Capitulo 29:dia 232-Punto de vista de Helena.

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Unos gritos me levantaron de mi cama.
Mire a mi costado, Damon no estaba allí; probablemente el había gritado,  pero estaba lo suficiente dormida como para no saber si era su voz.
Intente levantarme de la cama. Intento fallido. Volví a intentarlo y lo logre.
Salí de mi cuarto y baje las escaleras en búsqueda de Damon y del grito. Escuche un portazo y un grito de Damon que no alcance a entenderlo.
Estaba parado con la puerta abierta. Me acerque a el y lo abrace por detrás.
-Buenos días-dije con voz de dormida.
El tardo en reaccionar, pero cuando lo hizo, acaricio mi mano derecha con su izquierda.
-Buenos días tigresa-dijo cansado.
-¿Estas bien?-pregunte.
-Si, estoy bien-se limito a responder.
-¿Que hacías en la puerta?-insistí en búsqueda de información.
-Nada, me pareció escuchar timbre y baje. Seguro fueron unos niños solo para molestar-dijo cerrando la puerta.
-A lo mejor fue mi hermano o alguno de sus amigos-dije-No te enojes por eso.
-Ya esta todo bien, de verdad-dijo al voltearse y darme media sonrisa-Ahora vamos a cocinar algo princesa, a ver quien gana.
El se dio media vuelta y empezó a correr hasta la cocina.
-¡Que chica lenta tengo!-dijo provocándome.
Corrí intentando ganarle y vi que aumento su velocidad.
-¡Ja! Competitivo-murmure.
El sonrío y miro de reojo.
Llego primero y me esperaba desde ahí inclinado sobre una mesa.
-Lenta, lenta, lenta-dijo negando con la cabeza.
-Podría haberte ganado si quería-dije.
-Si, seguro-su mirada dejo de enfocarse en mi para mirar todo.
-Es enserio.
-Claro que si princesa-miro sus manos.
Mire para todos lados buscando una respuesta mejor.
-Podría haberme sacado la ropa y dejabas de competir.
Su expresión cambio y volví a tener su atención y otra sonrisa rebelde.
-Podrías hacerlo ahora mismo-dijo provocando y acercandose.
-Ya no tiene sentido, ganaste-dije sentándome sobre la mesa donde antes estaba apoyado Damon, y mirando para el suelo mientras inclinaba mis piernas.
-Todo tiene sentido diamante-se acerco hasta quedar cara a cara-y por eso te quiero.
El me beso y le respondí colocando mis manos sobre su cara mientras el las ponía sobre la mesa.
Me aleje.
-No te creas que lo haré ahora.
-No pedí que lo hicieras ahora.
-Lo dijiste hace un rato.
-Pasado pisado, ¿verdad?-su expresión volvió a cambiar y se puso serio.
-Supongo-dije insegura.
El me dio la mano para bajarme y lo hice.
-Cocinemos-dijo abriendo la heladera.
No le di importancia, era un mínimo detalle que no parecía interesado en compartirlo, por lo menos conmigo.
Luego de varios minutos en silencio, parecía dispuesto a hablar.
-No sonaste muy segura-dijo.
-¿En que?-pregunte.
-Cuando me dijiste que era verdad lo de pasado pisado.
-Son dichos, a parte dijiste que no seguía pendiente tu pedido.
-Lo decía en general.
-No podría hacerlo general-dije buscando la mirada que hace varios minutos evitaba.- No te entiendo.
-Olvídalo guapa.
Damon se había dormido gran parte de la tarde sobre mi regazo mientras le acariciaba el pelo.
Lucia mucho mas tranquilo que de costumbre aunque sabia que por dentro tenia miedos e inseguridades que no quería sacar a la luz.
Desde el sillón donde nos encontrábamos podía ver como desaparecía la luz de la ventana y como cada vez había menos cosas interesantes en la televisión.
Volví a hacer zapping en un intento fallido y me rendí ante la tentación de Netflix. Oh maldita sea, he aquí mi perdición. Con un simple toque en el control, seguido de un sonido ya me encontraba con un montón de películas y series en mis manos.
Puse una película bastante extraña, era de drama. El nombre no era la gran cosa, tampoco lo era la carátula, pero la descripción llamo mi atención y termine viéndola.
Me pareció que Damon murmuro algo e intente bajar el volumen. Nada. No pude escucharlo.
Volví a subir el volumen.
La protagonista se adentro en un bosque, había escuchado un sonido y la muy idiota entro igual. ¡Genia! La aplaudí mentalmente.
-Te amo Helena-murmuro Damon.
Una especie de sonrisa salió en mi rostro. Baje el volumen para seguir escuchando.
-Por favor, nunca me dejes solo; se que no soy el único pero siempre estoy y quiero que me quieras como te quiero-se corto.
Hoy era el día del cambio continuo de expresiones. Me altero un poco su comentario, me hizo sentir mal.
-Yo solo quiero ca-se corto y se movió.
Abrió los ojos. Estaba nervioso, seguro se dio cuenta de lo que paso.
-¿Estas bien?-pregunte.
-Claro.
Se estiro y se quedo mirándome. Se río falsamente.
-Que sueño loco tuve-dijo.
-Estabas hablando.
-Me voy a buscar algo para tomar.
Acaricio mi mejilla y se fue.
Me estaba evitando porque ya sabia que lo escuche.
El creía que no era el único y una parte de mi estaba segura que solo lo amaba a el y de que el era todo lo que necesitaba, pero otra parte mía muycuriosa me pedía que busque a Halton.
El volvió con un vaso en su mano y se sentó mas lejos.
-¿Damon...?-pregunte cruzada de brazos y aun sorprendida.
-¿Que raro no? Quiero decir, el agua se mueve cuando el vaso se mueve y se queda quieta cuando el también lo hace.
Estaba dispuesta a hablar pero cuando vio que abrí la boca siguió hablando.
-Es una especie de atracción mutua muy rara-el se animo a mirarme a los ojos-como la nuestra. Creo que despertó mi curiosidad científica inexistente. Cada día se aprende algo nuevo.
El se levanto y dejo el vaso en la mesa.
-¿Estas diciendo que tenemos una atracción rara?-pregunte.
-No es lo que quise decir, bueno, quizás si-dijo.
Sonó el timbre y abrí. Freddy se abalanzo sobre mi en un abrazo. Estaba bastante segura que estaba haciendo muecas a Damon.
-Freddy, te abalanzaste sobre mi sin saber quien era.
-Estaba seguro de que vos ibas a abrir-dijo tranquilo.
-¿Y si era Damon?-pregunte.
-Ese adorno no me iba a abrir.
-¡Freddy!-le grite al soltarlo.
-¿Que?
-¡Es mi novio!
-¡Soy su novio!-grito Damon.
-Eso dice ahora, en cuanto tenga la oportunidad te dejara.
-¡Freddy!-volví a gritar.
-Helena no te defiende-dijo Freddy rematando.
-¿Puede irse?-pregunto Damon-estábamos bien sin el.
-No,  es mi mejor amigo.
Damon se quedo serio mirándome y empezó a irse a otro lado de la casa.
-Damon, no quise hacerte enojar.
-Me da igual, ¿podemos hablar?-miro Freddy a Damon- en privado.
Damon se sentó en las escaleras y nosotros subimos hasta mi cuarto.
Al llegar cerré la puerta.
-Con llave-sugirió.
-Freddy,  te aviso que estas insoportable.
Cerré con llave y nos sentamos en mi cama.
-¿Que paso?-pregunte.
Freddy se largo a llorar sin poder aguantar mas las lagrimas que empezaron a caer en sus mejillas.
-Beth me dejo-dijo casi sin aliente y con una carga pesada en cada palabra.
Lo abrace intentando consolarlo.
-¿Que paso?-pregunte.
-No lo se. Simplemente me dejo por teléfono.
Freddy y Beth ya no estaban juntos. Era una cosa rara de asimilar. Mi pareja favorita en este mundo ya no existía mas. Sentí el dolor de Freddy y una especie de enojo comenzó a circular por mi cuerpo.
-Voy a hablar con ella-dije.
-No hace falta Helena.
-Si, necesito saber que paso.
-No intentes solucionar estas cosas, no quiero que se enojen.
-La vas a recuperar Freddy, te lo aseguro; son el uno para el otro.
-Eso es lo que mas me duele, que ella no lo puede ver como lo veo yo.
-Si te dejo sin sentido es porque sos mucho para ella.
-Helena, por favor, no.
-Yo te voy a revivir. Vas a pasar el fin de semana con nosotros.
-Con Damon no.
-Bueno, conmigo.
-Helena-susurro.
-¿Que?
-Olvídalo.
-Ahora me lo vas a decir-dije.
-Dije que lo olvides-dijo Freddy recostandose sobre la cama.
-Mira, se que parece imposible, pero yo pase por algo similar-tome una pausa-con Halton-tome otra pausa mas densa pero me sentí mas libre al haberlo dicho-y se que vas a sobrevivir, y que en algún momento, muy lejano, pero será en algún momento al fin, te vas a sentir mejor y mas vivo que nunca por el simple hecho de que quedara en tu memoria como alguien que te convirtió en quien sos y la recordaras con cariño, sin rencores.
-Pero ella es...-dijo Freddy mientras yo lo interrumpí.
-Dije sin rencores.
El asintió y se levanto casi sin ganas. Me abrazo y se dirigió hacia la puerta.
-¿Que estas haciendo?-pregunte.
-Me voy-dijo sin mirarme y se notaba el peso de sus palabras.
-Dije que te quedarías el fin de semana-repetí.
-Te escucho Helena, no hace falta que repitas las palabras.
-Pero no me haces caso.
El no respondió e insistió en irse, a lo que me levante y lo agarre del brazo.
-Ahora soy yo el que quiere saber que estas haciendo.
-Dije que...-me interrumpió.
-No mas "Dije que"-dijo imitándome.
-En primer lugar, se que estas enojado, pero no te la agarres conmigo. En segundo lugar, te vas a quedar, no te voy a dejar ir en estas condiciones.
-¿En que condiciones?-pregunto mirándome con cara de desesperación.
-Ya sabes la respuesta.
Miro para todos lados, sobre todo al suelo en unas cuantas ocasiones.
-Lo siento-dijo en voz baja.
-No lo digas.
-Me quedare-dijo arrepentido y rendido.
Baje con el las escaleras y lo vi a Damon apoyado en la pared que daba al patio.
De pronto nos vio, pero no se movió de ahí.
-Veo que al fin decidieron venir-dijo Damon.
Seguía ofendido.
-Ahora no Damon-dije sin ganas de una escena de celos.
-Nunca es el momento-dijo el apenado.
-Damon, te digo que ahora no.
-Esta bien, creo que me hoy-dijo mientras se fue a la puerta principal-Adiós Helena.
Damon estaba cerrando la puerta pero corrí tan rápido que llegue a trabarla para que no pueda cerrarla.
El se desconcertó pero vi por la abertura que no cambio su expresión.
-No voy a rogarte que te quedes, pero el es mi mejor amigo y en estos momentos necesita mi ayuda. Estaría bueno que te quedaras, pero sin hacer chistes en su contra, el esta mal enserio.
El lo pensó.
-¿Queres que me quede?-pregunto.
-Estaría bueno que si.
El entro y me abrazo.
-Gracias-dije por lo bajo.
El asintió y se adentro a la casa.
Al darme vuelta, lo vi a Freddy contemplando lo sucedido.
Me acerque a el.
-Se que me cae mal, pero no quisiera que lo pierdas como yo la perdí-dijo con dolor.
-No va a pasar eso, nos queremos demasiado-dije.
El me miro y me percate de mi error.
-Lo siento, me exprese mal. Quise decir que cada tanto hay problemas pero que yo me encargaría de que el nunca me deje-el me miro aun confuso-A lo que voy es que yo no le voy a cortar.
El se quedo pensativo pero aun seguía mirándome, eso hizo que arquee mis cejas.
-Sos demasiado buena Helena. Debería habérmela jugado por vos en vez de guiarme por lo que esta permitido y lo que no-confeso.
-¿Tomaste algo mientras estuve afuera?-pregunte confundida entre risas.
-No. Los dos sufrimos y seguiremos sufriendo por amor, porque los otros no nos entienden y jamas podrían hacerlo porque no son así.
-Emm-dude-No se a que queres llegar pero no hay permitidos y no permitidos en el amor. Solo es cuestión de animo y valentía-dije.
El me beso sin mas y aun así note como caía una lagrima por su cara. Me tomo por la cintura y me acerco a el, pero yo nunca le respondí y lo aleje.
-No, Freddy. Esto esta mal. Tengo novio y lo amo, ademas estas sensible y se nota que todavía seguís pensando en eso.
-Vos lo dijiste, todo es cuestión de animo y valentía. Deberíamos irnos de viaje juntos y olvidarnos de todos.-propuso desesperado.
-Claro, algún día iremos de viaje, pero como mejor amigos y probablemente con nuestras perspectivas parejas o solos pero siempre como mejores amigos.
El entendió mi rechazo.
-¡Genial! Rechazado dos veces en el día y por dos personas distintas siendo mi mejor amiga una de ellas.
-¡Ahí esta!¡lo dijiste! Soy tu mejor amiga-dije.
El lo medito y cayo en la cuenta de todo.
-¡Que estupido! Parezco tan fracasado. Sos mi mejor amiga, no se que estoy queriendo hacer. Así voy a arruinar nuestra amistad-dijo dando vueltas en círculos en el mismo lugar.
-Tranquilo, te dije que estaría con vos todo el fin de semana y lo que sea necesario-repetí agarrándolo de los hombros de forma muy firme e intentando que cada palabra quedara grabada en su mente.
-No hemos pasado ni un día y ya la arruine.
-No te preocupes. Soy consciente de tu estado. Todo va a estar bien.
Lo lleve hasta el cuarto de invitados y lo acosté a dormir.
Mientras esperaba a que se durmiera, me quede recostada sobre el marco de la puerta.
Damon subió y me vio.
-Pensé que estarías en tu cuarto-dijo-Ha pasado como media hora desde que te perdí de vista,¿Que paso princesa?
El se sentó al lado mío.
-Nada que quisieras saber-no le gusto la respuesta y eso me obligo a responder algo coherente-la esta pasando mal y nos necesita hasta que este bien.
-¿Me estas incluyendo?-pregunto.
-Me gustaría que fueras parte de esto.
El asintió.
-Ayudando al que me odia-dijo con sarcasmo-lo que hago por vos eh.
Se levanto y lo vio acostado. Me levante.
-¿Esperabas hasta que se durmiera?
-Si.
Lo tape ahora que estaba dormido así no tenia frío.
-¿En que momento nos convertimos en padres y porque no me dijiste que estabas embarazada?¿Con quien me engañaste diamante?-pregunto a modo de broma.
Sonreí y el me tomo del brazo.
-¿Deberíamos ir por el hermanito? Yo diría de completar la parejita y que esta vez no venga tan grande y que me quiera.
Lo bese y deje mis brazos en sus hombros.
-Aun no planeo tener hijos Damon. Aun así me gusta la idea de la parejita.
El sonrío.
-A mi me gusta la idea de que sean nuestros.
Camine hasta mi cuarto incitando a que el también entre.
El siguió mis pasos y sonreí sin que pudiera verme.
Me di vuelta cuando llegue a la cama y el me beso de forma tierna.
Pero claro que no estaba buscando tener sexo, mi amigo estaba en la habitación de al lado.
Salí al balcón y me apoye sobre la baranda. El no me había seguido, pero luego de un rato si lo hizo y me abrazo por detrás. Damon apoyo su cabeza sobre mi y se perdió en la nada misma como me había ocurrido.
Me inundaban los pensamientos de todo tipo, hasta llegar a pensar en todo lo que vivi acá.
Todo lo que hice me guío a donde estoy. Mi forma de vida me hizo quien soy. Todas las personas que conozco tienen un punto en común, porque cada persona se siente atraída por un tipo de personalidad en particular; y sobre el va a girar su entorno. Ademas, todas las personas llegan a mi vida por algún motivo. Yo llegue a la de ellos por algo, y ese algo me llevo a una conclusión que me hizo sonreír.
Damon se dio cuenta de mi sonrisa.
-¿Por que sonríes?-pregunto el desconcertado.
-Porque estoy donde tengo que estar-dije con orgullo sin dejar de sonreír.
Y así era, ni un minuto mas ni uno menos; era el lugar y el momento indicados.
Luego de un rato, lo bese y me fui. Me iba a dormir, pero antes quería quedarme un rato sentada en la cama mirándolo.
Parecía tranquilo, estaba muy quieto; sin embargo, lo vi sacar un cigarrillo luego de un rato. Se puso a fumar. Aunque pareciera tranquilo, se ve que no lo estaba. Realmente estaba tenso, y necesitaba privacidad. Me di la vuelta y me acoste para dormir.

El chico del fondoWhere stories live. Discover now