21. El final de la Tormenta.

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Liberty miró a Trent y suspiró. Ambos estaban en la azotea esperando a que se vaya el sol; ambos con la mirada perdida.

Liberty conoció a Trent hace unos meses atrás, cuando estaba sola en su habitación y él entró pidiendo una enfermera. Liberty se dijo que tener un amigo como él no iba a ser sano, y ahora se daba cuenta que tendría que haber escuchado a su cabeza cuando lo conoció. La cosa es que Trent era un chico 100%\40%, un porcentaje que inventó Liberty en el hospital. El 100% era la vida, y el otro porcentaje era la posibilidad de vivir que tenía, lo hizo para no involucrarse con chicos que tenían porcentajes bajos de vida, porque sabía que si lo hacía, nada bueno iba a estar esperando al final de la tormenta.

-Siento decirte esto Ty-dijo Trent mirándola-pero era hora de que te enteraras y no quería que lo hagas el día-

-No, no lo digas-Liberty mordió su labio inferior que había empezado a temblar sin su concientimiento-no lo hagas, porque si no... va a sonar real y entonces yo...yo no podré hacer nada.

Lo miró y se secó las lágrimas que empezaron a caer por su rostro.

-Nunca nadie pudo hacer nada para detener esto.

Trent sonrió a medias y corrió su cabello.

-Has sido una de las mejores amigas que he tenido dentro del hospital, junto con Halley, cambiaron todas las ideas que había tenido sobre vivir en un hospital. Pero quiera o no, llegó el momento, y estoy listo. De verdad que lo estoy.

Liberty bufó y empezó a secarse la nariz.

-No puedes estar listo, eres muy joven, no...no puedes. Eres bueno, y bondadoso, atento y...

Trent negó con la cabeza y tragó el nudo que se había formado en la garganta. Parecía que para él no era difícil, pero lo que más odiaba era eso, tener que enfrentarse a la realidad, y poner a los demás en esa realidad.

-No te voy a decir que no llores, porque no soy quien para hacerlo-dijo-pero tienes que ser fuerte, fuerte como lo fuimos todos estos años.

Liberty tomó aire y asintió. Secó sus lágrimas y sonrió.

-Sí, sí, tienes razón. Es mejor que...eh, vayamos adentro.

Trent la miró unos segundos y asintió levantándose.

Los dos bajaron por las escaleras y luego tomaron el ascensor. Ninguno dijo nada, ni siquiera se miraron, hasta que llegaron a su piso, y se abrazaron.

Halley tomó un mechón de su cabelló y empezó a hacerse una trenza. Mientras más se miraba en el espejo, más notaba que la diferencia de su apariencia desde que había llegado al hospital. No tenía tantas ojeras como antes, su piel no estaba tan seca, y había ganado unos kilos. Pero lo más importante estaba bien con ella misma.

Estaba por reír cuando vio entrar a Liberty y Trent. Su sonrisa se borró de inmediato.

-Hola... ¿Todo bien?

Su voz sonaba algo agitada, y por cómo veía a Liberty sabía que las palabras que iban a salir de la boca de ellos no iban a ser bueno.

Trent miró a Halley y sonrió.

-Tengo que decirte una cosa.

Halley lo miró, desconfiada, pero sonrió.

-Dime.

Trent miró a Liberty y le asintió con la cabeza para que los deje solos. Liberty cubrió su boca y se fue lo más rápido que pudo. Al llegar a una pared, las lágrimas comenzaron a brotar, sin que ella pudiera detenerlas.

Halley se sentó en la cama porque sus piernas no podían sostenerla. Trevor estaba hablando pero ella solo escuchaba las palabas "voy a estar bien", "es lo que la vida es" y "no quiero que llores". Halley cubrió su boca y sintió que el aire le empezaba a faltar, era como si un agujero negro la rodeara y le empezara a sacar lo que la mantenía viva. Y no pasó mucho hasta que empezó a llorar y a rodear sus rodillas con los brazos. Necesitaba aire, pero no lo encontraba. Se sentía sola y alejada del mundo, se sentía en una pequeña caja en donde apenas podía abrir la boca para probar el agua salada que caía sobre su cara.

-¿Desde hace cuánto lo sabes?

-Hace unas semanas, me dijeron que el proceso es lento. Pero necesitaba decirles, no podía verlas y hacer como si nada estuviera pasando.

Trent tomó la mano de Halley y la apretó.

-Estaré bien, no me dolerá, y será por fin mi manera de ser libre.

El sollozo de Halley aumentó en las últimas palabras. Sabía que para él era lo mejor, pero Halley sabía que era uno de los chicos más buenos que había conocido, no entendía porque la vida lo tuvo que elegir a él.

Halley sorbo su nariz y lo miró, apenas pudiendo formar con sus labios una sonrisa.

-Te admiro, ¿sabes?

Trent la miró confundido.

-Desde el primer día que te presentaste diciéndome tu enfermedad, me hiciste dar cuenta de que vivir en un hospital no es algo de lo que me tenga que avergonzar. Dije por primera vez lo que tengo y de lo que dependo-Halley sonrió con lágrimas todavía corriendo por su rostro-y eso te lo tengo que agradecer, porque a pesar de que fue una cosa ínfima lo que dijiste, o tal vez para ti, me abriste los ojos.

Trent sonrió y abrazó a Halley. Ambos se quedaron así por un tiempo, hasta que Trent se tuvo que ir.

Lo que quedó del día Halley y Liberty se quedaron solas, hablando y llorando.



<3 

Mi RazónWhere stories live. Discover now