Tras la sorpresa

Capitulo 16

Capitulo 16

-¡Ya voy!

Me levanté corriendo de la cama, pensando que era Alba la qué estaría llamando tan efusivamente. ¿No puse bien el despertador? Pensé. Pero miré el reloj que tenia al lado de la puerta y aun era temprano. Cogí el telefonillo y contesté.

-Alba... Es muy temprano aun...

-Lo sé, pero... Las esperas nunca son buenas.

Y no era Alba, y sentí cómo las mariposas en mi estómago despertaron, sonreí.

-¿Malú?

-¿Puedo subir?

Susurré un 'claro' mientras abría la puerta y esperaba a que apareciera delante de mí. Pocos segundos después ahí estaba, la noté un poco más delgada, y con ojeras, no iba maquillada.

-Hola...

-Pasa.

Se adentró en mi piso, y yo detrás de ella, la invité a sentarse en mi sofá.

-Perdona por haber venido a estas horas, pero no podía esperar a que volvieras de Málaga.

-Bueno, no respondiste a mi mensaje, supuse que no querías verme. (Bajé mi cabeza)

-Lo siento... No, no sabía que hacer...

-(Volví a mirarla) La otra noche supiste bien que hacer... Dejarme sola.

-Yo... No... No sé que me paso.

-Malú, Ángel no significa nada para mí. Te lo dije. Y no me escuchaste. Preferiste huir y dejarme ahí, sin apenas aliento. ¿Sabes cómo me sentí? Noté como toda la confianza, toda la fuerza que había reunido estando contigo se esfumaba... (Me levanté) No me esperaba esto de ti, (me giré) la Malú de la que me estaba enamorando me hizo creer que era una valiente, que luchaba por lo que quería, que...

-¿Te estabas enamorando de mi? (Me interrumpió)

-(Me giré y me la encontré levantada frente a mi) Si...

-Lo... Lo has dicho en pasado... (Dejó de mirarme)

-Yo... No sé qué me pasa contigo. Es verte y todo vuelve a estar en su sitio, y no quiero depender de nadie. Me hicieron mucho daño, y no voy a pasar por lo mismo.

-(Me miró) Yo... Yo me estoy enamorando de ti. Y... No sé si voy hacerte daño o me lo vas hacer tú a mí. Lo único que sé es que soy feliz estando contigo, que sonrió cada segundo y que soy muy idiota pensando que después de todos estos días pudieras pensar en Ángel. Y me arrepiento de haberte dejado ahí, pero sí lo hice... Y siento no ser la chica valiente que creías que era. (Noté como era ella esta vez quien subía su tono) Quizás hay demasiadas cosas que no sabemos la una de la otra.

-Malú...

-No... Ve a Málaga. Quizás irá bien que no sepamos la una de la otra en unos días.

Tragué el nudo que tenía en mi garganta, y cuando pasó por mi lado le cogí su mano, deteniéndola para que aun no se fuera. Me acerqué lentamente a sus labios y la besé. Despacio, con miedo, como la primera vez. Nos separamos, le solté la mano y la miré.

-Lo siento...

No dijo nada, sus ojos hablaban por si solos. Aun no se había ido y yo ya la echaba de menos.

Oí la puerta de mi departamento cerrarse tras de mí. Y me dejé caer, rendida, en el sofá. Escondí mi cabeza entre mis piernas y ahí me quedé. ¿Cómo podía haber cambiado mi vida tanto en apenas un par de semanas? No tengo respuesta a eso. Y no iba a quedarme ahí sin hacer nada con mi vida. Cogí aire, dejé de pensar en lo que había spado minutos antes, y decidí acabar. Me levanté, miré el reloj y aun era temprano. Me duché, desayune fuerte, preparé mi maleta en la puerta, y esperé a que Alba viniera a mi casa para luego ir a por Ana. Conduciria yo hasta casa, sí, mi casa. Qué ganas le tenía. Mi madre nos estaría esperando con la puerta abierta, y mil besos que regalarnos. Mi joven mujer de ojos azules.

-¿Nos vamos?

-Vane... acabo de llegar a tu casa, ¿ni un café?

-Alba... tenemos muchas unas horitas de viaje, y aun tenemos que ir a buscar a Ana. Así que...

-¡Shh! ¡A ti te pasa algo! (Dijo frenándome en seco en medio de mi salón)

-(Suspiré, cuanto me conocía) Ha venido Malú.

-¡NO! ¿Y viene con nosotras? ¡Ay! ¡Dime que si! Espera... (Cogió su móvil) llamo a Ana y os vais Malú y tu solitas... ¿Mejor? Va, si, si...

-Alba... No...

-¿Cómo que no? (Dijo dejando el móvil)

-No hemos arreglado nada. (Alba me miró esperando más) Ayer le envié un mensaje... (Le di el móvil, con la conversación abierta) Y... no recibí respuesta.... Pero, hace una par de horas ha venido a verme.

Le conté que había pasado en nuestro reencuentro, y las duras palabras que nos dedicamos, y por supuesto la despedida, y como me quedé cuando se fue, y lo que decidí hacer conmigo misma.

-Pues me parece muy bien (dijo levantándose), tienes que ser feliz amiga, y ahí sentada, llorando y pensando en que podrá ser no va a servir de nada. Así que mueve el culo, ¡nos vamos de viaje!

Sonreí, y así empezó unas mini vacaciones más que esperadas, dejamos mi piso para irnos a buscar a Ana que nos esperaba con una sonrisa en la puerta de su apartamento. Cogimos carretera y hacia el sur nos fuimos. El bviaje fue tan divertido que pasó volando, Alba no paraba de decir burradas, de leernos sus últimas conversaciones con un chico que estaba ligando de su oficina a escondidas de sus jefes, y por supuesto nos contó todo el planning que tenia montado para esos cuatro días en Málaga.

-Pero dejaras que veamos a mi familia, ¿no? (Le dije entre risas)

-Está todo controlado, y por su puesto la familia Martin-Mata está en mi top de este viaje.

Sonreí, y volví a poner atención a la carretera, faltaban apenas minutos para llegar y noté como me puse nerviosa. Hacía meses que no veía a mi familia, a mis padres y hermanos, necesitaba ya tenerlos cerquita de mí, aunque solo fueran unos días.

Llegamos, y ahí estaban, les presenté a mis amigas y al instante conectaron, qué maravilla. Comimos en un chiringuito de la playa, respiré, por fin, como hacía mucho que no lo sentía, o quizás, no tanto. Si... Malú sigue estando presente, en Madrid y en Málaga.

Llegamos de dar un paseo por mi playa, y digo mía porque es parte de mí. Mis amigas ya se habían enamorada de ella y yo más que feliz por verlas tan emocionadas. Decidimos ir a casa de mis padres, y descansar. Yo tenía aun mi cuarto, tal y como lo dejé cuando me fui, y Alba junto con Ana estaban en la habitación de invitados. Me fui hacia allí, y me las encontré deshaciendo las maletas.

-¿Qué planes tenemos para hoy Alba?

-(Sacó su agenda) Mmm... Primera noche en Málaga... ¡Aquí! (Me miró pícara) Vane, Vane, Vane...

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¡¡Muchas gracias por leerme!!

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