Capitulo 35

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Capitulo 35

No me moví de la cama cuando entró y cerró la puerta tras de ella, y me cogí aun más fuerte a Alba cómo si de ella se tratase mi corazón, con miedo a que se rompiera, a que algo de la noche anterior no me gustase. Se sentó en la cama, y me miró.

-¿Estas llorando? (Me preguntó con miedo)

Sí, estaba llorando, y por ella. Pero no podía rendirme tan rápido, no podía perderme en un segundo. Cogí aire.

-¿Qué quieres Malú?

No la miré cuando le hice la pregunta, me dolía hablarle así pero no debía caerme.

-Yo... No se que me pasó ayer...

-¿No te acuerdas? (La miré) No me sorprende, créeme.

No me contestó, bajó su cabeza y acarició la colcha, mi cuerpo me pedía levantarme y abrazarla mientras le dedicaba una sonrisa y le susurraba un 'todo está bien', pero no me iba a mentir.

-Chicas, creo que será mejor que desayunemos algo y luego...

-No Alba, tiene razón. (Dijo Malú subiendo la cabeza para mirarnos) No me acuerdo de lo que pasó, bebí demasiado y se me fue de las manos.

-Eso no es todo. (Añadí)

Me miró y vi como una lágrima caía por su mejilla, noté como un trozo de mi corazón se rompía y me separé de Alba un poco como si fuera ella ese órgano, y mi inseguridad volvía a estar presente. No podía verla llorar, aparté mi vista de ella y miré a Alba, entendió perfectamente que nos tenía que dejar solas, me besó la cabeza calmándome y antes de irse acarició el brazo de Malú. Cerró la puerta después de mirarme y susurrarme que me quería, sonreí a mi cuñada y volví a prestarle atención a Malú.

-¿Ocurrió algo más? (Pregunté con miedo)

-No, (contestó rápidamente, pero bajó la cabeza otra vez) creo que no...

Se acabó. Me levanté. Cogí la maleta y la hice rápidamente.

-Vanesa, por favor... (Dijo levantándose ella también)

-Haz la maleta, nos vamos.

-Pero... ¿No nos íbamos mañana?

-He cambiado de opción, y no voy a dejarte tirada en una ciudad que apenas conoces. Así que nos vamos a Madrid, tú en casa y yo en la mía. (Dije recogiendo las cosas sin mirarle, intentado que no viese como lloraba).

-No, no, Vanesa, te prometo que no voy a beber más, te prometo que no...

-(Me paré en seco y la miré, lloraba, y mis lagrimas aun caían con más fuerza) Me da igual que bebas, me da igual... Pero tengo limites, y si no te acuerdas de lo que hiciste ayer con Jorge si que tenemos un problema, y no puedes prometerme que no volverá a pasar, porque simplemente con el hecho de haberlo pensado ya es para replantearnos lo nuestro.

-¿Y si no pasó nada con él? (Preguntó)

-¿Y si pasó? Quizás no estemos hechas la una para la otra... (Contesté triste)

-Vanesa, te quiero...

-(Sonreí) Ese es el problema... Que lo dices y me lo creo, luego pasas una noche con Jorge y se me caen los esquemas al suelo.

Cogí la maleta ya cerrada, y me dirigí a la puerta., le indiqué que la esperaba a bajo y que yo me ocupaban de decírselo a Alba y de mentirles a mis padres diciendo que me había salido una entrevista para traducir de última hora y teníamos que volver antes.

Tras la sorpresaWhere stories live. Discover now