Capitulo 9:dia 9.

1.1K 45 2
                                    

Pedro se había quedado a dormir en la casa de uno de sus nuevos amigos. El dijo que pronto los invitaría. No quiero ver la casa llena de chicos, no es que me molesten, es mas, a veces es mejor tener amigos que amigas.
Claro que no tengo preferencias, no podría.
Esta mañana solo tenia que ocuparme se mi. ¿Como podría ocuparme de mi si solo tenia a mi mente pensando sobre lo que paso ayer?. Me levante pensando en Halton. ¿Por que me pasa esto?. Lo conozco hace solo unos días. Aunque en cierta forma soy la nueva y la única que lo conoce.
Me levante molesta por no poder controlar mi mente. Me duche durante un buen rato y me di cuenta que había dejado la ropa en mi cama. Tuve que volver desnuda hasta allí. Me puse un short negro y una remera negra con una calavera, quizás le gustaría a Halton. Es uno de sus colores favoritos y va con su estilo. ¿En que estoy pensando?. Me gustaba esa ropa, pero estaba vistiéndome de acuerdo a lo que a el le gustaría, o por lo menos a lo que yo pensaba que a el le gustaría. No lo voy a hacer. Me saque la musculosa y me puse otra que era rojiza. Baje las escaleras y cuando estaba tomando mi jugo, me di cuenta que otra vez estaba vistiéndome de acuerdo a sus colores favoritos. Debería odiarme y de hecho me estoy detestando. Soy idiota. Lo se.
Subí cantando para alejar todos mis pensamientos y concentrarme únicamente en lo que hacia. Tome mi mochila y mi reloj. El Iphone decidí llevarlo por las dudas. Pedro era un gran hermano. No solo me trajo la mochila, sino que también la armo para mañana. Como no amarlo. Pedro sos un genio.
*
Estaba llegando a la escuela. Cuando pase por el garaje, una mano hábil me levanto y me sentó detrás de el. Era Halton, y con algún tipo de fuerza que pensé que nadie podría tener como para hacer semejante cosa, me sentó detrás de el, en su moto. La dejo y me arrastro hasta una parte oscura en la que nadie nos vería.
-¡Guau! Me gustan esos colores.-dijo inspeccionandome de arriba a abajo.
No sabia que decir. Me sorprendió su reacción.
-Gracias. Vine para conquistar chicos.
-Ah no, eso no.
-¿Por que?
-Esta tu hermano.
-¿Y que? El mismo dijo que quería que conociera a alguien acá.
-Y si que los conociste, ya tienes amigos: Roy y Melisa.
-Me refería a chicos.
-¿Y Roy que es?
-Vamos, me refiero a un novio.
-Pedro no dijo que quisiera que consiguieras novio.
-¿Y como sabes eso?. No estabas cuando hablamos ni tampoco sos el.
-Bueno, pero...-se tomo unos segundos. No sabia que decirme-por las dudas no lo hagas. No sabemos si eso era lo que el quería. A lo mejor no quiere que tengas novio en esta ciudad.
-Bueno, que el no quiera no significa que yo no tenga que hacerlo.
El me tomo mi mano derecha y se me acerco.
-No lo vas a hacer-me dijo mas cerca que nunca. Unos pocos centímetros separaban nuestras caras.
-¿Como sabes que no lo voy a hacer?
-Se que no lo harías.
-Me estas desafiando Tom.
-Por fin no me decís Halton. Aunque me gusta que me nombres.
-¿Por que?
-Por que siempre que escucho Halton son retos de mis profesores o compañeros hablando de mi. Creo que no les agrado.
-A mi si.
-Pero se que hablas de mi.
-No sos el centro.
-No, claro que no. No busco serlo. Nunca quise eso.
-¿Y que buscas, que es lo que queres ser?
-Ya vas a ver-dijo sonriendo y alejandose-Por cierto, acordate de que nos llevamos mal y de que me llamas Halton.
El me estaba provocando. El quería que yo cayera en su juego. Quizás lo que me dijo ayer era una carta de el, aunque parecía real. No, no creo que sea una de sus cartas. Solo tengo que esperar.
Me había quedado unos minutos allí, con la maldita respiración entre cortada. ¿Por que me hacia esto?. Yo y mis malditas incógnitas.
Entre al colegio, subí las escaleras y entre al aula.
-¡Helena!-dijo Roy corriendo a mi para abrazarme.
-¡Roy!-dije sin entender nada.
Mientras el me abrazaba lo vi a Halton. El chico del fondo me estaba controlando. Su mirada me decía que me estaba vigilando y que quería que me controle. Claro que no iba a jugar su juego. Iba a crear el mío, donde yo elegía que hacer. Subí mis brazos hasta la espalda de Roy y el bajo las suyas hasta mi cintura. Lo volví a mirar a Halton, estaba incomodo, muy molesto. No paraba de moverse en su asiento.
-¡No sabes lo que me paso!-dijo Roy emocionado.
Roy me hablaba muy cerca mío. Al terminar de abrazarnos en el centro del aula donde habían pocas personas, ninguno de los dos nos habíamos corrido mucho.
-¿Que paso?-le pregunte al mismo tiempo que dirigí mi vista a Halton. El estaba molesto, mas que eso.
-Vinieron mis primos a visitarnos. Ellos vienen de Australia.
-Eso es genial. ¿Que paso?-pregunte mostrando entusiasmo en algo que aun no veía lo genial.
Roy comenzó a hablarme y no pude escucharlo. Estaba concentrada en lo que Halton hacia. El se había levantado de su asiento y se estaba acercando. Escuche algo de lo que decía Roy, dijo que le trajeron regalos de su viaje. Lo ultimo que dijo fue:estuvo genial. Ahí fue cuando vi a Halton cruzar en el medio de ambos. Nos empujo para que nos alejáramos y tiro algo en el tacho, era un plástico.
-Lo odio-dije fingiendo que me caía mal cuando en realidad solo quería reírme de lo bien que funciono mi plan.
-Ay no. Otra vez esos plásticos.
-¿Que plásticos?
-Los envoltorios.
-¿Envoltorios?
-Si, de sus cajitas de chicles. También come de los que vienen en barras. De hecho come todo tipo de chicles.
-Bueno bueno. Todo el mundo se sienta-dijo un profesor que nunca antes había visto.
Era el profesor de informática. Durante toda su hora me senté con Roy y no parábamos de reírnos. Me contó devuelta lo de sus regalos y sobre otras cosas mas. Note algo raro en el. Había faltado Melisa y de vez en cuando la nombraba. Quizás eran muy amigos de hace mucho tiempo, aunque yo diría que no es solo eso.
En lo que había transcurrido de la clase Halton estuvo callado aunque no tomo nota.
Todo estaba bien hasta que en un momento veo algo volar hasta la camisa del profesor. Algo chico pero de color rosa. Un chicle.
Me doy vuelta y lo veo a Halton guiñandome un ojo cuando nadie lo miraba. Por suerte nadie se dio cuenta. Sentía la cara caliente y me tape. ¿Que significaba eso?. Hace un rato atrás no tenia calor.
Volví a mirar al frente y el profesor no se había dado cuenta. Veo otra cosa volar hasta su espalda.
-¿Quien fue?-pregunto el profesor-¿Que me tiraron a la espalda?
Nadie contestaba aunque todos sabíamos la respuesta.
-Muy gracioso señor Halton-dijo el profesor en tono sarcástico.
-¿Por que piensa que fui yo?
-Por tus bromas y por lo que dicen los profesores de ti.
-Ah claro. Ahora vale la opinión de ellos. ¿No seria mejor que opinara por usted mismo y no que los otros lo hagan por usted?
-Ya cállese y comportese.
El profesor vuelve a escribir en el pizarrón y veo algo volar hacia el tacho.
-¡Halton!-grito el profesor.
-¿Y ahora que?
-Primero baje los pies de la mesa, esta no es su casa, segundo, ¿que acaba de tirar?
-¿Yo?
-Si, usted.
-No se.
-¿Como que no sabe?
-No. Eso le dije.
El profesor se acerco a tacho de basura para ver lo que el bromista del fondo había tirado.
-Es un papel de chicle.
Al hacerlo otra vez algo vuelve a volar hacia el. Estaba vez le emboco en su cabeza.
-¡Halton, se va ya mismo del aula.
-Es un placer-dijo mientras se paraba y paso junto a el sonriendo.
Cerro la puerta y no supe mas de el en toda la clase.
El recreo sonó y lo pase con Roy.
-Es un idiota-le digo.
-Sin embargo tiene una puntería excelente. Me pregunto como habrá hecho.
Quizás aprendió a hacerlo en alguna de sus actividades. No lo se. Por ahí era una de sus cosas raras.
El recreo termino y tuve clases de deportes. Allí nos daban nuestra ropa de acuerdo a lo que haríamos. Hoy jugábamos basquetbol. En mi equipo estaba Roy y otros chicos y chicas mas. Pensé que me había librado de Halton hasta que lo vi al fondo. Nos habían juntado con el otro curso. Un chico se acerco a Halton y se que le dijo algo y el le contesto. Luego le dio una palmada en el hombro y lo dejo solo. Nuestras miradas se encontraron y me estaba vigilando. Había un chico lindo cerca mío. Era rubio. Decidí hablarle para ver que hacia Halton.
-Hola, mi nombre es Helena-dije presentándome.
-Hola, soy Freddy-dijo el rubio.
-Mucho gusto. ¿Sos del otro curso no?.
-Si, que raro que nunca te vi. Conozco a todos de tu curso, pero no te recuerdo.
-Claro que no, soy nueva. Entre este año.
-Bienvenida entonces-dijo sonriendo y descubrí que su sonrisa era hermosa.-¿Que paso con tu antiguo colegio, tan feo era?
-Nada de eso-dije entre risas-Me mude a esta ciudad.
-Bienvenida de nuevo-dijo estrechándome la mano.
Mire a Halton para ver que hacia. Me había olvidado de el. Que tonta soy. Estaba observándonos serio desde el fondo. Siempre se escondía en el fondo. Espero que no vuelva a pasar por el medio.
-Parece que estamos en el mismo equipo-dije inspeccionando su remera. Era del mismo color que la mía, blanca con detalles azules. El otro equipo era idéntica pero con detalles rojos.
-Sip, es un gusto conocerte.
Sonó el silbato. El profesor nos llamo para que vayamos a juntarnos.
-Bueno, ahora que te conozco deberíamos hablarnos. Por cierto, soy bueno en esto, si no sabes a quien pasarle la pelota acá estoy.
-Claro dije. ¡A ganar!
-Me gusta tu entusiasmo, ¡a ganar!
Fuimos corriendo hacia la cancha y Halton se acerco disimuladamente. Me había quedado en el fondo del grupo. Estábamos haciendo una ronda y no podía ver nada. Habían varios chicos adelante mío.
De repente sentía un aire caliente y con olor a menta cerca de mi oreja. Halton estaba demasiado cerca.
-No pensé que lo harías-dijo en voz baja.
-Te lo dije-dije hablando en el mismo tono.
-No lo vuelvas a hacer-esta vez el aire rozaba mi cuello, lo cual lo hacia mas agradable, aunque no quería eso en ese momento.
-No lo se.
-Por favor.
El silbato volvió a alejar y todos se dispersaron. Aproveche y corrí hacia otro lado, cerca de Freddy. El me vio y me sonrío. Halton nos miraba con desaprobación.
El partido había comenzado, el primero en agarrar el balón fue Freddy. Parecía muy bueno por sus juegos y sus pases. Todos se la pasaban a el. A mi me la pasaban algunos, aunque la verdad es que nunca jugué basquetbol aunque era divertido. Como dije, la mayoría de los pases iban para Freddy, pero Halton no se quedaba atrás, recibía casi tantos balones como Freddy. Halton estaba jugando de maravillas. Con cada uno de sus saltos y tiros me dejaba con la boca abierta. En cada una de sus anotaciones me miraba, como diciendo:" pensas que podrás superarme con ese chico". Claro que yo no podía superarlo, pero Freddy si que podía, y de hecho lo hizo.
Ganamos y todos fueron corriendo hacia Freddy y lo levantaron mientras gritaban su nombre el sonreía y me uní a ellos.
Me di vuelta y vi como tres chicos se acercaban a Halton y le daban palmadas en la espalda. Uno de los chicos era el que lo había saludado. Quizás eran amigos. Su amigo también había jugado bien, aunque escuche que era buenísimo en rugby y que siempre se entrenaba.
-Vamos,¿Por una vez podrías dejar de ser Tom el serio?-dijo su amigo, y tenia razón.
Halton comenzó a reír y sus amigos lo levantaron y lo arrojaban al aire para volver a agarrarlo una y otra vez.
-¿Tenes miedo Thomas?-le preguntaba el mas alto de sus amigos.
-No, claro que no.
-¿Y si te cayeras?
-Si me caigo tendré que venir agarrándome de las costillas-dijo riéndose.
Sus amigos festejaban la victoria y mientras los miraba olvidándome de la ronda que se había formado alrededor de Freddy, veo que Halton se da vuelta y me mira. Ninguno de los dos sonreía y no se por que. Sus ojos se posaron en algo que estaba atrás mío. En ese momento Freddy me pone una mano en el hombro.
-¡Ganamos!-dijo Freddy sonriéndome.
-Todo gracias a ti.
El me abrazo. Su ronda se había dispersado y se fueron a los vestuarios. Al soltarme miro hacia los vestuarios.
-Odio entrar cuando esta lleno-dijo el-prefiero mas privacidad.
-Creo que tenes razón.
-¿Esperamos?. Podríamos esperar juntos.
-Claro.
Volví a darme vuelta y Halton lo miraba con desprecio a Freddy. No se por que, pero Freddy parecía muy divertido y amable.
-¿Donde aprendiste a jugar tan bien?-pregunte.
El me miro sorprendido por lo ultimo que dije.
-En mi casa tengo un arco de basquetbol sobre la puerta del garaje, y también hay una cancha cerca de mi casa. Algún día podrías ir.
-Me encantaría aprender, me gusto.
-La magia del juego.
-Creo que si existe.
-Claro que si. Te voy a enseñar, pero necesitaremos varias clases.
-No hay problema.
-Hey, gracias por el pase final, si no fuera por eso no habría sido el mejor jugador-dijo Freddy agradeciendo.
-De nada, pero estoy segura que de todas formas lo habrías logrado.
-¿A que te referís?
-Es obvio, fue solo un salto con un giro para esquivar a uno y lanzarte el balón, pero seguro la habrías agarrado y si por casualidad no hubieras podido, seguirías siendo el mejor jugador.
-Bueno, gracias por eso, pero sigo pensando lo de antes.
Nos quedamos esperando. El vestuario de chicas seguía ocupado, y el de chicos ya se había vaciado. Ambos habíamos entrado en nuestros vestuarios para ver si ya estaban libres, y luego salimos para decir como estaban.
-Vacío-dijo Freddy.
-Aun quedan algunas-dije.
-Se que suena raro, pero, ¿por que no tomas tus cosas y te cambias en el vestuario de chicos?
-¿¡Que!?-grite.
-Suena loco, pero podrías traerlas y te cambias allá.
-Claro que no me voy a cambiar en el vestuario de chicos.
-Es mas rápido, mira, te cambias primero y yo te cubro.
-¿Como?
-No lo se, podría pensar en algo.
-No quiero que me veas desnuda-dije haciendolo ruborizar.
-No, no. Hay una ducha que esta en el fondo, nadie la usa, de hecho hay varios que no se duchan. Podrías entrar y apoyar tus cosas en el banco del fondo, yo te cubriría.
Bueno, Freddy tendría un buen futuro en el comercio o como abogado, me había convencido de hacerlo.
Entre a mi vestuario y busque el casillero con mis cosas, por suerte me armaba una mochila para estas cosas así que ya estaba todo preparado. La saque y cerré mi casillero. Nadie me vio salir ni se dieron cuenta que entre para sacar mi mochila e irme, sin cambiarme. Soy un fantasma para ellas, que bien.
Entramos al vestuario de chicos y Freddy me guió hacia las duchas. El tenia razón en lo que dijo. El suelo estaba limpio y seco. Los chicos no se duchaban, y si lo hacían eran unos pocos ya que solo habían algunas duchas mojadas y por dentro. Vi algunas cortinas mojadas también.
-Es esa-dijo señalando la ducha del fondo.
Me sorprendió ver el banco de las duchas seco y vacío. En general el de las chicas era un desastre, y cuando fui a retirar mi mochila era el desastre en persona.
-¿Crees que podría ducharme?-pregunte.
-Supongo que podría cubrirte si en total tardas menos de quince minutos.
-Tranquilo, serán diez.
Me metí dentro de la ducha y vi que Freddy se alejaba.
-¿A donde vas?-le pregunte.
-Tranquila, me voy a quedar parado en la entrada de las duchas, con el celular.
-No te alejes.
-Te quiero dar mas privacidad para que te saques la ropa, la metas en la mochila y entres a ducharte. Así no te veo desnuda.
-Esta bien, pero ¿cuando termine podrías volver a pararte mas cerca de la ducha?
-¿Mas cerca?
-Si, me sentiría mas segura, y si llegara a entrar alguien salúdalo para que me de cuenta, o di un color o algo.
-Esta bien, tranquila. No pierdas mas tiempo.
Era tan raro estar acá. Me saque el pantalón y lo metí rápido en la mochila. De hecho estaba dentro de la ducha, con la mochila en mis rodillas. Me saque la remera y también la guarde. Me quedaba lo mas difícil de sacarme en un lugar de chicos: mi ropa interior. Me saque ambas partes y las guarde preparando nuevas para sacarlas apenas salga. Saque mi toalla y la colgué, dejando la mochila afuera sobre el banco.
-Ya me desvestí, podes acercarte.
Escuche sus pasos. Eran pasos tímidos, no sabia hasta donde venir. Claro que no sabría, en su lugar seria una imbécil sin saber que hacer. Tendría que pensar en cubrir a una chica que se duchando desnuda y encima me pide que me acerque.
-Con dos duchas de diferencia esta bien-le dije para ayudarlo.
-Bien.
Claro que siendo mujer es otra cosa tener que ayudar a una chica en la ducha. Si,en cambio, tuviera que ayudar a un chico no sabría que hacer.
Me duche rápido. Termine y me seque con la toalla. Mi toalla violeta. ¿Por que?. No quería una blanca, todos llevarían blanca, y quizás rosa en el vestuario de chicas.
Cuando iba a tomar mi mochila, escucho a Freddy hablar.
-Hola,¿Que tal?-dijo Freddy hablando rápido y fingiendo hablar por celular-Si, te llamaba para decirte que quiero el rojizo con negro. No, perdón por las molestias.
Me desespere, un chico había entrado, solo esperaba que estuviera lejos mío. Ahora estaba atrapada en donde no podía agarrar mi mochila. Lo peor es que las cortinas son algo trasparentes.
Escuche una ducha abrirse y un quejido. Era una voz masculina, claro que lo era, estaba en el vestuario de chicos. Solo esperaba que no me halla visto. Me tape con la toalla mirando hacia el pasillo, pero aun seguía dentro. No me animaba a salir. De todas formas vería mi figura desde afuera. Solo yo me meto en estos problemas. Confiaba en que Freddy me cubriría.
Saque inmediatamente la mano de la ducha y tome mi mochila.
-Hola tío. Si, esta todo bien, no te preocupes.-Freddy seguía con sus supuestas llamadas desde el vestuario-Si, si, podes salir. Mira tío, estoy en el vestuario, me cambio rápido y salgo,¿si?. Abrazos.
Bueno, Freddy me enviaba mensajes en código con sus supuestas llamadas, pero aun así me abandono. Me abandono con un chico en las duchas. Esto no va a quedar así. Tengo que salir ya.
Enseguida me vestí. Fui rapidísima, como si me hubieran dicho que había una bomba en el pasillo de las duchas.
Salí de la ducha y me colgué mi mochila para salir de ahí. Si alguien me veía estaría muerta. Veo una sombra apenas salgo. En la ducha de al frente había alguien. En todo este tiempo que pase pensando en que alguien entro al vestuario, y en el que yo me cambie había alguien. Solo espero que no me halla visto.
Doy varios pasos. Ya había pasado una ducha. Dos. Tres. Cuatro. Me estaba acercando al otro pasillo que daba a la salida.
-¿Helena?
Esa voz la conocía. La conocía perfectamente. Era Halton.
Me di vuelta y lo vi. Nunca antes había visto algo así. Estaba desnudo. No desnudo como cualquiera pensaría. Osea, estaba desnudo pero tenia una toalla que le tapaba de la cintura hasta un poco mas arriba de las rodillas. Por dios, tenia humo alrededor.
-Helena. ¿Que haces acá?
-Preferí usar este vestuario antes que esperar el de chicas.
-Suponía que eras vos la que estabas acá.
-¿Que?¿Por que?
-Estabas con ese rubio. De hecho estuvieron toda la clase juntos. Y de repente lo veo parado en la puerta, con la ropa de deportes y hablando con alguien. Suponía que te estaba cubriendo.
Aun lo seguía mirando, sorprendida por sus deducciones y por verlo así. De hecho nunca pensé que encontraría a alguien así, y menos a el.
-Pensé que ya te habías cambiado-dije sorprendida mirándolo de arriba a abajo.
-No.
-¿Por que te escondiste y esperaste?
-¿Esconderme?
-Si, no vi a nadie afuera.
-Bueno, digamos que me aleje pero sabia que estabas hablando con ese chico y después entre.
-Todavía no me dijiste la razón.
-La razón es que me gusta la privacidad.
-¿Por que?
-¿Todo tiene que tener un por que?
-No.
-¿Entonces?
-No se, quizás lo tenia.
-No, no hay.
-Por que sos igual que en clases- comente luego de varios minutos en silencio.
-Algo así.
Nos quedamos en silencio y el estaba mojando el pasillo.
-No pensé que te bañabas.
-Todo el mundo se baña-respondió sorprendido.
-No, me refiero a que te bañas después de deportes.
-Ah, si. Por suerte soy uno de los pocos. Así esta mas limpio.
-Si, lastimas que lo mojes.
-¿Mojar que?-pregunto subiendo una ceja, me estaba preguntando divertido. Era un juego para el. Encima la toalla se estaba bajando, se deslizaba suavemente.
-El suelo.
-Ah.
Otra vez esos incomodos minutos en silencio.
-Bueno, debería irme.
Me di vuelta y me estaba a punto se ir.
-¡Helena!-me llamo Halton poniéndome una mano en el hombro.
-¿Que?
-Pedro va a estar muy enojado, no me hiciste caso.
-¿Hacer caso?
-Si, no debías conquistar chicos, y ya te vi coqueteando con Roy y ahora con este, y ni hablar de como mirabas a mi amigo.
-¿Me estas diciendo que de repente me quiero levantar a todos?
-No, no, nada de eso. Me refiero a que estas buscando novio-dijo acercándose.
-No quiero novio.
-¿Segura?
-Si.
-Creo que lo estas buscando inconscientemente.
-Quizás si, pero te estoy demostrando que a la mañana te equivocaste. Podía hacerlo.
-No dije que no podías conquistar, dije que
no lo ibas a hacer, por que se que no querías. Aunque creo que si.-lo ultimo lo agrego en voz baja y con una mano en alto rascándose el pelo.
-No, claro que no. No quiero cosas que prometan y no cumplan, quiero algo enserio. Algo que seguro ninguno de acá quisiera conmigo.
Me aleje por el pasillo ignorando que Halton me llamaba.
Salí y estaba Freddy.
-Perdón por dejarte. ¿Te vio?
-Digamos que lo conozco.
-Perdón.
-No importa, solo vámonos.
Lo lleve del brazo y me aleje de ese lugar. No quería ver a Halton. No entendía por que le preocupaba tanto lo que decía mi hermano cuando el día anterior no entendía por que no quería conocer a un chico acá. Parecía no entender. Solo me mareaba. Me mareaba una y otra vez, y siempre me enredaba en sus cosas.
Lo lleve del brazo y lo aleje del lugar. Solo quería irme de ahí. Decidí gastar lo que quedaba del recreo con el.
Freddy era algo así como mi nuevo amigo. Era lindo e interesante. El parecía mostrar interés en mi o por lo menos en nuestra amistad. Quizás Halton tenia razón y acá podría conseguir un chico, un chico que al que le pasen cosas conmigo y a mi con el. Un chico con el que escribir un historia, no una de esas historias en la que todo va bien y duran eternamente, esas son mentiras;yo quería una historia real, que durara meses o años, de esas que se recuerdan y con los años podes contar que lo disfrutaste. Ese chico podría ser Freddy. Quizás.
Entramos a clases y fingía mi enojo con Halton. Le hable a Roy de Freddy y parecía conocerlo. No eran amigos pero sabia de el. Dice que es un buen chico, aunque le parece raro que sea como es siendo lindo. Parece que iba a fiestas para no hacer nada. Era raro pero bueno, daba igual. Parecía estar aprobado por si pasaba algo.
En fin, critique el festejo de Halton con sus amigos y exagera algunas cosas. Solo para continuar nuestro juego, mi juego.
Halton también seguía su papel. Otra vez con los chicles. Le había pegado algunos en la silla de la profesora para que cuando se sentara, se le pegaran en su culo formando una carita feliz. Era una vieja, esa seria la única forma en la que todos le mirarían el culo.
Cuando estaba saliendo del colegio, pase por ese estúpido garaje y lo vi a Halton con la moto. Ah no, no me vas a volver a agarrar. Corrí para que no me pudiera agarrar a la entrada y llevarme hacia donde nadie nos vería. Este era mi juego, y yo ponía las reglas. No iba a jugar el de el.
Tuve que escapar de el por varias cuadras hasta que llegue a mi casa y cerré la puerta. Me quede atrás de la puerta. El toco timbre unas dos o tres veces. Y luego paro. Se detuvo por algo y lo vi irse en su moto.
*

Antes de dormir recordé lo que había pasado en el vestuario. A pesar de la adrenalina, me había gustado cambiarme ahí. No tenia que esperar tanto como en el otro. Pero no fue solo en eso en lo que pensé. Pensé en el.

El chico del fondoOnde histórias criam vida. Descubra agora