podía haber recibido.
-¡Guau! No sabia que estabas durmiendo. Supongo que tanto viaje afecto tu rutina-dijo una voz seductora que ya conocía.
-¡Ay no!-dije intentando cerrar la puerta cuando el me detuvo.
-¡Ay si!-dijo el y reabrió la puerta-¿cuando pensabas decirme que te ibas?-pregunto.
-No, por favor devuelta no Damon-dije.
-¿Por que no?-pregunto arqueando una ceja.
Su mirada seguía siendo igual de interesante que siempre.
-No deberías haberme seguido hasta acá Damon.
Enserio, ¿Como mierda sabia donde vivía? Jamas le había contado nada sobre mi casa ni sobre esta ciudad.
-Solo espero que no me hayas utilizado para pasar tus vacaciones Helena-dijo el con una mirada de superioridad- Pensé que la habíamos pasado bien juntos.
-Si, la pasamos muy bien juntos pero no quisiera que andes merodeando por acá.
-Pero por favor, allá nos veíamos todos los días en cualquier lado y nunca hubo problema.
-Es que no lo entenderías Damon, eso paso porque era allá. Acá es distinto.
-Odio tu maldita doble vida Helena-dijo tomándose una pausa-¡Mentira!-dijo largándose a carcajadas- ¡me encanta! De verdad me encanta. Ahora si no te molesta me gustaría entrar y conocer tu otra casa.
El entro antes de que diga algo o de que pudiera sacarlo.
-Bonita casa, esta es mucho mas grande que la que tenias allá. Espero que podamos hacer aunque sea la mitad de lo que hicimos en la otra-dijo mientras recorría con la vista toda mi casa y al pronunciar la ultima oración me miro.
-¡Basta Damon! Enserio, lo que paso allá se quedo allá-dije.
Se giro y se acerco a mi.
-¡Guau! De verdad no me queres acá. Solo quiero saber algo, ¿estas diciendo que ya no sentís nada por mi?¿Que quisieras terminarlo todo?-pregunto mirándome a los ojos. De repente inclino levemente la cabeza hacía un costado y arqueo las cejas esperando una respuesta.
-Eso me esperaba-dijo poniendo sus manos en mi cintura-Sigamos con lo nuestro Helena.
Mierda. No sabia que decir y de verdad me seguía interesando. Si bien lo nuestro no fue algo serio, no puedo negar que fue divertido y que me dio uno los mejores momentos que podría recordar. Pero, ¿Estaría bien mantenerlo en mi presente y futuro?
No lo se. Solo tendría que probar. Aunque no esperaba que lo nuestro pasara de un solo día. Cuando lo conocí era un chico muy seductor, y ocurrió en una fiesta. De una sola noche pase a encontrarlo otra vez, y de ahí a aparecer con su numero de celular, recibir sus llamadas y juntarnos todos los días.
En fin, no esperaba verlo otra vez allá, y mucho menos acá.
-¿Helena?-me pregunto.
-Deberías irte, enserio. Recién llego y necesito ubicarme y actualizarme sobre lo que paso acá-le dije un poco molesta por su repentina aparición.
El se cruzo de brazos y con coloco una mano sobre su barbilla de forma que se notaba pensativo.
-Bien, me voy-dijo con una sonrisa.
-Hablo enserio.
-Yo también-insistió caminando hacia la puerta-¿la abro yo o vas a ser tan elegante como para darme una despedida?
Le abrí la puerta para acelerar su desaparición.
-Mmm, todavía te gusta despedirme. Aunque lo tuyo nunca fueron las despedidas-dijo de una forma irresistible.
Empuje la puerta para apurarlo.
-Bien, bien. Ya entendí. Me voy Helena-dijo un poco sorprendido.
El se alejo y vi que se dio vuelta para verme y sonrío. Esa sonrisa significaba algo, al igual que su aceptación al no. El no se rendía nunca, lo cual significaba que estaba tramando algo. ¿¡En que me metí Dios!?
Cerré la puerta.
Hizo falta que camine unos cuantos pasos para que finalmente suene el timbre. Con fastidio frene en el lugar y me queje. Lleve mi mano derecha a la cara y gire la cabeza de forma que estaba negando. No podía ser. Fui de mala gana a abrir la puerta.
-A ver, ¿que parte de acá no no entendes? ¡No quiero que vuelvas!-le grite al que estaba del otro lado de la puerta.
-¿Así recibís a tu mejor amigo?-pregunto Freddy.
-Perdón-dije tapándome la cara nuevamente- estoy un poco tensa.
-¿Puedo pasar para ayudarte?-pregunto.
Asentí y el me abrazo. A continuación entramos juntos. Pero al entrar recordé a Damon. Fui corriendo a la puerta para asegurarme de que el no este por ahí. Mire a ambos lados de la calle y nada. Cerré la puerta despacio y mas tranquila.
-¿Que te pasa Helena? ¿Estas bien?-me pregunto Freddy.
-No es nada.
-Estas un poco exaltada y preocupada.
-No es nada, enserio.
-Eso espero.
Freddy paso la jodida noche conmigo. Prácticamente de la misma forma de la que lo pasamos hace unas semanas atrás, pero sin que pase nada. Eso ya era pasado, y no volvería a ocurrir.

El chico del fondoWhere stories live. Discover now