7. No puede ser tan malo.

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Halley miraba atentamente a Liberty. Su compañera estaba poniéndose su pierna ortopédica para irse a rehabilitación. Estaría sola por casi dos horas.

-No te pongas mal Gley, solo estaré fuera por dos horas.

Halley sonrió por el apodo que le había puesto Liberty, ella, en cambio no sabía cómo decirle, tal vez Berty o Ty... Pero los dos eran horribles.

-Lo sé, ¿Qué haré por dos horas?

-Bueno, puedes conocer el lugar... o ir a la biblioteca. Hay una en planta baja, y como si fuera poco si extrañas la escuela a las cinco hay una señora que ofrece clases de todo tipo en un salón. Van varios chicos de este piso y del hospital entero.

Por un momento a Halley se le vino a la mente a ese chico de ojos claros... Jeremy.

-Oye, antes de que te vayas, ¿te puedo hacer una pregunta?

-Claro, dispara.

-¿Conoces a un chico del piso de psiquiatría que se llama Jeremy?

Había pasado un día desde que encaró al chico increíblemente lindo. Había pensado por unos minutos que él se presentaría ese mismo día en su cuarto, pero no fue así. Y la verdad era que se sentía algo desilusionada, él era el que la había buscado, por eso decidió preguntarle a su compañera.

Liberty que ya se estaba parando, calló instantáneamente sobre la cama otra vez, con la boca abierta.

-¿Jeremy? A ti sí que te gustan los locos, claro que lo conozco. Todo el mundo lo conoce en este hospital. Es un dolor en el culo.

-Si... por lo que vi no es muy sociable.

-No es sociable y punto. El primero día que lo conocí agarró mi pierna ortopédica y salió corriendo, ¿sabes cuánto tardaron todos en encontrar mi pierna?

Halley negó con la cabeza.

-Un día. Esta cosa no sale barata. Desde ese día no hablamos mucho más, pero siempre que me ve, me saluda como si nada y me dice:" ¿qué hay coja?"

Halley no sabía si reír o enojarse. Por un lado todavía se le había quedado la imagen de Jeremy corriendo con una pierna ortopédica, y por el otro tenía la imagen de la cara de Liberty al pronunciar la palabra "coja".

-Te digo, ese chico tiene problemas, no es que me moleste que me digan coja. Es solo que... no sé si sabes que él no está en este piso.

Halley sabía a lo que se refería, lo vio en todo su esplendor, pero lo que no sabía era por qué estaba en el piso de psiquiatría.

-Si, lo sé. Pero eso no nos tiene que decir nada.

-Puede que no, como puede que sí. No lo conozco lo suficiente como para decirte que no hables con él, solo que...

-¿Tenga cuidado?

Liberty se paró y se acercó a su compañera.

-Si, algo así. El es ardiente como el sol, pero nunca supe bien por qué es que está en psiquiatría, nunca le pregunté, y no lo haré. Pero...-desvió su vista al piso y después volvió a mirar a Halley-no conoces a tu futuro novio en un hospital.

-Mírate, nos conocemos hace un día y ya me estás cuidando de personas locas. Y para que conste no hablé nada de novio.

-Si hablas de Jeremy no es porque quieras ser solo su amiga...

Liberty levantó las dos ceja y empezó a jugar con ellas.

Las dos rieron justo cuando llegó Patrick a recoger a Liberty.

Mi RazónWhere stories live. Discover now