Capitulo 32:dia 234-Punto de vista de Helena.

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Damon me había dejado sola con su mejor amigo, Hunter. Freddy también se había ido a dar una vuelta.
Estaba en mi cuarto sentada con las piernas cruzadas. Hunter tenia una pierna colgando de la cama, y la otra sobre el suelo. Debo admitir que no era un lugar muy agradable para hablar con un chico que veo por primera vez,  pero ya estábamos acá y no tenia sentido que cambiemos de lugar,  ademas es amigo de Damon y sabe que no podrá ir mas allá de una amistad conmigo.
-Y bien, ¿como conociste a Damon?-pregunte.
-Damon y yo fuimos compañeros de toda la vida. Nos conocemos desde los tres años y nunca nos separamos a pesar de las diferencias.
-¿Que diferencias?
-Nuestros intereses mas que nada-trago saliva-Yo soy mariscal de campo, el nunca fue muy fan de los deportes aunque jugo durante unos años en el equipo, el renuncio pero lo volvieron a llamar ofreciéndole una paga.
-Vaya, ¿quien lo diría? Damon el deportista vendido.-dije sorprendida y riéndome por lo raro que sonaba.
-Aunque no lo creas es verdad. La gran parte del equipo pensó que se hacia el difícil para que le paguen.
-Podría haberlo hecho.
-Al principio pensé lo mismo-hizo una pausa y al no tener respuesta siguió-Damon tenia muchas chicas atrás-lo mire mal y el se apresuro con lo que realmente quería decirme-el fue lento respecto a los otros chicos. En general se le acercaban las chicas mas lindas del colegio, pero el solo salía a un par de citas y las rechazaba diciendo que no tenia tiempo para ellas. Cualquier otro de los nuestros se hubiera acostado con ellas en cuanto pudieran, y se sentirían alabados de haber tenido una novia como Sarah o Brittany.
-¿Y esas quienes son?-dije con poco interés y entusiasmo.
-Lo siento, son las mas lindas del colegio.
-¿Como eras con el tema chicas, alguna que haya robado el corazón de Hunter?-pregunte a modo de broma entrando en confianza con el para hacerlo sentir cómodo.
-Aun no conocí a la indicada, supongo que algún día llegara.
-Ya va a llegar, ¡fuerza mariscal!.
-Mientras tanto fui ganando experiencia con las chicas-bromeo.
-¡Que te den Hunter!-le pegue.
-¿Y eso?-dijo tocandose donde lo golpee.
-Para que me vayas conociendo.
-Dije lo de las chicas por el mismo motivo que tu golpe.
-No me interesan esos datos innecesarios.
-Pero es la verdad, yo no fui como Damon. Cada chica con la que tuve la oportunidad la aproveche. Después de todo ellas solo querían eso también.
Me estaba contando su estupida historia de mujeriego, como si fuera importante o me interesara conocerla.
El se acomodo mientras buscaba algo mas que contarme.
-¿Y que te trae por acá mariscal?-lo indague-No parece ser un lugar mucho mas interesante que el de allá, quiero decir, acá vive menos gente.
-Damon, definitivamente es ese idiota.
-¿Que tiene Damon?
-Damon se escapo sin decir nada, lleva desaparecido de las clases y no nos dijo nada a ninguno de nosotros.
Yo también llevaba desaparecida de las clases desde hace dos semanas, genial. Lo mas probable seria que me expulsen, si no lo habían hecho todavía.
-Pero tranquila-el agrego-el es así. No esta metido en ninguno problema ni nada. Supuse que el se habría ido con vos.
-¿Perdón?-recalcule.
¿El había dicho "conmigo"?
-Que supuse que se fue con vos-repitió tranquilo.
Si, definitivamente dijo eso. Hunter sabia algo que me estaba perdiendo. ¿Como sabia de mi existencia?
-¿Hunter?-pregunte.
-¿Si?
-¿Como sabias que se podría haber venido conmigo? Que yo recuerde jamas nos vimos.
Me acerque a el con una sonrisa de satisfacción al haber descubierto su pequeño error que ahora me haría llegar a la verdad. Estaba sentada a su lado.
-De hecho si nos vimos, fue una sola vez; pero yo ya te conocía desde antes.
-¿Desde antes?-me sorprendí.
De hecho quería pegarme, ¿como podría ser que no recuerde haberlo visto? Pero eso no fue todo, lo que mas llamo mi atención fue la parte en la que dijo que me conocía de antes.
En ese momento, Damon abrió la puerta del cuarto.
-¿Esta todo en orden?-nos miro a ambos, me sonrío-¿Pudieron conversar?
¡Claro que no, vete idiota!
-Si, claro-dijo Hunter levantándose para estrecharle la mano y darse un medio abrazo.
Hunter tironeo con fuerza a Damon en medio del abrazo. Damon empezó a hacer fuerza. Se estaban empujando para ver quien era mas fuerte.
Hunter parecía venir ganando porque fue el que mas empujo al otro, pero Damon sonrío y en ese momento se metió por un hueco en el costado de Hunter, justo debajo de su brazo, y logro tirarlo al suelo.
-La táctica vence a la fuerza-dijo señalando su cerebro, levanto su mano y fingió dispararse con su mano.-¡Pam!
Hunter intento agarrarle la pierna a Damon, pero el llego a alejarse antes de que Hunter lograra su objetivo.
-Y eso amigos, se llama estar preparado para todo; soy un todo terreno.
Ayudo a Hunter a levantarse y vino caminando hacia mi para colocar su brazo en mi cintura y besarme.
-Siempre supe que se verían bien juntos-dijo Hunter.
¿¡Perdón!?¿Esto es en serio? Esperaba que Damon dijera algo.
-Pensé que no la conseguiría.
Damon no parecía sorprendido en lo mas mínimo. Repito, me estaba perdiendo una parte de la historia, pero solo podría saberla en cuanto pudiera hablar a solas con Hunter.
Hunter agarro su celular y miro unos mensajes.
-Me hiciste perder una cita con Sarah, ¿podes creer lo que estoy haciendo por vos hermano?
-Eso si que es raro, Hunter dejando atrás a una presa.
-Por eso soy Hunter-fingió tener un arco en sus manos y lanzo una flecha a mi corazón.
-Cuidado con mi novia galán.
-La chica ya estaba flechada desde antes.
Flechada tu cara. ¿Que demonios estaban haciendo estos dos?
Muchas preguntas y pocas respuestas.
Me estaba por ir cuando Damon me tomo del brazo.
-Diamante estas demasiado callada, ¿paso algo?
-No, es solo que quiero hablar con Freddy, nada mas.
-¿De verdad?-no me creía en lo mas mínimo.
-Si, es eso.
-No te creo, aun así vamos a retomar la charla mas tarde.
Me fui del cuarto. En realidad me fui de mi casa y llame a Freddy. Pensaba irme a dormir allá. Tenia mucho para contarle.
-¡Freddy!-dije al verlo.
El me abrazo.
-¿Que pasa?-pregunto.
-Tengo mucho para contarte.
Le conté todo lo que paso, el lo asimilo.
-Damon es un idiota, para mi siempre escondió algo-dijo.
-Damon será un idiota y esconderá muchas cosas, pero no creo que me esconda algo que me perjudique o que me implique.
-Deberías aprender a ver Helena.
-El no...-me interrumpió.
-Solo presta atención.
Asentí.
-Ahora vengo.
¿Damon podría ser tan cruel de ocultarme algo importante? No parecía preocupado ni culpable, pero a lo mejor Freddy tenia razón que debería prestar mas atención.
El volvió con un vaso de agua y un papel en su otra mano.
Sostuve el vaso, tome de el y le agradecí. El aun seguía con el papel en la otra mano y eso me inquietaba. En cuanto apoye el vaso sobre una mesa, el extendió su brazo y me dio el papel. Era para mi, pero, ¿que se supone que era?
Me temblaba la mano y el lo noto, sin embargo, no m dijo nada. Era una estupida y jodida carta, genial, simplemente genial. Tenia que ponerme a leer una carta en este estado de nervios.
-¿Que es esto?-pregunta demasiado obvia para ser cierta, punto para Helena.
-Un carta.
-¿Pero de quien?
-Solo abrila.
El se sentó frente mío y analizaba cada una de mis reacciones.
La abrí y empece a leer.
-Se supone que no debería dártela-dijo el apenado por habérmela escondido.
Cuando termine de leer lo mire disgustada y un poco confusa de como el podría no habérmela dado antes.
-¿Desde cuando la tenes?-pregunte.
Una lagrima estaba luchando por caer en mi mejilla.
El no dijo nada.
-¿¡Desde cuando sabias esto!?-pregunte mucho mas nerviosa y molesta que antes.
Sentía como todo mi cuerpo temblaba de rabia y nervios a la vez. La impaciencia venia ganando esta vuelta.
El no sabia que hacer, sus palabras no salían con facilidad de su boca.
-Desde hace unas semanas.
Me levante de donde estaba sentada y lo miraba desde mi poca altura.
-¿¡Como que desde hace unas semanas!?-estaba gritando-¡Maldita sea Freedy!-me calme al notar que aun seguía gritando-Podrías habérmelo dicho-dije desilusionada.
Tenia la cabeza gacha y no pensaba levantarla hasta no obtener respuesta.
No, no era desilusión lo que sentía, era decepción. Cosas tan parecidas de nombre que tienen una mínima diferencia. Me decepciono su decisión.
El se levanto y me tomo de los hombros, demasiado cerca mío como para que pudiera mirarlo a los ojos y notar que el estaba igual de tenso.
-Perdoname Helena, perdoname de verdad. No era mi idea ocultarte algo.-el logro captar mi atención y levante la vista, aun con lagrimas luchando por caer- pero de lo que no me voy a arrepentir es de no habértela dado, te veías tan feliz como estabas; no quería herirte ni hacerte cambiar de rumbo. Solo iba a provocar que tomes malas decisiones y hagas idioteces.
¡Idioteces, ja! ¿Como se atreve a decirme eso? El idiota fue el. No debería habérmelo ocultado durante tanto tiempo.
Me tente en pegarle, ya tenia mi mano a la altura de su cara.
El vio la velocidad con la que mi mano se elevo. Solo logre asustarlo aunque el no se movió. Lo sentía merecido de alguna forma, o solo buscaba que me desahogue.
La furia atormentaba con hacerlo. Pero razone, si, fui razonable en una situación así. El era mi mejor amigo y nada lo cambiaría, no podía hacerlo.
Baje la mano con esfuerzo. Aprete lo dientes y me fui con la estupida carta en mi mano.
El me grito un par se veces intentando detenerme. Entre eso se maldecía por no haber actuado antes de que me vaya, y que jamas se perdonaría si me pasada algo esa noche.
-¡No soy tan idiota como para eso!-le grite como respuesta.
Seguí caminando ignorando sus respuestas, y sus constantes perdones.
Ahora realmente no tenia a donde ir, no quedaba nadie para mi.
No podía volver a casa por la sesión de preguntas que le seguirían tras mi regreso.
Freddy tampoco era una opción disponible por lo que acababa de pasar.
Camine sin rumbo, solo necesitaba sentarme a pensar sobre lo ocurrido antes de que mi cabeza explote de pensamientos sobrepuestos.
Me apoye sobre un árbol y me deje caer rendida. Mire la carta que aun seguía en mi mano. No quería leerla en ese momento.
No podía ser real. Era una carta de Halton.
El decía que estaba bien, que necesitaba volver a verme aunque sea una vez en ese instante, que estaba a punto de borrar eso ultimo que puso pero que decidió corregirse, realmente quería que nos escapáramos, lejos de todo y todos. Me preguntaba si me gustaba la vida en la granja, que quizás podríamos considerar esa opción. Decía haber descubierto algunas cosas que lo decepcionaron y que no quería enfrentarlas, que aun no era lo suficientemente fuerte. Se seria solo y viva escapando o bajo un cuidado especial que quería evitar. No explico sobre eso.
Menciono algunas cosas mas sobre su situación y su entorno.
-¿Que pasa enana?-pregunto una voz masculina-¿Eso son lagrimas? Jamas pensé en verte llorar.
Era Kevin. Dulce Kevin siempre en el momento justo.
-Lo siento-fue lo único que me salió.
-Oh, no me pidas perdón por eso. Esta es una noche demasiado rara, primero te veo llorando y luego me pedis perdón.
El me extendió su brazo.
-Arriba miss llanto-dijo intentando animarme al levantarme.
Me levante y quede frente a el.
Solo le dedique mi mejor seriedad.
-Si, soy un idiota; pero mi idea no era que te pongas seria-con su mano toco mis labios y curvo mi boca hacia arriba-mi idea es que sonrías, así.
Le saque la mano de un manoton y note que mi boca seguía curvada hacia arriba.
-Muy bien, estas sonriendo sis.
-¿Sis?-pregunte.
-Al fin te decidiste a hablar, si,  sis, te veo como a una jodida hermana, ¿y que?
-Que ternura-dije sarcásticamente.
-¡Que te den!
Hubo un silencio de por medio que no duro mucho por que se abalanzo sobre mi y me abrazo.
-¡Suéltame!
-Cuando vuelvas a sonreír, no te quiero ver así.
Logre safarme de el.
-Entonces no me veas-me alejaba.
Me tomo del brazo.
-Podrías tener la amabilidad de contarme lo que paso.
No respondí.
El llevo su mano a su cara.
-Pero que descortés que soy, no te puedo dejar en plena calle, te llevo a tu casa.
-¡A mi casa no!-suplique-por favor.
-Estoy en racha, ahora me suplicas. En fin, si no queres ir a tu casa, te llevo a la mía.
El me llevo hasta su casa, íbamos en silencio, dentro de su auto. Hasta que puso música y me fue animando hasta hacerme cantar con el.
-Ahora sonríes-dijo el durante el viaje.
Saque mi cabeza del auto varias veces, hasta que el me dijo que podría salir mas siempre y cuando no me cayera. Cuando quise darme cuenta,  estaba con medio cuerpo afuera bailando.
El freno y me volvió a entrar.
-Mi idea es que no te mueras hoy-dijo.
El viaje siguió igual que antes pero con las ventanas cerradas.
Su casa quedaba montaña arriba, casi sobre el final de un camino. Habían otras casas por allí.
El me guío y me llevo adentro.
Luego de un rato en el que se acomodo,  me trajo algo para tomar,  y arreglo un par de cosas, se dispuso a hablar.
-Ahora quiero que me cuentes lo que paso-dijo al lado mío.
Le conté todo lo de la carta y se la di. Casi me olvidaba de la carta,  había quedado guardada doblada dentro de mi bolsillo.
-Que complicación Helena-dijo al terminar de leer.-Sinceramente no pensé que el te traería tantos problemas,  pero aun así no entiendo porque Freddy no te la daría, el sabe que estabas esperando el regreso de Halton para que vuelvan a estar juntos,  después de todo,  los dos son jóvenes y están solteros.
-No exactamente.
-¿Que?
-Que no exactamente,  el esta soltero,  yo tengo novio.
-¿¡Y no pensabas decírmelo!? ¿Pero que clase de sis sos?
-Se llama Damon, lo conocí en mi antiguo barrio,  en una fiesta de unos amigos de mi mejor amiga. Lo quise abandonar en varias oportunidades,  hasta que me enamore.
Admito que eso me hizo sonreír como una estupida.
-La pequeña se enamoro de nuevo-dijo.
-Si-dije intentando evitar hablar demasiado-y estoy saliendo con el desde hace meses.
-Helena-dijo cerrando una conclusión que llevaba armando en su cabeza desde hace tiempo- Freddy no te dijo nada porque te veía demasiado feliz y enamorada de Damon. Tenia miedo de que los dejes para escaparte con Halton.
-¡Freddy odia a Damon!-dije.
-Eso es lo que el te dice, pero dudo que sea así. Le debe molestar por algo, pero en el fondo sabe que te hace feliz y respeta eso. Quizás se lo tomo de costumbre el echo de hacer notar su odio.
Sus palabras me hicieron razonar durante muchos segundos que no respondí,  pero el sabia lo que había pasado.
-Debe ser eso-dije-Gracias Kevin.
-De nada sis.
-Una cosa-dije dudando-¿podría quedarme a dormir acá?
-Claro, ¿que paso en tu casa?
-Esta Damon con un viejo amigo, y no quiero contarle lo que paso ni mentirle sobre eso. El sabe que me escape.
-¿Y no se supone que esta buscándote?
-Freddy seguro me cubrió.
-También te escapaste de el-dijo entre risas.
-Por favor no les digas nada.
-Lo haré mañana,  de hecho lo vas a hacer vos.
-Bueno.
-Y vas a ir a clases.
-¿Que?-pregunte intentando de no tener que despertarme temprano.
-Nada de hacerse la tonta, vas a ir igual.
-Esta bien.
-Ahora voy a tener unos veinte mensajes de Troy y otros doscientos de Freddy. Mi celular va a morir Helena.
El me dio un cuarto en el segundo piso con vista al mar, que se veía lejano por la montaña.
Entre definitivamente y me prepare para dormir.

El chico del fondoWhere stories live. Discover now