Capitulo 31:dia 234-Punto de vista de Damon.

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Me había despertado. Helena no estaba a mi lado. Camine por los pasillos y tampoco podía ver señales de Freddy, quizás estaban los dos abajo. Baje y tampoco estaban ni los escuchaba.
¿A donde diablos se habían ido? Me estire y me puse a hacer unas flexiones como para compensar la poca actividad física que había tenido días atrás. "Así Helena no te va a querer Damon" me dije a mi mismo mentalmente. Claro que me iba a seguir queriendo.
Algo dentro de mi pantalón estaba vibrando. El celular estaba recibiendo una llamada que no pensaba atender. Desde que llegue por Helena que no atendía llamadas y no respondía los mensajes.
Lo saque y lo deje a un costado. Cerré los ojos. "Aun no" pensé. Los volví a abrir y el celular dejo de vibrar.
Me levante y camine hacia la puerta, la abrí y mire hacia los dos lados buscando señales de vida. Nada. Todo demasiado tranquilo y aburrido.
Me sentía tentado de leer los mensajes y ver de quienes eran las llamadas. Pero no debía hacerlo.
Salí a correr todo el tiempo que pude y volví con las esperanzas de que hubiera alguien dentro. Nada.
Me bañe y salí con menos esperanzas que antes, pero tampoco había señales de vida.
¿Me habrán abandonado? ¡Que estupido que soy! Es la jodida casa de Helena y pretendo que me abandone acá, justo en el lugar donde podría cruzarme con su hermano y el podría echarme cuando quisiera.
Prendí el celular. Ya no podía con eso. Todos y cada uno de los mensajes que había acumulado acababan de llegarme; no solo mensajes, sino que también llamadas perdidas. Ignore la mayoría de ellos, sobretodo porque un chat en puntual llamo mi atención.
"Podrías respondes idiota, ¿no lo crees?"
"¿Te estas divirtiendo con tu estupida intriga?"
"Me harte de jugar a ser Sherlock, habla hombre"
"Maldicion, otra vez tus tontos juegos"
"Llevo días buscando noticias tuyas imbecil"
Sonreí y decidí escribirle.
"Wowowo, ¿que son todos esos mensajes? Pareces mi madre."
Respondió enseguida.
"Por lo menos podrías decirme en donde estas"
Le pase mi ubicación sin dar explicaciones ya que solo quería que venga para conversar sobre todo lo que nos quedo pendiente hablar.
***
***
-Podrías haber hecho esto antes-dijo sin rodeos.
Sonreí.
-Creo que ya nos conocemos, ¿verdad?-dije.
-Al menos seguís igual que siempre.
-No tanto.
-¿Por que decidiste irte?-pregunto.
-Me enamore.-dije sin dar mucha vuelta.
-¿Eso es broma verdad?
-Claro que no, ¿por que te mentiría?
-Porque Damon no se enamora.
-Corrección, Damon no se enamora de quien no se lo merece. Damon se enamoro de una puta en su momento y pago caro por eso.
-¿Y quien es la afortunada?
-Helena.
-¿Esa no es la chica que estaba de vacaciones?
-Claro.
-No puede ser cierto.
-¿Por que no?
-¿Ya te olvidaste? Esa chica solo fue tu carnada para demostrar que seguías siendo Damon. Ni siquiera te gustaba.
-Nuevamente tengo que corregirte, ella me atrajo desde el primer momento en que la vi; dije que me dirigiría a ella para ver si aun seguía siendo atractivo y ver hasta donde quería llegar para abandonarla antes de que logre su objetivo, no podía dejar ganar a nadie luego de lo que me hizo esa estupida. Pero claramente no pude contra Helena.
-No lo entiendo, las veces que la vi no parecía estar interesada en lo mas mínimo. Pensé que era una chica sin rumbo que solo jugaba con lo que se cruzara en su camino para parecer alguien importante y convertirse en el centro.
-Ella no es así, créeme, la conozco muy bien ahora. Admito que al principio sentí que no la conseguiría nunca, que era inalcanzable porque siempre iba dos pasos por delante de mi; pero me enamore y quise conseguirla, y cuando Damon se enamora o quiere conseguir algo, va a hacer hasta lo imposible para conseguirlo.
***
***
Lleve a mi visita hasta la casa de Helena, pero para mi sorpresa, cuando abrí la puerta, estaba ella con Freddy sentados en el sofá.
Sinceramente, hubiera preferido que ellos no estuvieran.
-¿Hola?-pregunto ella sorprendida por la visita.
Freddy nos miro mal a ambos, y luego miro a Helena esperando que desaprobara lo que había hecho, pero ella no desaprobó nada, solo lucia asombrada.
Ella se acerco hasta quedar frente nuestro.
-Ah, Helena, quiero presentarte a alguien muy importante que siempre estuvo presente y que me abre los ojos cada vez que puede. El es Matthew Hunter.
-Hola Matt-dijo ella estirando el brazo para saludar.
-Hola, dime Hunter-dijo el estrechándole el brazo-Damon me ha hablado mucho de ti cariño.
¿Cariño, de verdad?. Ella aun lucia sorprendida. Pensándolo mejor, haberlos presentado me generaba una sensación de inseguridad.
Hunter era el mariscal de campo, probablemente el chico mas deseado del colegio, y tenia un pasado bastante asistido en lo que respecta a chicas.
Era alto, fortachón, con sonrisa coqueta de esas que enamoran a cualquier mujer y con ojos azules intensos.
Con inseguridad o sin ella, debía dejarlos hablar así se conocían. El era mi mejor amigo, y ella era mi novia.
Dolía tener que dejarlos,  pero así debía ser.
-¿Ves? Tengo razón con lo que digo, se esta adueñando de la casa de a poco. Deberías dejarlo antes de que sea tarde y tengas que decir que yo tenia razón.
-No ocurrirá-dijo ella rodando los ojos.
-¿Quien es el?-pregunto Hunter.
-El es el mejor amigo de Helena, y como veras, no le agrado ni un poco. Es solo cuestión de costumbre.
No era el momento en el que se deberían conocer. Me lo lleve toda la tarde para ponerlo al día, y lo volví a llevar a la noche.
Los deje solos confiando plenamente en ambos aunque eso me costara por la traición que había tenido durante meses. Sabia que Hunter no era Doug, pero aun así ellos seguían siendo amigos y compañeros de equipo.
Eso seria una herida que jamas podría cerrar. Una herida provocada por el que solía ser mi mejor amigo y la que decía amarme. Di un puto golpe en un árbol dejándome una marca.

El chico del fondoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora