9- Accidente

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Las clases comenzaron y por suerte hasta ahora ninguna me a tocado con Evan, por que ya tengo demasiado con soportarlo en casa.

Seguí presentándose en algunas otras clases y acostumbrándome al nuevo ritmo de los maestros, socialice con algunas personas pero no son iguales a mis amigos, y dudo que lleguen a ser como ellos, la única chiva agradable con la que he hablado es Rosa, pero ella siempre esta con la barbie falsa de Briana la cual cada día me cae peor con sus comentarios sarcásticos y su evidente hipocresía, si fuera por mi ni siquiera la miraría pero es la capitana de las porristas y yo estoy ahí, con lo cual debo obedecerla.

Me dirigió a la clase de teatro que es una de mis faviritas y me topo con Alex, uno de mis compañeros el cual llevaba un guión muy grueso.

-Hola Alex, ¿Que llevas ahí?

-Es el guión de Romeo y Julieta.

-No sabia que hubieran audiciones.

Camine mas rápido para darme informes sobre la obra, si hay audiciones yo quiero ser Julieta.

-Maestra, me han dicho que hay audiciones para Romeo y Julieta ¿Eso es cierto?

-Si, deberías de participar, apenas empezaremos con las audiciones, todavía estas a tiempo.- Dijo dándome un guión

-Estaré encantada de presentar audiciones, aun que creo que será difícil entrar con el gran numero de chicos que están queriendo formar parte del elenco.

Pero es obvio que yo tendré el papel de Julieta.

-Entonces sera mejor que practiques, sera el segundo acto, en la escena de la torre.

Comencé a leer el guión, siempre me había gustado esta honra y esa escena en especifico yo me la se de pies a cabeza.

Ya era mi turno de presentar audición cuando encontré a Evan vestido de Romeo esperando a que la maestra nos dejara comenzar.

-¿Harás audición para Romeo?

-Lindsay, por favor, yo ya tengo el papel asegurado, solo estoy ayudando a la profesora con las audiciones.

Tragame tierra.

Esto no me impedirá ser Julita, es mas seré la mejor Julieta y el ni nadie me lo arruinara.

La maestra dio la señal para que comenzáramos.

Yo subí en la torre mientras veía como Evan comenzaba a decir su parte casi perfectamente lo cual me molesto por que combina eso con esa tinta sonrisa arrogante u engreída que el tiene.

-ROMEO.- ¿Qué luz es esa que se asoma por la ventana? ¡Ah! ¡Es el Oriente y Julieta es mi Sol! Amanece tú, Sol... mata a la envidiosa Luna que siempre está enferma y por eso vive pálida de dolor, pues que tú, doncella en belleza, la aventajas... ¡Es ella, sí... es ella... ¡ay!... es mi amor! Si supiera que estoy aquí... Habla y no dice nada... pero qué importa: veo que hablan sus ojos y son a ellos a los que les voy a responder... Dos estrellas del cielo entre las más hermosas han rogado a sus ojos que, en su ausencia, brillen en las esferas hasta su regreso... ¡Ah!, ¡si habitaran su rostro las estrellas!, el brillo de sus mejillas podría sonrojar a las estrellas, como si fuese la luz del día que nos ilumina como si fuera una lámpara. Entonces, sus ojos en el cielo alumbrarían tanto los caminos del aire que hasta los pájaros se pondrían a cantar engañados creyendo que ya no es de noche.
Miren, cómo sostiene su mano la mejilla. ¡Ah!, si yo fuera guante con esa mano podría acariciar su rostro!

Nunca Sere TuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora